Oskar Lafontaine, la esperanza de la oposici¨®n en la RFA

Oskar Lafontaine, el presiderte del Estado federado del Sarre, es la estrella pol¨ªtica del momento en Bonn. Tras el fracaso de la candidatura de Johannes Rau, l¨ªder del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD), a la canciller¨ªa federalen las elecciones celebradas el pasado domingo, las esperanzas de la oposici¨®n en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) se centran en este joven pol¨ªtico socialista de 43 a?os de edad, l¨ªder del ala izquierdista del partido.

El lunes, Rau anunci¨® su rentincia a suceder en la presidencia del SPD al legendario Willy Brandt, que se retirar¨¢ el a?o pr¨®ximo. Un d¨ªa despu¨¦s de los comicios, quedaba as¨ª abierto el camino para que Lafontaine tome en 1988 las riendas del partido, y se perfile ya como el candidato socialdem¨®crata a la cenciller¨ªa en 1991. Lafontaine es partidario de la cooperaci¨®n pol¨ªtica del SPD con los verdes. Tras el fracaso de Rau, opuesto a toda alianza con los ecopacifistas, y a la vista de los excelentes resultados conseguidos por ¨¦stos el domingo, Lafontaine gana terreno en el SPD. ?l es el heredero que Brandt desea para hacer un nuevo partido socialdem¨®crata, que afronte con respuestas de izquierda los nuevos problemas de la sociedad posindustrial. Al no ser capaz de hacerlo, la Izquierda tradicional provoc¨® el fen¨®meno verde.Tras la larga reuni¨®n celebrada el lunes por la direcci¨®n del SPD, en la que Rau anunci¨® su repliegue a la pol¨ªtica regional, sus dos principales adversarios pol¨ªticos en el seno del partido, Oskar Lafontaine y Gerhard Schroeder, l¨ªder socialdem¨®crata en la Baja Sajonia, se fueron a beber cerveza a Provinz, una taberna que, por su clientela, es todo un s¨ªmbolo de la alianza entre verdes y socialdem¨®cratas.

All¨ª, justo enfrente de la canciller¨ªa federal, conspiran con asiduidad y vocaci¨®n los verdes si Otto Schily y Joselika Fischer, el primer ecopac¨ªfista que deseinpe?a un ministerio en un Gobierno regional, contra los intransigentes del Partido Verde, que se oponen a la colaboraci¨®n con el SPD. Provinz es un nido de ansiosos de una izquierda de nuevo tipo, sin los anquilosamientos de la socialdemocracia tradicional ni las veleidades mesi¨¢nicas de los verdes fundamentalistas.

Gobierno amplio de izquierdas

Lafontaine y Schroeder, los dos nietos preferidos de Willy Brancit, demostraron all¨ª su satisfacci¨®n por una correlaci¨®n de fuerzas en el SPD que parece favorecerles. "Podemos derribar esta coalici¨®n en 1991 y establecer un Gobierno amplio de izquierdas en este pa¨ªs. La socialdemocracia no tiene que hacerse con el mensaje de la derecha para buscar mayor¨ªas, sino adecuar su mensaje de izquierda a la nueva estructura social, manifest¨® Lafontaine a este corresponsal. "Podemos lograr una mayor¨ªa y gobernar- ?porqu¨¦ no?- con los verdes. No se puede descartar ninguna alianza para acabar con este Gobierno".Tambi¨¦n Schroeder es partidario de una cooperaci¨®n con los verdes, como primera consecuencia de la derrota, pide una firme aplicaci¨®n de los acuerdos del congreso de Nuremberg, especialmente el cierre de centrales nucleares, en los Estados con gobierno del SPD.

En el otro extremo de la barra repleta de cervezas, la diputada verde Antje Vollmer expresaba su esperanza en una nueva linea socialdem¨®crata. "Con Lafontaine podr¨ªamos echar abajo este Gobierno en 1991. Pero primero tendr¨¢ que imponerse en el partido".

Lafontaine apuesta por una nueva izquierda combativa. La naturaleza es hoy una de las grandes v¨ªctimas de la explotaci¨®n y es la izquierda quien debe protegerla, se?ala. Lafontaine, doctor en f¨ªsica, considera la energ¨ªa nuclear como un "riesgo totalitario". Exige una r¨¢pida retirada del armamento nuclear norteamericano del suelo alem¨¢n. Para los observadores estadounidenses, es la bestia parda frente a los planteamientos tradicionales del candidato Rau.

Lafontaine gan¨® en 1985 la mayor¨ªa absoluta en su Estado. El otro Estado federado con mayor¨ªa absoluta del SPD es, sin embargo, Renania Westfalia, y su jefe, Johannes Rau, de planteamientos muy distintos. Rau cuenta con una base de 300.000 militantes, un tercio del total del SPD.

Lafontaine parece ser ya el hombre del ma?ana en el partido, pero tendr¨¢ que demostrar que, con sus planteamientos radicales, puede hacerse con una mayor¨ªa electoral. Para ello necesitar¨¢ en todo caso al sector moderado del SPD.