Casada
Una se?ora sufri¨® un tir¨®n del bolso en la Puerta del Sol, cay¨®, se dio un golpe en la cabeza y ya no recuerda d¨®nde vive, c¨®mo se llama, el lugar a d¨®nde iba o de d¨®nde ven¨ªa, los hijos que tiene o no tiene. Ni siquiera se acuerda de la ¨²ltima pel¨ªcula que ha visto. El ¨²nico dato que ha conservado entre su amnesia es que est¨¢ casada. En este estado, los m¨¦dicos han decidido que lo mejor era internarla en el hospital Provincial y desde el lunes no cesan de hacerle pruebas.No es poca cosa, sin embargo, que una persona despu¨¦s de perder el bolso y haber recibido un golpe, se revele tan segura de estar casada. Algo debe representar en cuanto a la situaci¨®n de su salud. El contrato vivencial que conlleva el matrimonio es por antonomasia la marca decisiva sobre la nalga, la mirada, el sexo, las noches, la nutrici¨®n, el albergue, la renta, la culpa, la imprecaci¨®n, la ropa, el paladar, el destino e incluso la facultad de amar. Cuando esta mujer espa?ola dice que lo ¨²nico presente en su recuerdo es que est¨¢ casada, lo dice pr¨¢cticamente todo. Y evoca tambi¨¦n lo que no dice.
Entre los tatuajes que las diferentes civilizaciones han conservado como piedras, el matrimonio es una muestra eximia. Nadie que no recurra a argumentos prestados, sentencias de libros p¨ªos o mohosos, se encontrar¨¢ c¨®modo hoy en la tesitura de jusificar la instituci¨®n. Siempre, como es obvio, cabe evocar el hero¨ªsmo de dar cuerpo por cuerpo eternamente y esas cosas pero, canibalismos aparte, es poco probable que quede un resto de raz¨®n capaz de amparar el disparate de firmar, y ante testigos, una entrega vital en exclusiva. Comprendo que hay mucha costumbre para seguir comport¨¢ndose as¨ª, pero tambi¨¦n existe una larga costumbre de tirar las conchas de los mejillones al pie de las barras de los bares y no es en absoluto correcto. Que el ¨²nico aporte de identidad salvado de la amnesia sea "estar casada"" da una idea. En tiempos de los lacedemonios un ilota habr¨ªa respondido paralelamente. Cambia, no obstante, el vigente dolor de la barbarie.
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