Asesinato en la Nochebuena

LA ORGANIZACI¨®N terrorista ETA mand¨® su particular tarjeta de Navidad en forma de bomba a un supermercado en Oyarzun (Guip¨²zcoa). Jos¨¦ Pe?a, un guardia civil de 26 a?os que pretend¨ªa desactivar el explosivo, muri¨® como consecuencia de tan siniestro env¨ªo. Es el n¨²mero 36 de las v¨ªctimas del terrorismo etarra en lo que va de a?o. La fecha escogida a?ade a¨²n mayor dramatismo a la sinraz¨®n con la que esa banda armada trata de minar cualquier atisbo de paz que aparezca en el horizonte del Pa¨ªs Vasco. El atentado se inscribe en una estrategia renovada de ETA contra las empresas e intereses franceses en territorio espa?ol. Despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas del 30 de noviembre, la organizaci¨®n se ha lanzado a una nueva escalada de la violencia: consecuencia de ella es la terrible mutilaci¨®n de una mujer en Zarauz, el atentado contra una f¨¢brica en Vizcaya y el secuestro del industrial guipuzcoano Jaime Caballero, al que a¨²n mantiene cautivo, y para el que ninguna supuesta tregua navide?a ha servido, como no sirvi¨® tampoco para salvar la vida del guardia Jos¨¦ Pe?a. En ETA nada es in¨¦dito, ni siquiera la fecha escogida para perpetrar esta escalada de la barbarie: ya lo ha b¨ªa demostrado cuando asesin¨® al due?o de un bar en Bermeo (Vizcaya) el 31 de diciembre de 1984 y cuan do mat¨® de un tiro en la sien, en la Navidad del pasa do a?o, al general retirado Juan Atar¨¦s.

El nuevo atentado, cometido en medio de las negociaciones sobre la formaci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n para Euskadi, viene a poner de relieve la necesidad de que ¨¦ste sea un Ejecutivo fuerte y duradero, y no una soluci¨®n de compromiso que sirva de puente hacia unas nuevas elecciones anticipadas. Nada convendr¨ªa m¨¢s a la desestabilizaci¨®n pol¨ªtica en Euskadi que la demostraci¨®n de que los oportunismos partidistas desplazan del horizonte la posibilidad de un Gobierno de cambio que lleve al Pa¨ªs Vasco una esperanza razonable. El modelo ensayado por el PNV y el PSOE durante su pacto parlamentario ha fracasado, y las recientes elecciones son las m¨¢s ferviente prueba de ello. Cualquier f¨®rmula que salga de las conversaciones en curso debe partir de ese an¨¢lisis.