Pol¨¦mica en el Reino Unido por la escasa pena impuesta a unos violadores
Una ola de indignaci¨®n ha sacudido todos los sectores sociales brit¨¢nicos como consecuencia de la suavidad de las sentencias impuestas esta semana por un juez en un caso de violaci¨®n de una joven virgen por unos atracadores en presencia de dos personas, una de ellas un cl¨¦rigo anglicano.
Un juez londinense, Mr. Justice Leonard, conden¨® el mi¨¦rcoles a dos ladrones, Martin McCall y Christopher Byrne, a cinco y tres a?os de c¨¢rcel, respectivamente, por violar el primero y abusar sexualmente el segundo a una joven, cuyo nombre, de acuerdo con la legislaci¨®n vigente en el Reino. Unido en casos de violaciones, no ha sido revelado.
Robert Horscroft, jefe de la banda de atracadores que irrumpi¨® una noche de marzo del pasado a?o en la vivienda del vicario de la parroquia anglicana del suburbio londinense de Ealing, fue sentenciado ayer a 14 a?os de prisi¨®n por robo con alevos¨ªa, da?os corporales y otros siete cargos probados.
La tormenta se desencaden¨® como consecuencia de lo que se considera como intolerable suavidad de las sentencias y el hecho de que el juez impusiera la misma condena por robo, tambi¨¦n cinco y tres a?os, que por violaci¨®n.
Los hechos probados en el juicio demostraron que los tres atracadores entraron en el domicilio del reverendo Michael Saward, contiguo a su parroquia de Ealing, y que, despu¨¦s de amenazarle con arma blanca, le robaron las tarjetas de cr¨¦dito, un equipo de v¨ªdeo y varias joyas.
En su registro de la casa, McCall descubri¨® a la joven en- el cuarto de estar, donde se encontraba con un amigo com¨²n del vicario. McCall orden¨® a la joven subir al piso superior, donde la viol¨® en presencia del reverendo Saward y de la otra persona, cuyos tobillos hab¨ªan sido previamente atados con sus propios pantalones y ropa interior para impedir que escapasen. Byrne subi¨® despu¨¦s y oblig¨® a la v¨ªctima, que se encontraba sangrando tendida en una cama, a punta de navaja, a mantener sexo oral.
Fractura de cr¨¢neo
Los gritos de protesta del cl¨¦rigo y de la otra persona fueron acallados a golpes de. bate de cricket, que les produjo a ambos fractura de cr¨¢neo.Diputados conservadores y laboristas, la federaci¨®n de la polic¨ªa y los medios de comunicaci¨®n pusieron el grito en el cielo cuando el juez Leonard, antiguo oficial de una de las unidades de elite del Ej¨¦rcito brit¨¢nico, los Colstream Guards, anunci¨® las sentencias.
El l¨ªder de la oposici¨®n, Neil Kinnock, vecino del barrio de Ealing, manifest¨® que apoyaba un endurecimiento de las sentencias en los casos de violaci¨®n y abuso sexual. Por su parte, el diputado conservador por Ealing North, Harry Greenway, reflej¨® la opini¨®n generalizada de los habitantes de su distrito al decir que "el pa¨ªs est¨¢ escandalizado ante una sentencia tan suave".
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