Una revista sovi¨¦tica denuncia torturas policiales en la Rep¨²blica de Karelia
Diversas formas de tortura, desde palizas que dejaban inconsciente a la v¨ªctima hasta simulacros de estrangulamiento que le hac¨ªan salir los ojos de las ¨®rbitas, han sido usadas por la polic¨ªa sovi¨¦tica en la Rep¨²blica de Karelia con objeto de arrancar confesiones a detenidos, seg¨²n ha revelado el semanario sovi¨¦tico Ogonik.
En un ins¨®lito relato de tono muy realista publicado en su ¨²ltimo n¨²mero, Ogonik ha denunciado los abusos policiales ocurridos en la Rep¨²blica aut¨®noma de Karelia, en la frontera con Finlandia, donde el ministro del interior local, el general mayor Miaukin, ha sido destituido y dos funcionarios policiales, de apellidos Kalashnikov y Kapashinov, condenados a tres a?os y medio y tres a?os de prisi¨®n, respectivamente. Otros altos funcionarios del Ministerio del Interior de la Rep¨²blica han sido relevados de sus cargos o bien objeto de severas reprimendas, seg¨²n la revista.Ogoniok cuenta el caso del obrero A. Velikainev, que rob¨® dos ruedas de autom¨®vil de un garaje y fue sometido a un interrogatorio acompa?ado de golpes y palizas en las dependencias policiales de Petrozabodsk (la capital de Karelia), con objeto de hacerle confesar primero el robo de las ruedas y luego otros robos que no hab¨ªa cometido. El suceso ocurri¨® en julio de 1985, cuando todav¨ªa era ministro del Interior de la URSS Vitali Fedorchuk, quien fue sustituido en enero de 1986 por Alexander Vlasov.
"Kapashnikov se levant¨® y dio vueltas a mi alrededor, y despu¨¦s me golpe¨® la cabeza. Luego me cogi¨® la garganta con la mano y comenz¨® a apretar, de tal modo que no pod¨ªa respirar. La lengua se me sal¨ªa, los ojos se me desorbitaban", dijo Velikainev, seg¨²n el testimonio reproducido por Ogonik. "Me solt¨®, se sent¨® de nuevo..., y en ese momento", dice el obrero, un hombre de camisa roja me peg¨® una patada en el costado. Del golpe ca¨ª de la silla. Mientras yac¨ªa, nadie me golpe¨®. Alguien dijo: 'No est¨¢s enfermo. Lev¨¢ntate. No hagas comedia".
Velikainev cuenta tambi¨¦n c¨®mo le pegaron por detr¨¢s y por el costado y c¨®mo le partieron una ceja, que empez¨® a sangrar. Tras pasar toda una tarde y una noche en el pasillo de las dependencias policiales el detenido fue golpeado de nuevo al d¨ªa siguiente. Desde que confes¨®, el 26 de julio de 1985, hasta que perdi¨® el conocimiento en los retretes, pasa ron cuatro d¨ªas. Velikainev fue ingresado de urgencia en una cl¨ªnica de la ciudad con el pron¨®stico de grave. Se le detectaron hematomas de 15 por 10 cent¨ªmetros en ambos lados de la regi¨®n lumbar. Se le oper¨® y se le extirp¨® el bazo, que ten¨ªa roto. Una hemorragia interna le hab¨ªa dejado dos litros de sangre y co¨¢gulos en la cavidad abdominal, seg¨²n el parte m¨¦dico, reproducido por la revista.
Otro de los que confesaron en estas condiciones fue Konstantin Galashov, quien dijo haber sido golpeado por tres hombres. Uno le daba pu?etazos en el vientre; otro, en los ri?ones, y un tercero le daba patadas en la cara con sus botines de tac¨®n alto. Le pusieron una mascarilla de gas y cerraron la v¨¢lvula despu¨¦s de que un cierto doctor "recomendase no pasar de dos minutos en la aplicaci¨®n del sistema, dar un respiro de un minuto y volver a proceder". A veces perd¨ªa el conocimiento, y entonces abr¨ªan la v¨¢lvula, para que hiciera algunas inhalaciones de aire, a?adi¨®.
Un tenebroso edificio
Entre los torturados estaba un testigo sometido a presiones para que no declarara. Le pegaban con una bola de hierro de dos kilos de peso hasta que le abrieron el cr¨¢neo. Evgueni Motin, la v¨ªctima, tuvo que ser operado. Los acontecimientos narrados sucedieron en un "tenebroso edificio" construido por prisioneros de guerra alemanes donde se alojan en Petrozavodsk tanto el Ministerio del Interior como la comisar¨ªa de polic¨ªa del barrio de Octubre, las dependencias donde se produjeron los hechos.El Ministerio del Interior lleg¨® hasta enfrentarse a los fiscales, que iniciaron una investigaci¨®n de los hechos despu¨¦s de que el Partido Comunista tomara cartas en el asunto, en abril de 1985, lo que provoc¨® un amotinamiento de casi la totalidad de la secci¨®n criminal de la polic¨ªa. Los fiscales que llevaban el caso fueron amenazados, e incluso se preparaba un atentado contra Andrei Petrov el investigador Jefe de la fiscal¨ªa de Petrozavodsk. Llamadas telef¨®nicas an¨®nimas le preguntaban si se hab¨ªa hecho un seguro de vida o si hab¨ªa reservado una tumba en el cementerio.
Dentro de la campa?a de transparencia informativa (Glasnost) emprendida por el l¨ªder sovi¨¦tico, Mijail Gorbachov, la Prensa denuncia ahora diversos abusos policiales ocurridos en diferentes puntos del pa¨ªs. Los hechos comentados van desde condenas de inocentes a interrogatorios y detenciones ilegales a investigaciones tendenciosas o hechas a la ligera, ajustes de cuentas entre funcionarios, corrupci¨®n y abuso de poder. Los casos de tortura son una novedad en las p¨¢ginas de los peri¨®dicos, y de su existencia hablaban hasta ahora p¨²blicamente s¨®lo los disidentes liberados.
La necesidad de una reforma de todo el aparato de justicia es un tema de debate hoy en la URSS. En una reciente aparici¨®n televisiva, el presidente del Tribunal Supremo de la URSS, V. Terebilov, manifest¨® que se revisar¨¢ el 4% o el 5% de las decisiones judiciales en derecho penal.
Uno de los puntos en discusi¨®n es la actuaci¨®n del abogado defensor, actualmente mantenido al margen del proceso de instrucci¨®n. El defensor, que s¨®lo accede al caso cuando la acusaci¨®n est¨¢ formulada, debe poder asistir al detenido en una fase anterior. Terebilov no pareci¨® ser muy partidario de que se garantice un abogado al detenido desde el mismo momento de su detenci¨®n, a juzgar por su intervenci¨®n televisiva. Tanto la fiscal¨ªa, la instituci¨®n m¨¢s pr¨®xima al partido, como el Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB) o el Ministerio del Interior pueden realizar investigaciones policiales.
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