Luis Pastor, acidez y ternura

Desde su presentaci¨®n, las pasadas fiestas de San Isidro, en un recital de aciago recuerdo, en el que el insoportable sonido del Palacio de Deportes madrile?o le arruin¨® una actuaci¨®n que se inici¨® espl¨¦ndida, no hab¨ªa vuelto a actuar Luis Pastor en Madrid de manera m¨¢s o menos oficial.Su actual presentaci¨®n en la sala El¨ªgeme, de Madrid, ha demostrado la excepcionalidad de aquella actuaci¨®n y el magn¨ªfico momento por el que atraviesa.

Saxofonista espont¨¢neo

Acompa?ado por un grupo de m¨²sicos s¨®lidos y sin tacha -incluido el saxofonista an¨®nimo que se lanz¨® como espont¨¢neo para soltarse un magn¨ªfico solo en el ¨²ltimo bis del primer d¨ªa-, Luis Pastor estuvo magn¨ªfico de voz, expresivo en la interpretaci¨®n y con una presencia en escena claramente indicativa de lo que son sus canciones: una equilibrada mezcla de ternura -que se muestra en esos personajes suburbiales que pueblan sus canciones (Record¨¢ndote, Cristina, Rosalinda, Tu pesadilla) que interpret¨® en el recital, pero que tam bi¨¦n est¨¢n en otras que se queda ron en el tintero (Metro del lunes o A contramano)- y de acidez corrosiva ante las fuerzas, siempre represoras en unos u otros terrenos, que se enfrentan a esos personajes. Es lo que corresponde a un cantante que ofrece esa imagen de dureza y fragilidad a un tiempo, de chico de la calle y colega de cualquier paseante o esquinero. No son las suyas canciones neutrales o fr¨ªvolas; son canciones de carne y hueso, que toman posiciones ante la vida y que reflejan una aventura vital que, por ser ¨ªntimamente propia, es tambi¨¦n com¨²n a tantos otros. El resultado es un canto vitalista (Queriendo vivir, Clavo y canela o Certeza) que el tiempo ha te?ido de un cierto escepticismo.

M¨²sicas distintas.

Tras tanto hablar del estancamiento de los cantautores comprobamos con el tiempo que su evoluci¨®n hacia una m¨²sica madura, rica y actual, sin mimetismos gratuitos, resulta ejemplar. Luis Pastor es un caso paradigm¨¢tico. Desde hace a?os viene construyendo una manera de hacer que, a diferencia de otros de los llamados cantautores urbanos, se ha ido nutriendo de m¨²sicas bien distintas a las anglosajonas, aunque, naturalmente, tambi¨¦n haya mucho de ello en lo que hace. M¨²sicas que tienen en la base los ritmos negros portugueses y brasile?os, pero que, al ser asumidos por el cantante, aparecen como algo personal que, como una esponja, asume cuanto le gusta sin perder su forma propia.