Espa?ol, pero moderno
Aires patri¨®ticos inflan las velas de la canci¨®n espa?ola. En corto espacio de tiempo han coincidido en la cartelera madrile?a espect¨¢culos y recitales que parten de la m¨²sica espa?ola m¨¢s a?eja para proponer soluciones art¨ªsticas modernas y actuales. Compositores, int¨¦rpretes y grupos han ido a beber en las fuentes del pasado para encontrar la manera de comunicarse musicalmente con sus cong¨¦neres.Del mambo al twist, de Marif¨¦ de Triana a Lita Torell¨®, de Concha Piquer a Bonet de San Pedro y de la tonadilla al bolero, las m¨²sicas y los artistas que formaron el gusto del p¨²blico espa?ol en los a?os cuarenta, cincuenta y sesenta reaparecen con vigor inusitado en los trabajos musicales de artistas tan diversos como Ricardo Solfa, Carlos Cano, Paco Clavel, Mercedes Doreste, el ?ltimo de la Fila o Martirio, por citar s¨®lo a unos cuantos. Estilos distintos, sonoridades diferentes, propuestas est¨¦ticas a veces contrapuestas que ofrecen diversos grados de inter¨¦s art¨ªstico pero que permiten encontrar en el fondo de todas ellas una inquietud com¨²n: c¨®mo hacer una m¨²sica de hoy, espa?ola pero moderna.
El intento no es nuevo. Logros como los de Oskorri, Milladoiro, Triana, Paco de Luc¨ªa o Jorge Pardo est¨¢n ah¨ª para quien quiera buscar antecedentes ilustres, pero ese intento aparece ahora con notas distintivas que lo caracterizan. El camino l¨®gico que hab¨ªan seguido en b¨²squedas pret¨¦ritas grupos y cantantes de folk, rock o jazz tend¨ªa a buscar en el folclor o el flamenco las ra¨ªces para una nueva m¨²sica espa?ola. Lo novedoso hoy son los modelos que se utilizan como punto de partida. Ya no es la memoria ¨¦tnica la que sirve de referencia, sino la memoria sentimental la que estimula la creatividad en algo que tiene mucho de superficial, de mero gui?o cosm¨¦tico, pero que tambi¨¦n ofrece en los mejores casos -los espl¨¦ndidos y maduros trabajos de Ricardo Solfa o Carlos Cano pueden servir, cada uno con su personalidad, como indicativo- un desaf¨ªo est¨¦tico de b¨²squeda de lenguajes musicales que no es en absoluto despreciable.
Resultados dispares
Los resultados son dispares, como los propios planteamientos de que parte cada uno. Entre el rock espa?ol que ofrece El ¨²ltimo de la Fila, brillante, espectacular y superficial, y el trabajo profundo y sutil de Ricardo Solfa hay un abismo, no s¨®lo de sonoridad y estilo sino tambi¨¦n de creatividad; entre la sobriedad de Carlos Cano y la complejidad y sofisticaci¨®n un tanto gratuita de Mercedes Doreste hay la distancia que separa una obra madura y continuada de un primerizo, aunque interesante, intento; entre la acidez ir¨®nica de Martirio y la nostalgia cari?osa de Paco Clavel discurren dos visiones contrapuestas de esa perpetua relaci¨®n de amor-odio que todo artista establece con sus or¨ªgenes.Tras la crisis posdemocr¨¢tica de los cantautores, tras las dosis de mimetismo e imitaci¨®n que el nuevo rock espa?ol lleva consigo, tras el agotamiento de los mercados discogr¨¢ficos, saturados de modas y falsos modernismos, el problema sigue siendo el mismo de siempre: de qu¨¦ manera enfrentar la necesidad de encontrar formas musicales que expresen la realidad del mundo actual, su problem¨¢tica, su sonoridad, que no sean deudoras de las m¨²sicas anglosajonas m¨¢s all¨¢ de lo que cada uno considera aceptable y en las que resulte inmediatamente reconocible el made in Spain. Para lograrlo se ha querido partir de materiales de derribo, de canciones y m¨²sicas olvidadas o despreciadas que no siempre han merecido el olvido o el desprecio.
No es un estilo; no es una escuela. Esperemos que tampoco sea una moda. En unos casos ser¨¢ un simple dato para el curr¨ªculo; en otros significa ya un juego divertido y l¨²dico, que se justifica por s¨ª mismo, sin mayores objetivos ni ambiciones; en los mejores nos deparar¨¢ una riada de entra?ables y personales hallazgos expresivos.
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