S¨®lo los grandes

Tet¨¦ Montoliu y Rudy Amstrong

Tr¨ªo de Tete Montoliu. Cuarteto de Rudy Armstrong. Colegio San Juan Evangelista. Madrid, 17 de enero.

JOS? RAM¨®N RUBIO

Tete Montoliu ha vuelto a la c¨¢tedra del jazz madrile?o, el San Juan Evangelista. El motivo esta vez era celebrar la inauguraci¨®n del metro de la Ciudad Universitaria, una de cuya bocas queda justo al lado del San Juan. El concierto tuvo que ser preparado a toda velocidad, pero esto, mal que les pese a los organizadores, queda la mar de propio.

Da la impresi¨®n que a Tete Montoliu todo le resulta sencillo. Montar un concierto, aun con las prisas de ¨¦ste, parece cosa f¨¢cil para ¨¦l. Para cubrir las dos horas largas que dur¨® la sesi¨®n de noche, a Tete no tuvo que ocurr¨ªrsele nada original. Le bast¨® s¨®lo con acordarse de los dos compositores m¨¢s grandes de la historia del jazz, Duke Ellington y Thelonious Monk. Tete toc¨® seis obras de Monk y ocho de Ellington. Las de Monk las toc¨® separadas, mientras que las de Ellington las ofreci¨® todas seguidas, durante casi una hora.

Para personalizar el descomunal torrente ellingtoniano, Tete dio un tratamiento poco usual a las canciones seleccionadas, y carg¨® de intriga las transiciones entre una y otra, de suerte que cuando arrancaba por fin con la siguiente sorprend¨ªa incluso a sus m¨²sicos, el bajo Horacio Fumero y el bater¨ªa Peer Wyboris. Luego ¨¦stos se acomodaban enseguida a cada nueva ocurrencia, y Wyboris hasta tuvo ocasi¨®n de improvisar un original¨ªsimo acompa?amiento en Caravan. En cuanto a Fumero, no s¨¦ si ser¨ªa m¨¦rito suyo o de la amplificaci¨®n, pero qu¨¦ bien son¨® ese dorittabajo.

Aunque lo mejor fue este repaso de Ellington, en la parte dedicada a Morik pudimos escuchar tambi¨¦n buenas cosas. Por destacar algo, se puede mencionar una interesante versi¨®n de Reflections a piano solo, pero todo tuvo el inter¨¦s que gozan los conciertos de Tete cuando ¨¦ste est¨¢ inspirado y de buen humor. Ocurre tambi¨¦n que a Montoliu le resulta f¨¢cil triunfar en el San Juan, donde el p¨²blico le r¨ªe todas las gracias y hasta le acompa?a bien con las palmas cuando hay oportunidad.

Como el concierto estaba organizado para celebrar la inauguraci¨®n de la l¨ªnea de metro, la guinda municipalla puso Rudy Arrnstrong, una leyenda del jazz madrile?o, que ensombreci¨® la fiesta diciendo que ¨¦ste era su ¨²ltimo concierto, pero ojal¨¢ que esto sea otra broma