De vuelta a los cincuenta

El artista milan¨¦s Piero Fornasetti, considerado un caso aparte dentro del panorama del dise?o italiano de posguerra, habr¨ªa quedado relegado al olvido, como una curiosidad de museo o para coleccionistas, si la est¨¦tica de los a?os cincuenta no se hubiese puesto otra vez de moda. En los ¨²ltimos tres a?os, los precios de algunos de sus muebles han alcanzado cifras r¨¦cord: 35.200 d¨®lares (cerca de seis millones de pesetas) por un ejemplar de su C¨¢mara metaf¨ªsica, compuesta por 32 paneles m¨®viles, subastada en Christie's, de Nueva York, algo excepcional si se tiene en cuenta que se trata de un dise?ador contempor¨¢neo y vivo.

Camilla Hamm, especialista en art dec¨® y en piezas del decenio de los cincuenta, ha organizado en Barcelona la primera exposici¨®n de muebles de Fornasetti que se realiza en Espa?a. La exposici¨®n permanecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo s¨¢bado 31 de enero. La historia profesional de Piero Fornasetti comienza cuando la V Exposici¨®n Trienal convoca un concurso para dise?ar un juego de t¨¦ con el fin de estimular la participaci¨®n de los artistas j¨®venes. Fornasetti, con su l¨®gica particular, present¨® seis bufandas de seda estampadas mediante una t¨¦cnica de su invenci¨®n, reproduciendo la primera plana del diario The Times y la portada de un programa del teatro La Scala, de Mil¨¢n, que fueron inmediatamente rechazadas. De todos modos, la experiencia le sirvi¨® para conocer a Gio Ponti, uno de los padres del dise?o italiano, que le encarg¨® la decoraci¨®n de unos platos de porcelana, le protegi¨® y trabaj¨® con ¨¦l hasta su muerte, ocurrida 25 a?os despu¨¦s.Al parecer, ambos disfrutaban inventando objetos fant¨¢sticos. Ponti dise?aba los muebles y Fornasetti los cubr¨ªa con villas palladianas, edificios del Renacimiento y los tromp l'oeil, tan caros al gusto italiano, siempre realizados con una t¨¦cnica impecable que acentuaba su clima metafisico, al estilo de De Chirico y Carra. Juntos retomaron la antigua tradici¨®n del mueble arquitect¨®nico, que es b¨¢sicamente lo que Camilla Hamm re¨²ne en la muestra de Barcelona.

Al margen de esta producci¨®n que lo ha llevado a figurar en el Museo Victoria y Alberto, de Londres, Fornasetti cre¨® piezas significativas con humor dada¨ªsta, como un chaleco llamado La habitaci¨®n del arquitecto, del cual s¨®lo edit¨® dos ejemplares, uno para Ponti y otro para ¨¦l, y Comida de pie, que fascin¨® a Max Errist y a Francis Picabia. Se trata de un aparato que crea un espacio peque?o en el que, caben la comida, un vaso, el cenicero y el bolso y que s¨®lo se usa cuando hay que comer de pie. Cada objeto est¨¢ firmado y acabado con una perfecci¨®n que se ha hecho legendaria y que entronca con la mejor tradici¨®n artesanal italiana. Sin embargo, para este milan¨¦s de 74 a?os, la mera idea del ejemplar ¨²nico le parece un disparate. Un mueble que est¨¢ bien resuelto, sostiene, debe repetirse tantas veces como sea necesario, algo que parece contradictorio si se tiene en cuenta el tiempo y la t¨¦cnica especializada que lleva hasta la m¨¢s peque?a de sus obras.