Los conciertos que nunca existieron

Es sorprendente leer la cr¨ªtica de un espect¨¢culo, concretamente un concierto, en la que se alaba la labor de unos cantantes que no han actuado. El caso m¨¢s reciente se refleja en EL PA?S, p¨¢gina 32, secci¨®n de Espect¨¢culos, del pasado 7 de diciembre, donde Enrique Franco firmaba en el apartado de M¨²sica cl¨¢sica e informaba del concierto "de la Sinf¨®nica de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, con su director, Miguel Angel G¨®mez Mart¨ªnez, que ofrece durante tres semanas la ¨®pera Trist¨¢n e Isolda, de Richard Wagner, en versi¨®n de concierto". Al enjuiciar la profesionalidad de los int¨¦rpretes, en la cr¨ªtica se le¨ªa textualmente: "El bajo Erich Knodt hizo un buen rey Marke; Irnre Remenyi, tenor, cant¨® Melot, y el joven marinero Jos¨¦ Granados, en el timonel, no anduvo a la zaga". Ni Erich Knodt ni Jos¨¦ Granados estuvieron ese d¨ªa en el escenario del teatro Real de Madrid.Numerosos lectores se han quejado de este error informativo; entre ellos, Micheline Echeverr¨ªa Barri¨¨re, que comenta: "Ruego a un cr¨ªtico del nombre de don Enrique Franco que tenga un poco m¨¢s de seriedad y no d¨¦ su opini¨®n sobre actuaciones que todav¨ªa no han tenido lugar". Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Tapia comienza extra?¨¢ndose de que en la ficha de la cr¨ªtica se diga que la representaci¨®n fue el d¨ªa 3, cuando en realidad tuvo lugar los d¨ªas 4 y 5 no entiende c¨®mo se puede criticar algo que no existi¨®, y termina preguntando: "?Qu¨¦ credenciales hacen falta para ser cr¨ªtico musical de EL PA?S?". El lamento m¨¢s concreto es el del propio director titular de la Orquesta Sinf¨®nica y Coro de RTVE, Miguel ?ngel G¨®mez Mart¨ªnez. ?l fue el responsable del primer acto de Trist¨¢n e Isolda, de Richard Wagner, y nos escribe en carta fechada el d¨ªa 8: "A la vista de la cr¨ªtica de don Enrique Franco sobre el concierto de la Orquesta Sinf¨®nica de RTVE en el que se interpret¨® el acto primero de la ¨®pera Trist¨¢n e Isolda, de Wagner, aparecida el domingo 7 en el peri¨®dico, debo informar a los lectores del diario y al mismo se?or Franco que es imposible que Erich Knodt como rey Marke y Jos¨¦ Granados como timonel se hicieran acreedores a los elogios del cr¨ªtico, puesto que el primero no actuar¨¢ hasta la escena ¨²ltima del segundo acto (es decir, el pr¨®ximo jueves, d¨ªa 11), y el segundo, en la escena tercera del tercer acto (es decir, el jueves d¨ªa 18). Por tanto, queda claro que ninguno de los dos cantantes actu¨® en el concierto al que se refiere la cr¨ªtica".

Hemos requerido a Enrique Franco para saber cu¨¢l fue el motivo de este fallo, y su respuesta no se hizo esperar: "Siempre hay personas atentas al fallo de una trompa o el semigallo de un cantante cuando una salivilla se cruza en su camino, cosas, por cierto, que nota el m¨¢s ignaro. Tambi¨¦n en el periodismo existen esos fallos, y yo lo cometo al citar a Marke y al timonel con motivo del primer acto de Trist¨¢n e Isolda en la versi¨®n por entregas que nos ofrece, jueves a jueves, la orquesta de Radiotelevisi¨®n. Bien es verdad que estoy seguro de que tanto Knodt como Granados har¨¢n tan bien como anticip¨¦ sus papeles, pero lo cierto es que en el primer acto no aparecen. Quien conozca el periodismo y lo que supone -como es el caso- dictar una cr¨®nica por tel¨¦fono y reducirla sobre la marcha, no se asombrar¨¢ del error, m¨¢s f¨¢cil de producirse en m¨²sicas tan familiares como Trist¨¢n e Isolda que ante un estreno. Del mismo modo, a los confecci¨®n adores del programa se les ha escapado del reparto un pastor. ?Peque?eces! La verdad es que el m¨¦rito o el dem¨¦rito de la versi¨®n no se modifica por un gazapito m¨¢s o menos, aunque abunden los amantes de la caza menor, incluidos los que, por inadvertencia, mueren aplastados por un elefante escapado de alg¨²n zoo".

No es la primera vez que Enrique Franco incurre en un lapso semejante. Desde que EL PA?S cre¨® la figura del defensor de los lectores hemos archivado otros errores en los que Franco ha incurrido. El 14 de octubre de 1985, al mencionar la actuaci¨®n en Madrid de la Sinf¨®nica de Bamberg, el cr¨ªtico de EL PA?S afirmaba: "Rowicki inici¨® su programa con la Sinfon¨ªa Linz, una forma de homenaje a la ciudad de Bruckner y, tambi¨¦n, una perspectiva hist¨®rica. El ¨¦xito en ambos casos fue espectacular". Fue entonces tambi¨¦n el joven mel¨®mano Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Tapia quien avis¨® al peri¨®dico: "El se?or Franco enjuicia un concierto que nunca existi¨®. La Orquesta de Bamberg ejecut¨® en la primera parte la Sinfon¨ªa 35, Haffner, de Mozart, y no la Sinfon¨ªa Linz". Los profesores alemanes cambiaron el programa y este cambio no se comunic¨® al p¨²blico". Enrique Franco dio por bueno el programa inicial y Rodr¨ªguez Tapia se quejaba: "Yo no me creo que el se?or Franco no distinga entre una y otra sinfon¨ªa. Todos sabemos que es una autoridad en la materia. Por tanto, le recomiendo, para evitar que los lectores nos desconcertemos, que no haga caso del programa, que a veces es alterado sin aviso y sin nota escrita adjunta". Esta equivocaci¨®n fue resuelta en una fe de errores (ver EL PA?S del 30 de octubre de 1985). Y posteriormente Rodr¨ªguez Tapia nos recordaba que en el festival de Granada pasado un concierto de Chopin se confundi¨® con otro del mismo.

M¨¢s recientemente, el 25 de septiembre pasado, al rese?ar el R¨¦quiem humano, de Brahms, con el que la orquesta y coro de la Radio de Berl¨ªn Este abr¨ªa el apartado musical del Festival de Oto?o de Madrid, en su cr¨®nica, el cr¨ªtico se?alaba Ia indudable calidad" del bar¨ªtono J¨¹rgen Kurth. Una calidad dudable, puesto que hab¨ªa sido sustituido por Andreas Scheibner. En este caso, la organizaci¨®n anunci¨® el cambio a los espectadores que fueron hasta el teatro Real de Madrid. El cr¨ªtico de EL PA?S no se enter¨®. En los talleres del peri¨®dico, un music¨®mano que hab¨ªa asistido al concierto detect¨® la errata y la cr¨®nica se public¨® con los nombres correctos.

Respetar a los menores

No es habitual, pero suele ocurrir, que los medios de comunicaci¨®n, en sus rese?as informativas, al mencionar actos delictivos, se?alen con nombres y apellidos a los menores. Existe la ley del Tribunal Tutelar y un reglamento para evitar que se conozca la identidad del presunto delincuente si ¨¦ste no ha cumplido los 16 a?os. Recientemente, Mar¨ªa Dolores Renau i Manen, directora general de Protecci¨®n Jur¨ªdica del Menor, ha reconvenido a este peri¨®dico porque en una informaci¨®n del pasado 6 de noviembre, donde Enrique de Castro, miembro de la Coordinadora de Barrios de Madrid, calificaba de "pol¨ªtica de disparate" la situaci¨®n actual en los centros dedicados a la protecci¨®n de los j¨®venes, aparec¨ªan con sus nombres y apellidos varios menores.

La susodicha directora general envi¨® un escrito al juez decano del Tribunal Tutelar de Menores, Luis L¨®pez Mora, con copia de la informaci¨®n publicada en EL PA?S, "por si su se?or¨ªa estimara oportuno alg¨²n tipo de actuaci¨®n". El juez decano, en cordial conversaci¨®n con el ombudsman, ha se?alado la necesidad de que los redactores del peri¨®dico tengan en cuenta la importancia de no dar los nombres ni fotograf¨ªas cuando los presuntos delincuentes sean menores y terminar, de una vez por todas, con estos problemas.

El defensor de los lectores ha enviado al Comit¨¦ Profesional de la Redacci¨®n el reglamento para la ejecuci¨®n de la ley del Tribunal Tutelar de Menores con el fin de que lo haga llegar a aquellos redactores, editores y otros responsables de la Redacci¨®n que a¨²n desconocen estas normas legales, para que las apliquen debidamente al informar.

Anuncio malintencionado

En los ¨²ltimos d¨ªas del mes de noviembre, en la secci¨®n de anuncios por palabras, aparec¨ªa un texto que se?alaba: "Vendo ordenador IBM modelo AT. A estrenar, al mejor postor. Al no poder utilizarlo por no haberme suministrado la empresa DINSA los dos programas solicitados. Fecha de adquisici¨®n, diciembre 1985. Tel¨¦fono 94 / 638 00 80". Numerosos lectores nos avisaron de que al telefonear a dicho n¨²mero les indicaban a todas las horas del d¨ªa que "el se?or que lo lleva no est¨¢ en la oficina". El defensor del lector hizo la prueba durante varios d¨ªas, tambi¨¦n a diferentes horarios, y la contestaci¨®n era la misma. Se deduc¨ªa que ¨¦ste era un anuncio equ¨ªvoco. Se pon¨ªa de relieve el problema de un industrial con una empresa de ordenadores para desprestigiarla, porque el hecho real es que no deseaba vender el objeto anunciado. Y se utilizaba el peri¨®dico, confundiendo al posible lector interesado en comprar un ordenador, para dirimir unas cuestiones que en ¨²ltima instancia tienen los amplios cauces de los tribunales de justicia.

Nos pusimos en contacto con el anunciante en cuesti¨®n, Pedro Mar¨ªa Usandizaga, de la localidad de Ond¨¢rroa, Vizcaya, quien no tuvo ning¨²n recato en admitir su prop¨®sito de ir en contra de la empresa Desarrollo Inform¨¢tico, SA (DINSA), seg¨²n nos confes¨® con un talante contundente e inconfundible acento vasco: "Efectivamente, tengo problemas con ellos. Prometen una cosa y no la cumplen. Les hemos metido una querella. Yo tengo un duplicado del pedido y todav¨ªa estamos esperando. Se niegan todav¨ªa a llevarme el servicio de un aparato que me pusieron en abril. Por un lado, voy legalmente contra ellos, pero si por otro puedo hacerles la pu?eta, no dudo. Por eso puse el anuncio y me gast¨¦ 50.000 pesetas, y si hubiera podido me hubiera gastado m¨¢s para hacerles m¨¢s da?o. Y puede publicar esto y lo que quiera".

El director comercial de DINSA, Juan Jos¨¦ Guarch, nos env¨ªa la explicaci¨®n de la empresa sobre su relaci¨®n comercial con Usandizaga: "En diciembre de 1985, don Pedro Mar¨ªa Usandizaga pas¨® pedido de una serie de materiales inform¨¢ticos a DINSA. Puestos en contacto con el cliente por necesitar el mismo que la factura figurase con fecha del a?o 1985, al obtenerse con ello importantes beneficios fiscales, se acord¨® facturar los materiales disponibles (ordenador IBM modelo AT, impresora C-ITOH 3500 y accesorios) dentro del a?o 1985, realiz¨¢ndose la factura B185107 de fecha 18 de diciembre de 1985, que fue pagada y aceptada por el cliente, siendo el material que figura en la misma entregado en su totalidad. Con posterioridad, en el mes de abril, se le suministr¨® la contabilidad MSL para AT, coincidiendo con su apancion en el mercado, siendo la primera suministrada por DINSA en toda la red".

Por ¨²ltimo, se refiere a lo que puede ser la raz¨®n principal de este embrollo: "El se?or Usandizaga, por razones fiscales, insisti¨® que la facturaci¨®n se efectuara antes de la finalizaci¨®n del a?o 1985. Con motivo del suministro del programa MSL sobre contabilidad, coincidiendo con la rebaja de precios en el mercado provocada por el fabricante (aproximadamente el 30% en el ordenador IBM modelo AT), id¨¦ntico al que se le hab¨ªa suministrado en el mes de diciembre pasado, se empe?¨®, primero, en que le devolvi¨¦ramos la diferencia. Cuando, con la atenci¨®n y cortes¨ªa que siempre nos merece un cliente, se le neg¨® tal posibilidad, empez¨® con los anuncios en el peri¨®dico".