Chipre se convierte en el centro de las actividades norteamericanas en L¨ªbano
Larnaca, la peque?a ciudad portuaria y tur¨ªstica grecochipriota, se ha convertido estos d¨ªas en el centro de actividades norteamericanas en L¨ªbano. All¨ª llegan los estadounidenses evacuados de Beirut, helic¨®pteros de la VI Flota realizan numerosas idas y venidas y los periodistas de habla inglesa tienen instalados sus cuarteles generales para seguir esos acontecimientos y, en particular, la suerte del desaparecido Terry Waite.
Las tiendas del paseo mar¨ªtimo de Larnaca, Athens Street, venden camisetas con la expresi¨®n inglesa "No problems". El paseo tiene un hotel con mucho sabor -el Four Lanterns-, unas cuantas palmeras y un mont¨®n de chiringuitos donde los j¨®venes beben cerveza Keo. Ahora no pasean por Athens Street nada m¨¢s que unos cuantos jubilados brit¨¢nicos y alemanes, pero en el verano sus nietas broncean en la playa sus senos desnudos.En apariencia, Larnaca sigue siendo una tranquila ciudad de 35.000 habitantes que, salvo en la temporada tur¨ªstica, sestea apaciblemente.
Pero el drama liban¨¦s, que ya dura 12 a?os, ha convertido a Larnaca en el punto obligado de paso para los que escapan de secuestros y atentados. Tambi¨¦n en un puesto de observaci¨®n clave para numerosos servicios secretos. All¨ª fueron asesinados, a bordo de un yate, tres israel¨ªes, presuntos miembros del Mossad (los servicios secretos de Tel Aviv), en septiembre de 1985.
Ayer llegaron a Larnaca 17 norteamericanos. Cumpl¨ªan la orden de Washington, que, tras los ¨²ltimos secuestros en Beirut Oeste, ha dado un plazo de 30 d¨ªas a sus ciudadanos para abandonar L¨ªbano.
La Embajada de EE UU en Beirut, situada en el sector este de la capital, a?adi¨® ayer mismo que los que no obedezcan esa consigna no s¨®lo perder¨¢n sus pasaportes, sino que ser¨¢n objeto de "persecuci¨®n judicial". Se calcula que 1.500 personas tienen en L¨ªbano pasaporte norteamericano; la mayor¨ªa es de origen liban¨¦s y tiene doble nacionalidad.
Otros tres estadounidenses emprendieron ayer el largo viaje de los 17 reci¨¦n llegados a Larnaca y de tantos otros fugitivos del infierno. Se presentaron en la antigua sede diplom¨¢tica de su pa¨ªs en el sector oeste de Beirut. Iban acompa?ados por un dirigente druso y su escolta. Los seguidores de Walid Jumblat se han convertido de modo invariable en los guardianes de los evacuados.
En la Embajada del sector oeste, ahora casi desierta, fueron recogidos por veh¨ªculos blindados. Atravesaron la l¨ªnea verde, el centro de batalla que divide ambos sectores; repostaron brevemente en su sede diplom¨¢tica del sector este y se dirigieron hacia el puerto cristiano de Junleh, 25 kil¨®metros al norte de Beirut.
El aeropuerto de Beirut est¨¢ en el lado musulm¨¢n de la ciudad y se ha hecho c¨¦lebre porque los extranjeros que lo utilizan tienen un n¨²mero importante de posibilidades de terminar secuestrados. Pero, aunque es menos conocido, los cristianos libaneses tienen las mismas o m¨¢s posibilidades.
La inseguridad en el aeropuerto ha hecho que para extranjeros y cristianos la ¨²nica v¨ªa de salida de Beirut m¨¢s o menos segura sea la que une por barco Junieh con Larnaca. Unas 6.000 personas la usan al mes y es en la ciudad grecochipriota donde toman el avi¨®n para sus destinos finales.
Una huelga general paraliz¨® ayer todas las actividades del cant¨®n cristiano liban¨¦s. El motivo era exigir la apertura de un aeropuerto en su sector, que evite el largo y penoso desv¨ªo por Chipre. De hecho, ese aeropuerto est¨¢ ya construido en Halate, pero su inauguraci¨®n es firmemente rechazada por los l¨ªderes musulmanes, que ven en ello una "medida particionista". Como pistas de Halate han sido usadas las v¨ªas de la autopista Beirut-Tr¨ªpoli.
Base para una operaci¨®n
"?Qu¨¦ est¨¢ pasando?", titulaba el pasado jueves el diario chipriota en ingl¨¦s Cyprus Mail El peri¨®dico recog¨ªa los insistentes rumores de que "Chipre podr¨ªa servir de base de partida para una operaci¨®n norteamericana de represalias contra L¨ªbano". Buques de la VI Flota convergen hacia la zona y, lo que es m¨¢s alarmante para los chipriotas, sus helic¨®pteros entran y salen constantemente del peque?o aeropuerto civil de Larnaca.
Petros Voskarides, portavoz del Gobierno grecochipriota, ha declarado que esos helic¨®pteros "transportan correo y medicamentos para la Embajada americana del sector este de Beirut. Tambi¨¦n ha asegurado que los inusuales movimientos en la base brit¨¢nica de Akroteri obedecen a "unas maniobras aeronavales brit¨¢nicas, de las que estaban informadas previamente nuestras autoridades".
Mientras tanto, una cincuentena de periodistas norteamericanos ha instalado su cuartel general en el aeropuerto de Larnaca. Han alquilado toda una planta del modesto edificio y dan noticia de la evacuaci¨®n de sus compatriotas de Beirut. La mayor¨ªa espera algo m¨¢s serio: un ataque de la VI Flota o la reaparici¨®n del enviado especial del arzobispo de Canterbury, Terry Waite.
Larnaca vive todo esto como si no fuera con la ciudad. Recoge el dinero que produce tanto trasiego y aparta la vista.
En el puerto, adonde llegan los barcos procedentes de Jumeh, no hay ni un solo arco detector de metales. En el aeropuerto lo hay, pero el resto de las medidas de seguridad es de antes de los tiempos de la pirater¨ªa a¨¦rea.
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