Nam June Paik, pionero del videoarte, presenta la instalaci¨®n 'TV garden'
El II Festival de V¨ªdeo, inaugurado en Madrid
El coreano Nam June Paik, pionero en la utilizaci¨®n art¨ªstica del soporte v¨ªdeo, llamado "padre del videoarte" por los artistas que trabajan con este medio, presenta por primera vez en Espa?a una de sus m¨¢s conocidas instalaciones, TV garden (Jard¨ªn televisi¨®n), en la que utiliza 32 monitores de televisi¨®n plantados con las pantallas boca arriba en un jard¨ªn de 80 metros cuadrados. Los monitores reproducen im¨¢genes de otra de sus m¨¢s conocidas cintas de v¨ªdeo, Global groove (Crecimiento global). Su participaci¨®n constituye el aliciente m¨¢s notable del II Festival Nacional de V¨ªdeo, que se inaugur¨® ayer en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid.
Nam June Paik recurre a menudo en sus cintas al collage r¨¢pido e h¨ªbrido de multitud de im¨¢genes que aparentemente no guardar¨ªan relaci¨®n entre s¨ª, como sucede en Global groove, que mezcla, por ejemplo, anuncios de Coca-Cola con bailes coreanos. Es una especie de homenaje electr¨®nico a Marshall McLuhan, cuyas teor¨ªas son tambi¨¦n contempor¨¢neas del nacimiento del v¨ªdeo. El estilo de Paik ha marcado los or¨ªgenes y buena parte de la historia del videoarte. Un estilo que para este pionero tiene una explicaci¨®n cultural, inserta en el desarrollo tecnol¨®gico."Vivimos", dice Paik, "una ¨¦poca de gran aceleraci¨®n de la historia y de la vida. Nunca el hombre tuvo a su disposici¨®n tantos recursos tecnol¨®gicos. Los ni?os tiene hoy una vida 5 o 10 veces m¨¢s rica en recursos que la vivida por sus padres Ocurre lo mismo con las im¨¢genes; yo quiero contar en tres minutos y dar tantas im¨¢genes como todas las que se contienen en una pel¨ªcula de dos horas de Marilyn Monroe. No me importa que tengan o no un determinado significado, que sean narrativas como ocurre con las obras de Picasso, se trata de disfrutarlas, y para ello hay que verlas muchas veces. Creo que despu¨¦s de siete minutos de im¨¢genes se necesita un relato, se requiere la narratividad porque es nuestro cerebro el que lo demanda".
"El futuro de la imagen es ese ritmo r¨¢pido, la contracci¨®n y compresi¨®n del tiempo. En el siglo XIX se le¨ªa la vida de un hombre en tres d¨ªas, por ejemplo en una novela de Tolstoi; en el cine vemos la vida de una persona en dos horas; la televisi¨®n nos la cuenta en media hora -ahora en Jap¨®n se emiten por la ma?ana seriales en cap¨ªtulos de s¨®lo 10 minutos, con un drama com pleto, que la gente ve antes de ir al trabajo- y en el v¨ªdeo puede verse la vida entera de una persona en tres minutos, como en los videoclips musicales".
Pionero
Existe unanimidad en asignarle al coreano Nam June Paik -nacido en Se¨²l en julio de 1932- la primac¨ªa en la creaci¨®n art¨ªstica del v¨ªdeo, y los artistas del medio le conocen como "el padre del v¨ªdeo". Circunstancia nada desde?able si se tienen en cuenta las disputas entre historiadores de distintos pa¨ªses para atribuir la paternidad de los artilugios audiovisuales a unos u otros inventores, con los problemas suscitados por los derechos de patente Paik se doctor¨® en Est¨¦tica en Tokio y se traslad¨® a la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) en 1950 para estudiar m¨²sica. En 1965 viaja a Nueva York, ciudad en la que reside desde entonces. Tambi¨¦n ense?a v¨ªdeo en la un?versidad de D¨¹sseldorf (RFA).
Nadie le discute a Paik haber sido el primero en utilizar un equipo de v¨ªdeo con fines art¨ªsticos, y al margen de la televisi¨®n, el ¨²nico sector que ten¨ªa acceso a la grabaci¨®n y reproducci¨®n de im¨¢genes electr¨®nicas, mediante los magnetoscopios industriales y profesionales que la compa?¨ªa norteamericana Ampex fabrica a partir de 1956. Paik produjo as¨ª la primera cinta de v¨ªdeo el 4 de noviembre de 1965: grab¨® en Nueva York, desde un taxi, provisto de un Sony VC 2010, im¨¢genes de la visita del papa Juan XXIII que, por la noche, exhibi¨® en un caf¨¦. Paik comenta ahora que la cinta todav¨ªa se conserva pero sin im¨¢genes porque se reutiliz¨® innumerables veces para otras grabaciones. Diez a?os despu¨¦s empezar¨ªa el boom del v¨ªdeo de consumo en los formatos dom¨¦sticos, con el lanzamiento del Betamax de Sony (1975) en media pulgada y casete. Paik tambi¨¦n inici¨® con el alem¨¢n Wolf Vostell las primeras experiencias art¨ªsticas en la manipulaci¨®n de las se?ales de televisi¨®n, a principios de los sesenta.
El v¨ªdeo nace, cuando la televisi¨®n se internacionaliza, gracias a las primeras transmisiones por sat¨¦lite. De modo que la expansi¨®n de las im¨¢genes electr¨®nicas se efect¨²a en esa doble direcci¨®n: vencer el espacio y el tiempo -y al paso, la cultura que separa las distintas regiones de la Tierra y liberar este medio, que dejar¨¢ de ser propiedad de pocos para ser asequible a colectivos cada vez m¨¢s numerosos.
"El primer deseo de utilizar el v¨ªdeo me surgi¨® cuando vi el primer Ampex en 1959, en la emisora de radio de la WDR en Colonia, donde trabajaba con la m¨²sica electr¨®nica, pero era un equipo muy caro e inasequible. La primera evidencia de que yo quer¨ªa trabajar con el v¨ªdeo es una carta que escrib¨ª en 1960 al m¨²sico John Cage proponi¨¦ndole realizar un trabajo para televisi¨®n. La carta que escrib¨ª se conserva en la universidad de Chicago. Mi primer videoshow tuvo lugar en marzo de 1963, en la Galer¨ªa Parnass, de Wuppertal (RFA), y un a?o despu¨¦s intent¨¦ en Tokio, con el ingeniero Shuya Abe, construir nuestro propio equipo de v¨ªdeo", cuenta Paik mientras subraya cada una de sus afirmaciones con risas estent¨®reas. "Yo hice v¨ªdeo, al principio, como una prolongaci¨®n m¨¢s de mis actividades de vanguardia. No me interesaba el contenido, sino la manipulaci¨®n y construcci¨®n de abstracciones con las se?ales. Pienso que la funci¨®n de la vanguardia es experimentar nuevas formas de lenguaje".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.