El d¨¦ficit p¨²blico era superior a 1,6 billones de pesetas al finalizar noviembre
El d¨¦ficit del sector p¨²blico se ha disparado en los ¨²ltimos meses del a?o hasta alcanzar unas cifras, para el conjunto de 1986, que echan por tierra todas las previsiones gubernamentales. A finales del mes de noviembre, y proyectando la cifra para todo el a?o, el d¨¦ficit p¨²blico supera los 1,6 billones de pesetas, unos 150.000 millones por encima del objetivo del Gobierno. La cifra de desviaci¨®n no se ver¨¢ reflejada en las cifras con las que el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda cerrar¨¢ el a?o fiscal, porque buena parte de los gastos que se deber¨ªan realizar en diciembre quedar¨¢n embalsados hasta los primeros meses del a?o pr¨®ximo, donde ser¨¢n contabilizados.
El aumento del gasto p¨²blico a lo largo de los meses transcurridos de 1986 muestra una tendencia alcista que no deber¨ªa corresponderse con los resultados de un ejercicio en el que los ingresos reales obtenidos por la Administraci¨®n han superado con creces a los inicialmente previstos. La reducci¨®n del tipo de cambio del d¨®lar, la ca¨ªda de los precios en origen del petr¨®leo, la mayor recaudaci¨®n por la implantaci¨®n del impuesto sobre el valor a?adido y la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s han provocado unos efectos positivos en los niveles de ingresos y gastos del Estado, que deber¨ªan haberse traducido en una reducci¨®n del d¨¦ficit del sector p¨²blico.A pesar de estos aspectos favorables, la evoluci¨®n del d¨¦ficit del sector p¨²blico no ha ido como era de prever, sino que ha aumentado de forma importante: unos 150.000 millones de pesetas por encima de las previsiones. Las razones de este desbordamiento hasta el mes de noviembre se deben a que, junto a los mayores ingresos, se ha producido un incremento similar del nivel de gastos del sector p¨²blico que no s¨®lo ha impedido cualquier ahorro en el d¨¦ficit, sino que lo ha incrementado.
A finales del mes de noviembre, y proyectando las cantidades durante un mes m¨¢s, el d¨¦ficit p¨²blico superar¨ªa los 1,6 billones de pesetas, mientras que los objetivos del Gobierno son de cerrar el a?o con 1,45 billones. No obstante -se se?ala en fuentes financieras-, el ajuste de la cifra formal del, d¨¦ficit del sector p¨²blico al cierre del ejercicio no supondr¨¢ demasiados problemas, porque bastar¨¢ con embalsar algunos gastos previstos para diciembre hasta enero o febrero y contabilizar los ingresos de algunas rentas del Estado dentro de este mes para que "cuadren las cifras". Pero -se se?ala- "aunque esto es posible en contabilidad, no se puede dejar de lado lo que representa realmente".
Crecimiento del 3%
El desbordamiento de las previsiones de la Administraci¨®n no se produce s¨®lo en las cifras de d¨¦ficit p¨²blico, sino que viene afectando a todas las macromagnitudes utilizadas hasta ahora.Al abandono del objetivo de conseguir un 8% de inflaci¨®n al final de este a?o -elevado hasta el 9% o algo menos- se une ahora la cifra real de d¨¦ficit p¨²blico e importantes modificaciones en el cuadro macroecon¨®mico para alcanzar finalmente el 3% de crecimiento del producto interior bruto.
Las ¨²ltimas estimaciones de que se dispone en la Administraci¨®n se?alan que el consumo privado estar¨ªa creciendo en el segundo semestre del a?o en torno al 4%, lo que, unido a la evoluci¨®n del consumo p¨²blico, puede hacer que la demanda interna aumente en estos meses en torno al 5%, cifra no pensada en anteriores estimaciones. Como quiera que la evoluci¨®n del sector exterior de la econom¨ªa espa?ola, con un fuerte crecimiento de las importaciones y una moderaci¨®n en el ritmo de las exportaciones, es crecientemente negativa, la diferencia entre el aumento de la demanda interna y la parte negativa del sector exterior llevar¨ªa a un crecimiento del producto interior bruto del 3% e incluso algo m¨¢s.
El aumento de la demanda interna por encima de las previsiones est¨¢ provocando un incremento muy fuerte de la financiac¨ª¨®n al sector privado de la econom¨ªa, m¨¢s de lo previsto, tanto en lo que se refiere a cr¨¦dito a las econom¨ªas dom¨¦sticas como a financiaci¨®n de las empresas que est¨¢n buscando nuevas f¨®rmulas para aportar recursos a su actividad, en buena parte de los casos, fuera de los circuitos financieros. Ello explicar¨ªa, en parte, el desbordamiento de los objetivos de crecimiento monetario.
La actividad del sector p¨²blico -muy fuerte en los ¨²ltimos meses, aunque se moderar¨¢ en diciembre como consecuencia de la entrada de dinero tras la emisi¨®n de bonos- puede provocar tensiones de liquidez en los dos primeros meses del a?o. En enero vence una cantidad importante de pagar¨¦s del Tesoro, que ser¨¢ muy dif¨ªcil renovar y que se duda pueda ser sustituida por otro tipo de emisiones p¨²blicas, dada la premura de tiempo.
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