Carretera y manta
Gente de muy pocas palabras y bastante acci¨®n. Carreteras interminables, borracheras al estilo de Jack Kerouac, donde esas criaturas sin nombre, s¨®lo apodos, se lanzan veloces a recorrer el camino de la existencia o la existencia del camino.Uniones y desuniones sin que nadie parezca afectado ni por lo uno ni por lo otro. Y, ante todo, el reto in¨²til, est¨¦ril: la carrera, ¨²nica manera de sentirse vivo en un universo habitado por desencantos. Carretera asfaltada en dos direcciones es un excelente filme. Lo dirigi¨®, en 1971, Monte Hellman, cineasta maldito nacido en la cantera formada alrededor de la productora de Roger Corman, a quien tambi¨¦n le debemos dos magn¨ªficos y sint¨¦ticos westerns existenciales: El tiroteo y A trav¨¦s del hurac¨¢n.
En esos tres filmes que por aqu¨ª conocemos de ¨¦l (Clayton Drum era otra cosa, era una obra espuria y hasta ¨¦l mismo se neg¨® a firmarla), se visualiza su particular mundo de seres desesperados, en perfecta correspondencia (aunque, por supuesto, en el caso de los westerns el tiempo hist¨®rico sea otro) con su propia generaci¨®n y las esperanzas rotas de los felices a?os sesenta.
Es la que esta noche se emite una pel¨ªcula at¨ªpica en todos sus sentidos; de ah¨ª que jam¨¢s haya tenido su aura m¨ªtica m¨¢s all¨¢ de los circuitos de exhibici¨®n especializados (su lenguaje coloquial merece a todas luces que se proyectase la versi¨®n original), y de ah¨ª tambi¨¦n que Monte Hellman siga siendo hoy, a empezar por su propio pa¨ªs de origen y trabajo, Estados Unidos, un realizador considerado marginal y con frecuencia en paro.
Historia inexistente
La atipicidad de Carretera asfaltada en dos direcciones empieza por la propia historia, pr¨¢cticamente inexistente en su sentido ortodoxo; sigue en sus protagonistas, ciertamente fantasmag¨®ricos e inaprehensibles, retratados siempre a trav¨¦s de espl¨¦ndidos trazos, pero trazos abstractos, sin principio ni fin. Y termina -no pod¨ªa ser de otra manera- en su mismo The end: a pel¨ªcula sin principio, pel¨ªcula sin final; el fotograma se desintegra, se volatiliza. El espectador pone su final.A pesar de su car¨¢cter duro y desesperante, Carretera asfaltada en dos direcciones es una pel¨ªcula rabiosamente rom¨¢ntica, porque, visiblemente, esos personajes rezuman vitalidad y sinceridad. Porque el conjunto es tr¨¢gicamente moderno, reconocible y tocado de una poes¨ªa que ha de remover necesariamente las entra?as emocionales de todos los ¨¢ngeles ca¨ªdos, que somos muchos.
Carretera asfaltada en dos direcciones se emite hoy, a las 22 horas, por TVE-1.
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