Una exposici¨®n sobre la tauromaquia en el arte, abierta en Par¨ªs
'Bajo el signo del toro' se clausura el 25 de enero
El toro no es ¨²nicamente un animal tot¨¦mico mediterr¨¢neo. No es ¨²nicamente una bestia magn¨ªfica cuidada en ganader¨ªas para abastecer el espect¨¢culo taurino. El toro es una imagen y un s¨ªmbolo presentes en el arte contempor¨¢neo y que inquieta y fascina a los creadores y los artistas. Una peque?a pero valiosa prueba de ello la proporciona la exposici¨®n Bajo el signo del toro, abierta en el teatro del Rond-Point, en los Campos El¨ªseos, de Par¨ªs, hasta el 25 de enero.
Cinco siglos de pintura est¨¢n representados en esta peque?a y densa exposici¨®n, que ha organizado la Asociaci¨®n Cultura Latina, con la colaboraci¨®n de una aut¨¦ntica multitud de instituciones, museos y particulares. Adem¨¢s de fotograf¨ªas y grabados, hay tambi¨¦n pintura, mucha pintura en esta selecci¨®n, que recoge desde la Corrida de toros en Benavente en honor de Felipe el Hermoso, cuadro an¨®nimo de 1506 apenas conocido, propiedad de un coleccionista belga, hasta una tela inquietante y extraordinaria en su expresi¨®n de la gradaci¨®n de movimientos entre toro y torero, titulada Tauromaquia, del genial Francis Bacon.Grabados de Goya, litograf¨ªas de Gustavo Dor¨¦, un bajorrelieve en terracota de Manolo Hugu¨¦, ¨®leos y grabados de Picasso, un ¨®leo de Max Ernst, adem¨¢s de gran cantidad de pintores contempor¨¢neos, permiten obtener impresiones visuales de todos los elementos de la tragedia captados por talentos art¨ªsticos de primer orden: la masa, la fuerza, el combate, la muerte, la sangre...
"Esta exposici¨®n no pretende, en ning¨²n caso, establecer un panorama, sino ¨²nicamente proponer una menci¨®n hist¨®rica y presentar una selecci¨®n de obras de este tema ha inspirado e inspira siempre". As¨ª define el comisario de la exposici¨®n, Gaston Diehl, el prop¨®sito perseguido. Pero no es f¨¢cil percibir la tauromaquia desde Par¨ªs. La muestra no consigue huir totalmente de lo espa?ol y no en vano la propia Espa?a m¨¢s reciente de la modernizaci¨®n es la que parece hacerse adaptable a ella, como lo expresar¨ªa el ¨¦xito mundial de la versi¨®n coreogr¨¢fica y cinematogr¨¢fica de Carmen, que es la Carmen de Merim¨¦e.
Diehl menciona con justeza esta relaci¨®n en su pr¨®logo, cuando recuerda c¨®mo con la monarqu¨ªa de Luis Felipe entra la corrida en Francia y c¨®mo fascina a los artistas, a Manet, por ejemplo, cuyo torero muerto est¨¢ presente, s¨®lo en grabado, un precioso grabado, en la exposici¨®n. Tambi¨¦n Diehl apunta el tema principal de percibir, desde Espa?a, la identificaci¨®n entre la tragedia espa?ola de la guerra y el franquismo y la tragedia de la plaza, gracias al papel que juega la figura del animal m¨ªtico en la pintura de Picasso y de Andr¨¦ Masson, junto a otros pintores.
S¨®lo para taur¨®filos
El aire de espa?olada, en verdad bien cubierto por la calidad del conjunto de piezas exhibidas, no es el ¨²nico defecto de la exposici¨®n. Si la selecci¨®n es realmente inteligente y correcta, y muy bien acompa?ada de textos de Michel Leiris, Jos¨¦ Bergam¨ªn o Garc¨ªa Lorca, el local elegido y el resultado final del montaje es m¨¢s que penoso. La misma exposici¨®n, situada en muchas otras salas parisinas de mayor capacidad y condiciones, que no siempre, llenan sus paredes con productos de tanta calidad, se hubiera convertido en un acontecimiento de primer¨ªsimo orden.La sala del teatro del Rond-Point es peque?a, peque?¨ªsima. Se entra en ella como quien sube al gallinero del teatro. Todo lo contrario a lo que ser¨ªa menester para convocar al gran p¨²blico interesado en el arte y en la cultura en general. Y evidentemente, mucho m¨¢s adecuado para el p¨²blico restringido de los aficionados franceses, hispanistas y alg¨²n que otro espa?ol perdido en tr¨¢nsito o en emigraci¨®n. Es decir, pictograflia taur¨®fila para taur¨®filos, en vez de arte para todos.
A pesar de todo ello, si se olvida el amazacotamiento de las piezas, un paseo por Bajo el signo del toro permite gozar de una canticlad ins¨®lita de piezas de pr¨ªmera envergadura, una notable selecci¨®n de piezas curiosas y un conjunto de valor singular.
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