El Estudiantes tuvo m¨¢s car¨¢cter que el Cacaolat

Cacaolat y Estudiantes presentan dos personalidades diferenciadas. El primero tiene hoy m¨¢s y mejores jugadores que hace un a?o, pero el segundo los mismos. Codina intent¨® hacerlos jugar con una variada gama de respuestas a la misma pregunta: la velocidad, la garra, la particular forma de ser del Estudiantes. Pero se impuso el car¨¢cter m¨¢s fuerte, el del equipo local, y el Cacaolat no pudo evitar ofrecer una imagen algo sosa e indefinida, algo ab¨²lica. Es un equipo que no provoca.A¨²n as¨ª, Codina intent¨® jugar el partido en todo momento, ayudando a sus jugadores. Los coloc¨® en defensa individual, luego en zona, presionaron a Gil tras tiro libre conseguido, busc¨® mayor velocidad prescindiendo de los jugadores m¨¢s altos, cambi¨® los marcajes y presion¨® al final para reducir diferencias. Cada decisi¨®n tuvo alguna validez, pero incompleta, porque dio la sensaci¨®n de que el equipo es fr¨ªo, lo pongan como lo pongan. Del lado opuesto, el Estudiantes pareci¨® jugar igual que siempre, sin matices, lo que no deja de tener alg¨²n efecto enga?oso porque, efectivamente, cada semana que pasa Garrido utiliza m¨¢s y mejor a sus jugadores, Coll y Montes o Rementer¨ªa y Rodr¨ªguez, son suplencias que no hacen bajar el tono del equipo.

Por lo cual, el partido se mantuvo en un tono de igualdad durante toda la primera parte (49-44 al descanso), pero fue un acceso de raza lo que permiti¨® al Estudiantes romper una situaci¨®n que parec¨ªa angustiosa en la reanudaci¨®n (51- 50), dado que el Cacaolat parec¨ªa m¨¢s entero y certero. Cobr¨® situaci¨®n de relativa ventaja (58-50) y supo mantenerla a pesar de las decisiones de Codina, de cierto apuro con las faltas personales y de la velocidad de Creus. Creus era tan considerablemente m¨¢s r¨¢pido que sus compa?eros que le daba tiempo a dar varias vueltas por la zona antes de que ellos se colocaran en sus posiciones. As¨ª, es obvio deducir que Creus, en el mismo tiempo, hace muchos m¨¢s kil¨®metros que el resto. Cuando expulsaron a Robinson, el equipo baj¨® su agresividad y lo acus¨® en la reacci¨®n final.

El Estudiantes cont¨® con 17 tantos de ventaja (73-58), que redujo r¨¢pidamente el Cacaolat. Pero, al final, volvi¨® a faltarle m¨¢s garra y el Estudiantes mantuvo el partido con una serenidad poco habitual en un equipo con tendencia a ponerse nervioso en esos minutos.