Los arqueologos consideran lamentable el tratamiento dado a la plaza de la muralla ¨¢rabe

Los arque¨®logos que han realizado excavaciones y estudios sobre la muralla ¨¢rabe que rodeaba Madrid en el siglo IX consideran lamentables las obras hechas por el Ayuntamiento para construir en la cuesta de la Vega una plaza a la que se dar¨¢ el nombre de Muhamed I, emir que orden¨® fortificar la villa. El tratamiento dado a la plaza, en la que se han invertido 37 millones de pesetas y cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista para el d¨ªa 27, ha sido, a juicio de los arque¨®logos, muy duro, al haber encerrado un monumento de tanta importancia entre muros, columnas y plataformas de hormig¨®n.

"Las obras que se han realizado en torno a la muralla me parecen horrorosas, caras y propias de un estilo imperial", opina Manuel Retuerce, director de la ¨²ltima campa?a arqueol¨®gica que se realiz¨® inmediatamente antes de la construcci¨®n de la plaza y conocedor del proyecto desde su principio. "Cuando me ense?aron los planos elabor¨¦ un informe negativo que envi¨¦ a la Comunidad y que, seg¨²n parece, no ha impedido el tratamiento dado a la plaza. Es cierto que el hormig¨®n no toca la muralla ¨¢rabe pero impide su contemplaci¨®n desde la calle"."Creo que el proyecto, obra de Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Benito, dignifica el espacio y que se ha hecho todo lo que han pedido los arque¨®logos", afirma Jes¨²s Jim¨¦nez Ca?as, adjunto al gerente municipal de Urbanismo. "El Ayuntamiento coste¨® la ¨²ltima campa?a de excavaciones, que dur¨® seis meses y cost¨® unos 14 millones de pesetas".

Luis Caballero, director de tres campa?as de excavaci¨®n, considera lamentable el trato dado al entorno de la muralla. "Como ciudadano, me parece que se est¨¢ dando un tratamiento muy duro a las plazas; como arque¨®logo, creo que se ha perdido una buena oportunidad de armonizar un monumento arqueol¨®gico con un espacio p¨²blico".

M¨¢s duro se mostr¨® Juan Zozaya, subdirector del Museo Arqueol¨®gico Nacional y especialista en arqueolog¨ªa isl¨¢mica, para quien la inversi¨®n realizada ha sido una p¨¦rdida de dinero. "Me parece inadecuado el tratamiento dado a la plaza. Cuando se trata un monumento hay que salvarlo; y cuando esto se ha conseguido, y no es el caso de la muralla, hay que respetar el sentido pedag¨®gico que tiene", dice Zozaya. "Se ha dotado a la plaza de una entrada que sugiere una construcci¨®n egipcia y de unas columnas griegas o romanas".