El Gobierno socialista aprob¨® ventas de armas a Ir¨¢n, a trav¨¦s de Libia, por valor de 2000 millones de d¨®lares
El Gobierno socialista autoriz¨® la venta de armas a Ir¨¢n por valor de 280 millones de d¨®lares. El sistema empleado fue la actuaci¨®n de Libia como pa¨ªs intermediario, seg¨²n altos cargos de varias empresas beneficiarias. Las firmas participantes son Gamesa, Santa B¨¢rbara, Explosivos R¨ªo Tinto, Esperanza y C¨ªa. y Explosivos Alaveses. Los suministros fueron, sobre todo, de proyectiles para ca?ones de 105 y 155 mil¨ªmetros y granadas para mortero de 81 y 120 mil¨ªmetros. Ayer mismo, el Gobierno, en respuesta a preguntas parlamentarias, asegur¨® que tiene "garant¨ªas documentales" de que no han llegado armas espa?olas a Ir¨¢n.
El contrate inicial con Ir¨¢n, por valor de 100 millones de d¨®lares, se firm¨® en septiembre de 1983, despu¨¦s de haber sido debatido el caso en dos consejos de ministros, seg¨²n aseguran las fuentes informantes. Los precedentes del compromiso con Teher¨¢n tuvieron componentes novelescos. J. L. A., un alto cargo de Grupo Auxiliar Metal¨²rgico, SA (Gamesa), firma establecida en 1975 en Vitoria (?lava), consigui¨® un enlace en Teher¨¢n y viaj¨® a la capital iran¨ª en el verano de 1983 para negociar un posible acuerdo. Cuando lleg¨® a Teher¨¢n, su enlace hab¨ªa sido depurado. Lejos de desanimarse, como cuentan sus amigos, se qued¨® en Teher¨¢n durante mes y medio hasta que consigui¨® un nuevo enlace.El directivo de Gamesa present¨® sus cat¨¢logos al nuevo enlace, y ¨¦ste le encarg¨® el pedido de los 100 millones de d¨®lares para la adquisici¨®n de productos fabricados por Gamesa y por Esperanza y C¨ªa, Santa B¨¢rbara, Expal y otras. Gamesa ten¨ªa capacidad para fabricar los vasos de los proyectiles encargados, pero no dispon¨ªa ni de la p¨®lvora ni de la tecnolog¨ªa para el llenado de las bombas con explosivo, productos fum¨ªgenos o cualquier otro componente.
EE UU intenta la ruptura
Por eso los dirigentes de Gamesa recorrieron varios pa¨ªses, en su mayor¨ªa europeos -como Austria, Holanda o Portugal-, para efectuar el relleno, ya que algunas compa?¨ªas espa?olas, como ERT, que pod¨ªan realizar la operaci¨®n, se opon¨ªan frontalmente a que Garnesa efectuase una operaci¨®n comercial tan lucrativa. En algunes pa¨ªses europeos, miembros (le los servicios de informaci¨®n de EE UU llegaron a intervenir para frustrar la operaci¨®n, extrenio que, una vez conocido en noviembre de 1986 el Irangate -el esc¨¢ndalo del suministro de armas de EE UU a Teher¨¢n-, ha provocado airados comentarios entre las empresas espa?oles de armas.
Sin embargo, y con la ayuda prestada desde organismos oficiales -como la propia Direcci¨®n General de Armamento o la Empresa Nacional Santa B¨¢rbara-, la operaci¨®n propiciada por Gamesa lleg¨® a realizarse. El primer pedide) de 100 millones de d¨®lares supuso un fuerte incremento de trabajo, que tuvo su continuidad en otros al proseguir la guerra.
El Gobierno espa?ol hab¨ªa decretado la prohibici¨®n de exportar productos b¨¦licos a Ir¨¢n e Irak desde que en septiembre de 1980 comenz¨® la guerra entre ambos pa¨ªses. En respuesta difundida ayer a 12 preguntas formuladas por el diputado del CDS Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, el Gebierno niega que se hayan autorizado ventas a Ir¨¢n y que el territorio espa?ol haya sido utlizado por otros pa¨ªses para trasladar armas a Teher¨¢n.
No obstante, tanto los Gobiernos de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) como los posteriores del PSOE han permitido cumplir contratos anteriores a la guerra yhan autorizado la firma de otros nuevos a trav¨¦s de naciones intermediarias, como Libla y Siria, en el caso de Ir¨¢n, y Jordania en el caso de Irak. Autoridades de estos pa¨ªses intermediarios se prestan, a cambio de un porcentaje del valor de la operaci¨®n, a firmar falsos certificados de ¨²ltimo destino para las armas. Las comisiones pagadas en estas operaciones alcanzan el 25% del valor del material, seg¨²n explican en la Asociaci¨®n de Fabricantes de Armas de Espa?a (Afarmade).
En sus instalaciones, Gamesa puede fabricar diariamente entre 1.000 y 1.200 disparos de ca?¨®n. A lo largo de varios meses en los ¨²ltimos a?os pr¨¢cticamente toda la producci¨®n ha tenido como destino Ir¨¢n. En estos a?os, los contratos conseguidos han alcanzado los 280 millones de d¨®lares, seg¨²n estimaciones de los propios beneficiarios. El director comercial de Gamesa, Rafael Eraso, viaj¨® peri¨®dicamente a Teher¨¢n para hacer el seguimiento de los contratos y encauzar los nuevos pedidos.
Municiones de todo tipo -rompedoras, fum¨ªgenas o incendiarias- para ca?ones de 105 y 155 mil¨ªmetros y granadas de mortero de 81 y 120 mil¨ªmetros han sido los productos espa?oles m¨¢s vendidos. Alguna empresa espa?ola, como ERT, consigui¨® contratos propios y fabric¨® en 1984 centenares de cargas de propulsi¨®n para ca?ones de 155 mil¨ªmetros. Algunas de estas operaciones se hicieron en colaboraci¨®n con Portugal.
En abril de 1986, el ataque de EE UU a Libia y las posteriores sanciones adoptadas contra Gaddafi por la Comunidad Europea originaron que numerosos pa¨ªses, como Espa?a, se comprometieran a no vender armas a Tr¨ªpoli. Las operaciones triangulares de venta de armas a Ir¨¢n a trav¨¦s de Libia se paralizaron dr¨¢sticamente. A mediados de enero pasado, un alto directivo de Gamesa afirmaba que el 28 de mayo de 1986 sali¨®, v¨ªa Libia, el ¨²ltimo pedido de armas espa?olas para Ir¨¢n.
Las empresas afectadas, seg¨²n varios de sus dirigentes, est¨¢n atravesando fuertes crisis porque en los ¨²ltimos meses no han logrado exportar pr¨¢cticamente nada. Alguna de ellas, como Esperanza y C¨ªa, estima que ha perdido cerca de 500 millones de pesetas en el ¨²ltimo ano, seg¨²n asegura su gerente.
Los afectados insisten en dos puntos frente a la prohibici¨®n del Gobierno: que la industria de defensa no puede subsistir sin exportar y que las ventas paradas en Espa?a las realizan otros pa¨ªses occidentales.
Faltan 18 millones
Por encima de estas dos cuestiones, los consultados recuerdan que, seg¨²n los sucesivos contratos firmados con Ir¨¢n y av¨¢lados por bancos privados espa?oles que no han querido revelar, todav¨ªa falta por suministrar a Ir¨¢n material b¨¦lico por valor de 18 millones de d¨®lares. Un tercio de ellos corresponde a Gamesa.
"Si no se cumplen los contratos, los iran¨ªes acabar¨¢n tirando de la manta y difundiendo toda la operaci¨®n, cosa que est¨¢n a punto de hacer", aseguraba el pasado mes un directivo de una de las principales firmas afectadas. Pocos d¨ªas despu¨¦s, el barco Adonis abandonaba Santander con armas con destino a Siria, aunque, seg¨²n informaciones confidenciales, su destino final ser¨ªa Ir¨¢n.
La venta de armas a Ir¨¢n ha sido confirmada, en sus t¨¦rminos generales, por altos cargos del Ministerio de Defensa y del de Exteriores. El Gobierno espa?ol siempre desmiente noticias sobre ventas de armas a Ir¨¢n, como las publicadas en EL PA?S el 16 de marzo de 1984, el 11 de junio de 1986 o los d¨ªas 13, 15 y 25 de noviembre del a?o pasado.
Las fuentes gubernamentales consultadas, como se?ala el Gobierno en respuesta a Rodr¨ªguez Sahag¨²n, insisten en que la Junta Reguladora del Comercio Exterior de Armas no ha autorizado ventas de armas en cuyo certificado de destino figurara Ir¨¢n. Como insisten los exportadores, en dichos certificados ha figurado siempre Libia o Siria.
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