Sectores de UGT plantean la vuelta a la negociaci¨®n empresa por empresa
Sectores de UGT han planteado en los ¨®rganos de direcci¨®n del sindicato la necesidad de volver a la negociaci¨®n colectiva empresa por empresa, como respuesta a lo que denominan "provocaci¨®n de la CEOE". Esta vuelta a los convenios de empresa, dejando en un segundo lugar -o incluso abandonando- la pol¨ªtica de los acuerdos marco, ser¨ªa, seg¨²n estos sectores, una manera de medir la fuerza real que tiene la propia patronal, por encima de la que parece detentar a nivel institucional. Quienes plantean esta posibilidad la unen a la estrategia general de irse aproximando a CC OO frente a un enemigo com¨²n: la patronal.
Nicol¨¢s Redondo, secretario general de UGT, no se ha pronunciado a¨²n sobre la posibilidad de dar la batalla en la negociaci¨®n colectiva empresa por empresa, aunque sabe que sectores muy cualificados del sindicato han insistido en la necesidad de "echar un pulso" a la patronal en su propio campo.Entre estos sectores han causado especial irritaci¨®n las afirmaciones de dirigentes empresariales que han puesto en cuesti¨®n la capacidad y la representatividad de los sindicatos. Y sobre todo que alguno haya insinuado que "los pactos sociales son necesarios por la debilidad de los sindicatos". En medios sindicales se contesta que "nunca ha habido elecciones entre las empresas ni se exigen pruebas a la CEOE sobre su representatividad".
Y en cuanto a la segunda aseveraci¨®n de la patronal, los que defienden la vuelta al convenio de f¨¢brica afirman que con ello se dar¨ªa una lecci¨®n a la patronal, que se ver¨ªa acosada desde sus bases, y se demostrar¨ªa qui¨¦n es realmente d¨¦bil, si el sindicato o la organizaci¨®n empresarial. Est¨¢n convencidos de que en esta batalla saldr¨ªa perdiendo la patronal.
Otra pr¨¢ctica
En los ¨®rganos de direcci¨®n de UGT no se ve muy clara la operaci¨®n. Por un lado, porque se abandonar¨ªa una pr¨¢ctica de la que UGT ha hecho gala, y por otro, porque existe el temor de no poder controlar al final todo el proceso. Sin embargo, la reciente carta de Nicol¨¢s Redondo, secretario general de UGT al l¨ªder de CC OO, Marcelino Camacho, ha sido interpretada como un cambio -aunque ligero- en esta postura, en la l¨ªnea de buscar el fortalecimiento sindical a la hora de iniciar la negociaci¨®n colectiva. La uni¨®n de los dos sindicatos ser¨ªa fundamental para lograr los prop¨®sitos de los que defienden la negociaci¨®n por empresas.A todo ello ha venido a sumarse el malestar que dentro de UGT est¨¢ creando la actitud que los directivos de empresas po¨²blicas est¨¢n tomando con los sindicatos de clase. Hace escasos d¨ªas, la ejecutiva confederal de UGT denunciaba que se estaban apoyando opciones distintas a los sindicatos de clase en las empresas p¨²blicas, con m¨¦todos "que van desde las m¨¢s burdas coacciones a las ofertas de promoci¨®n profesional, financiaciones a cuenta del descuento por n¨®mina o utilizaci¨®n indiscriminada de vales de horas sindicales".
En cualquier caso, en medios muy cualificados de la central socialista se est¨¢ poniendo en cuesti¨®n desde hace tiempo la validez de los grandes acuerdos marco, por entender que "si bien en el pasado parec¨ªa l¨®gico ir a ellos por solidaridad con sectores m¨¢s d¨¦biles, hoy ya no tiene sentido. Hay sectores o empresas que no tienen por qu¨¦ aceptar una banda salarial baja y tienen perfecto derecho a exigir mejores condiciones".
El convenio marco del metal que est¨¢ propiciando la federaci¨®n metal¨²rgica de UGT es un buen ejemplo. Se est¨¢ negociando antes incluso de conocer las condiciones de un posible acuerdo marco estatal.
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