Los que no est¨¢n

C., Unos se cansaron de ser candidatos y otros nunca lo ser¨¢n. El n¨²mero de plazas de la Real Academia es limitado (46) y ¨¦se es "uno de sus grandes atractivos", seg¨²n el acad¨¦mico Francisco Rico. Pero, para otros, la Real Academia Espa?ola no tiene el menor inter¨¦s.

"Yo creo que muchos entran para poner en su l¨¢pida:'... De la Real Academia Espa?ola'", dice la, escritora Carmen Mart¨ªn Gaite. "Yo no tengo nada contra la Academia", a?ade, "pero me disgusta el sistema anquilosado que tiene para nombrar nuevos acad¨¦micos". ,

Para entrar en la Academia, tres acad¨¦micos han de presentar al candidato. ?ste es votado en junta cuyo secreto suele enervar a los periodistas. "El candidato tiene entonces que empezar a visitar a los acad¨¦micos con el curriculum vitae en la mano. Hay que hacer pasillos y saber poner zancadillas. En fin, que es una parafernalia que no me interesa", concluye la escritora."Me tiene sin cuidado lo que pase en la Academia", dice el escritor Rafael S¨¢nchez Ferlosio, "y respecto a la elecci¨®n de Antonio Mingote he de decir que me parece muy inapropiada".

Tambi¨¦n el escritor Juan Garc¨ªa Hortelano est¨¢ en desacuerdo con la elecci¨®n de Mingote y de la Academia piensa que "es uno de esos horrores incambiables". "No hay motivos para suprimir la Academia, pero tampoco para tom¨¢rsela en serio", y a?ade: "Lo que no entiendo es el inter¨¦s por ser acad¨¦mico. Por dinero no puede ser, tampoco creo que sea por vanidad y no es el sitio apropiado para ligar".