Las reformas de Gorbachov
MIJAIL GORBACHOV no se ha limitado a permitir el retorno a Mosc¨² de Andrei Sajarov, deportado durante siete a?os en la ciudad aislada de Gorki. Estamos asistiendo a la rehabilitaci¨®n del famoso acad¨¦mico, cubierto de insultos hace unos a?os en la Prensa sovi¨¦tica. Sajarov ocupa de nuevo su puesto en la Academia de Ciencias; el secretario general del partido ha conversado con ¨¦l por tel¨¦fono, y -hecho m¨¢s sorprendente a¨²n- ha celebrado ya siete entrevistas con periodistas occidentales, la ¨²ltima transmitida por sat¨¦lite a EE UU con la ayuda t¨¦cnica de la televisi¨®n sovi¨¦tica. En estas entrevistas ha reiterado su actitud cr¨ªtica hacia el Gobierno sovi¨¦tico por la invasi¨®n de Afganist¨¢n -actitud que hace siete a?os provoc¨® su deportaci¨®n- y ha insistido en su demanda de liberaci¨®n de otros presos pol¨ªticos; a la vez, ha apoyado aspectos de la pol¨ªtica exterior de la URSS, como la moratoria de las pruebas nucleares, y ha criticado el proyecto norteamericano de guerra de las galaxias.
Salta a la vista que esta presencia de Sajarov en Mosc¨² representa un tanto para la URS S en el plano internacional; pero ser¨ªa un grave error atribuir esa medida exclusivamente a causas exteriores. Gorbachov est¨¢ lanzado a una reforma dif¨ªcil para elevar sustancialmente la eficacia y productividad de la econom¨ªa sovi¨¦tica, reforma insoslayable en el actual momento hist¨®rico. Todos los intentos anteriores de reforma econ¨®mica, y no han sido escasos, han fracasado porque han chocado con un sistema pol¨ªtico autocr¨¢tico inconmovible. ?Le ocurrir¨¢ lo mismo a Gorbachov? ?O ser¨¢ el l¨ªder sovi¨¦tico capaz de emprender una reforma pol¨ªtica adem¨¢s de la econ¨®mica que ya ha puesto en marcha? En este marco hay que situar la medida adoptada en el caso de Sajarov, que ha coincidido adem¨¢s con otras liberaciones de conocidos disidentes.
Despu¨¦s de una etapa dedicada sobre todo a la toma de decisiones econ¨®micas y de renovaci¨®n del personal en el aparato estatal y de partido, Gorbachov parece dispuesto a iniciar ahora ciertas reformas en el plano pol¨ªtico. No es casual que la Prensa sovi¨¦tica recuerde ahora la Nueva Pol¨ªtica Econ¨®mica (NEP) in troducida por Lenin en los a?os veinte, que estimul¨® una econom¨ªa de mercado y foment¨® cierto pluralismo en la sociedad; ese antecedente se destaca como la fuente de inspiraci¨®n -salvando las diferencias entre dos ¨¦pocas- de la reforma de Gorbachov. Ser¨ªa absurdo pensar que ¨¦ste se propone objetivos democr¨¢ticos como la libertad de expresi¨®n o la existencia de diversos partidos, que tampoco tuvo la NEP de los a?os veinte. Lo que est¨¢ ahora sobre el tapete es una flexibilizaci¨®n del sistema; pero ello implica medidas que, dentro de la trayectoria sovi¨¦tica, pueden ser importantes. La liberalizaci¨®n en el campo cultural ha dado ya frutos sustanciales. El nuevo trato dispensado a Sajarov supone reconocer cierto espacio a la cr¨ªtica pol¨ªtica, y abrir una grieta en el principio de identificaci¨®n de la discrepancia con la traici¨®n al Estado, enraizado en el sistema de la URSS y de tan nefastas consecuencias.
Es inevitable que ahora se agudicen los enfrentamientos entre Gorbachov y los sectores inmovilistas dispuestos a impedir cualquier reforma, cuyo peso sigue siendo considerable en el aparato sovi¨¦tico. Para esa batalla Gorbachov necesita ampliar su apoyo social; y al poner fin a la deportaci¨®n de Sajarov, uno de sus objetivos es ganar el apoyo para su reforma de la inteligencia t¨¦cnica y de amplios sectores intelectuales en los que han anidado, de forma m¨¢s o menos expl¨ªcita, las principales actitudes cr¨ªticas en la etapa de Breznev. A¨²n hay muchas p¨¢ginas en blanco en la reforma iniciada; no se puede olvidar que sigue habiendo presos pol¨ªticos en las c¨¢rceles de la URSS. Pero el proceso de cambio ha entrado en un viraje quiz¨¢ irreversible: no estamos ante maniobras t¨¢cticas, sino ante los primeros pasos de un proyecto de largo alcance que puede modificar formas de pensar y de actuar congeladas durante d¨¦cadas, que han obstaculizado el desarrollo de la URSS.
Es pronto para medir las repercusiones internacionales de esta evoluci¨®n. Pero resulta obvio que la presi¨®n sobre Gorbachov ser¨¢ ahora mucho mayor para que ponga fin a pol¨ªticas agresivas como la aplicada por la URSS en Afganist¨¢n. Por otra parte, sobre todo cuando EE UU atraviesa una crisis pol¨ªtica grav¨ªsima, todo indica que crecer¨¢ el papel de la URSS en la pol¨ªtica mundial en los pr¨®ximos a?os.
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