El Gobierno concede autonom¨ªa de gesti¨®n econ¨®mica a los centros escolares no universitarios

Los centros escolares de ense?anzas no universitarias de? territorio escolar dependiente de la Administraci¨®n central dispondr¨¢n de la misma autonom¨ªa de gesti¨®n econ¨®mica que las universidades, en virtud de un acuerdo entre los departamentos de Hacienda y de Educaci¨®n y Ciencia. El ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, comunic¨® el pasado mi¨¦rcoles dicho acuerdo a todos los directores provinciales de su departamento. Los colegios de EGB, los institutos de bachillerato y de formaci¨®n profesional, as¨ª como conservartorios, escuelas oficiales de idiomas y de oficios art¨ªsticos, podr¨¢n, a partir de ahora, elaborar los presupuestos que les transfiera la Administraci¨®n de acuerdo con el programa anual del centro.

La autonom¨ªa de gesti¨®n econ¨®mica era una vieja aspiraci¨®n de los centros escolares no universitarios, tradicionalmente sometidos a un r¨ªgido cors¨¦ administrativo que, si te¨®ricamente persegu¨ªa el control riguroso del gasto, en la pr¨¢ctica pod¨ªa dar lugar a corruptelas.Los sindicatos de profesores y los movimientos de renovaci¨®n pedag¨®gica han reiterado una y otra vez la reivindicaci¨®n de autonom¨ªa de gesti¨®n econ¨®mica para los centros, prevista impl¨ªcitamente en la ley org¨¢nica del derecho a la Educaci¨®n (LODE) pero inviable hasta la aprobaci¨®n de este acuerdo interministerial, que se plasmar¨¢ en una disposici¨®n de Econom¨ªa y Hacienda con efectos del 1 de enero pasado.

Los responsables de la gesti¨®n econ¨®mica de los centros dada la rigidez del sistema vigente hasta ahora -las diversas partidas presupuestarias ven¨ªan predeterminadas por la Administraci¨®n y estaba terminantemente prohibida la transferencia de remanentes de unas a otras- se ve¨ªan forzados a llevar una doble contabilidad e incluso a fingir compras para disponer de facturas que sirvieran para justificar un gasto distinto al realmente efectuado. As¨ª, la factura de una partida de material escolar fungible (tizas, cuadernos, folios, etc¨¦tera) serv¨ªa para justificar el gasto extraordinario, pero real, originado por una visita escolar a un museo o por cualquier otra necesidad del programa educativo del centro.

Esta pr¨¢ctica, conocida e incluso tolerada por las suscesivas administraciones educativas, pod¨ªa contribuir tanto a racionalizar el escaso presupuesto de que disponen los centros p¨²blicos para sus gastos de funcionamiento corno para alg¨²n desv¨ªo irregular de un dinero siempre escaso.

Por otra parte, los centros ten¨ªan que rendir cuentas de los tres libramientos al a?o en que la Administraci¨®n distribu¨ªa la cantidad asignada. El ministerio no abonaba la cantidad correspondiente sin la previa justificaci¨®n, mediante facturas duplicadas, del gasto correspondiente al libramiento inmediatamente anterior. As¨ª, los centros percib¨ªan en enero el 25% de la asignaci¨®n del a?o; en abril, el 45%; y en septiembre, la cantidad restante. La rigidez del sistema ya se?alada no s¨®lo obligaba a devolver el dinero no gastado por un predeterminado concepto presupuestario, sino que, si adem¨¢s se produc¨ªa alg¨²n retraso en un libramiento, la falta de disponibilidad econ¨®mica pod¨ªa dar lugar a per¨ªodos de gasto precipitado junto a otros de falta de dinero para hacer frente a las necesidades m¨¢s perentorias.

Con el nuevo sistema, desaparecen los diez conceptos de gasto actuales, que se limitar¨¢n a uno solo, y la libranza de fondos se har¨¢ en dos pagos: en enero y septiembre. Los centros justificar¨¢n sus gastos mediante una cuenta ¨²nica anual, globalizadora de todos los conceptos y de todos los fondos recibidos, que habr¨¢ de ser aprobada por el consejo escolar del centro y rendida por su director.

La medida se inscribe en el programa de racionalizaci¨®n del funcionamiento de los centros escolares impulsado por el ministerio a partir de su reestructuraci¨®n org¨¢nica. La recientemente creada direcci¨®n general de Centros Escolares cuenta con una unidad administrativa ocupada exclusivamente en este objetivo.

Diversas fuentes sindicales coincidieron en ponderar la importancia de la medida, con independencia de que la cantidad para gastos de funcionamiento de los centros p¨²blicos les siga pareciendo "insuficiente para una ense?anza de verdadera calidad".