El CAI se desquit¨® de su derrota en la Copa del Rey

Fue una historia casi repetida del otro partido que tambi¨¦n gan¨® el CAI al Barcelona en esta Liga. La historia se pareci¨® en el marcador, en la tensi¨®n que hubo en la pista y en el ardor en el grader¨ªo. En ¨¦ste que nos ocupa estaba por medio lavar una afrenta, una grand¨ªsima humillaci¨®n que todav¨ªa est¨¢ en el recuerdo, pero a partir de ahora algo difusa porque ayer empez¨® a restregarse. En el haber de Jos¨¦ Luis Llorente hay que anotar la Ilusi¨®n que pas¨® de boca en boca toda la semana en esta ciudad ribere?a del Ebro: que el CAI se resarciera lo antes posible del gigante que lo minimiz¨® en la Copa del Rey.El chico de Valladolid nubl¨® las ideas de Ignacio Soloz¨¢bal y Joaqu¨ªn Costa y el ataque del Barga nunca fue fluido. S¨®lo Wallace Bryant mantuvo un tono elevado en la primera parte porque Claude Riley -su marcador- pensaba en las avutardas y le preocupaba m¨¢s lucirse en la ofensiva que sacrificarse en la defensiva; hasta tal punto estuvo l¨²cido Bryant que pregunt¨®, casi inquiri¨®, a su entrenador por qu¨¦ lo retiraba cuando ¨¦ste decidi¨® hacerlo all¨¢ por el minuto 15 y ¨¦l hab¨ªa anotado las tres ¨²ltimas canastas azulgrana.

Ni ¨¦ste ni otros relevos anteriores y posteriores consiguieron alterar la ventaja local. S¨ª lo logr¨®, en algunos momentos, la defensa zonal que Aito Garc¨ªa Reneses emple¨® desde el minuto 17. Bryant empat¨® a 48 puntos en el 23. El espectador pens¨® que all¨ª conclu¨ªa el sue?o de ver ganar a su equipo. El Bar?a tom¨® las primeras ventajas, nunca superiores a los cuatro puntos, coincidiendo esto con una canasta triple de Sibilio, 74-78, y esto suced¨ªa muy tarde, a falta de siete minutos para concluir el partido.

Desde aquel empate hasta esta ventaja barcelonista Soloz¨¢bal volvi¨® a la pista. Tambi¨¦n volvieron Epi y Trumbo y Jos¨¦ Luis Llorente, al l¨ªmite fisico, era sustituido por Jos¨¦ ?ngel Arcega, coincidiendo con una de las ventajas visitantes, 68-71, tambi¨¦n tras una triple, en esta ocasi¨®n de Ignacio Soloz¨¢bal. El Bar?a no consigui¨® enderezar definitivamente el partido. Garc¨ªa Reneses, a su t¨¦rmino, expuso el error ya extendido de creer que el Bar?a puede ganar los partidos en los ¨²ltimos minutos apoy¨¢ndose en la tremenda fortaleza de los jugadores reservas; Aito apunt¨® algo m¨¢s: que los partidos deben ganarse desde el comienzo, provocando al rival y que ¨¦ste tambi¨¦n cometa faltas.

Otra de las quejas del entrenador azulgrana, justificada, es que su equipo lanz¨® la cuarta parte de tiros libres de los que lanz¨® el oponente, lo cual quiere decir que, aun habiendo anotado menos canastas, el CAI gan¨® el partido. Y sorprende tambi¨¦n que el Zaragoza atrapara un elevado n¨²mero de rebotes ofensivos, en lo que parece que el Bar?a, es inexpugnable. Incluso Riley, que estuvo un poco mejor en la segunda parte, casi atrap¨® tantos, ocho, como todo el equipo catal¨¢n, nueve.

Cuando se entraron en los tres ¨²ltimos minutos de juego, el CAI s¨®lo perd¨ªa por un punto (81-82). ?sta fue la ¨²ltima vez que el equipo catal¨¢n tuviera un marcador favorable. Con s¨®lo dos minutos por jugarse, Aito exigi¨® responsabilidad a sus jugadores y volvi¨® a disponerlos en marcaje individual. Tibio acercamiento (85-84), pero Bryant fue a fallar y permiti¨® que el CAI tomara una ventaja (87-84) que logr¨® mantener con seriedad, en lo que medi¨® un triple fallado por Sibilio.