Un joven ruso de la quinta de Kasparov
Aunque el pelo y el bigote rubios le otorguen el t¨ªpico semblante ruso, muy diferente a los rasgos cauc¨¢sicos de Kasparov, que naci¨® en la rep¨²blica sovi¨¦tica de Aserbay¨¢n, las vidas y los estilos de juego de Andrei Sokolov y del campe¨®n mundial son muy similares.Sokolov naci¨® el 20 de marzo de 1963 en Vorkouta, 3.000 kil¨®metros al norte de Bak¨², donde Kasparov vio la luz por primera vez 24 d¨ªas m¨¢s tarde. Ambos fueron ni?os prodigio, pero con sensibles diferencias Si se califica como mete¨®rica la carrera de Sokolov, que a los 12 a?os ya era el campe¨®n de su ciudad natal, faltar¨ªan adjetivos para Kasparov, que a la misma edad era campe¨®n juvenil de la URSS.
Este adelanto cronol¨®gico de Kasparov se confirm¨® en los ¨¦xitos siguientes. Las familias de ambos j¨®venes se trasladaron a Mosc¨² para ingresarlos en la escuela especial del ex campe¨®n del mundo Mijail Botwinik, denominada f¨¢brica de campeones. Una vez m¨¢s, Botwinik demostr¨® que sab¨ªa elegir a sus disc¨ªpulos. Sokolov gan¨® el mundial juvenil y el absoluto de los dos y tres a?os despu¨¦s, respectivamente, de que lo hiciera Kasparov.
Su salto a la primera fila mundial ocurri¨® en octubre de 1985, cuando logr¨® el primer puelto en la fase inicial del torneo de candidatos en Montpellier (Francia), por delante de los mejores del mundo, excepto Kasparov y Karpov, los ¨²nicos que no jugaron. Despu¨¦s venci¨® en sendos encuentros eliminatorios a sus compatriotas Rafael Vaganian y Artur Yusukov.
Combatividad
Su encuentro contra este ¨²ltimo, marcado por la combatividad y la ausencia de incidentes, tuvo un desenlace sorprendente. Sokolov obtuvo el triunfo final tras recuperarse de una forma espectacular a partir de la d¨¦cima partida de las 14 disputadas.
En ese momento, Yusukov ganaba por 6-4, despu¨¦s de haber ganado tres partidas (primera, tercera y novena). Parec¨ªa claro vencedor, pero Sokolov, que s¨®lo se hab¨ªa impuesto en la s¨¦ptima, gan¨® las tres siguientes e hizo tablas en la ¨²ltima.
El juego de Sokolov es, como su car¨¢cter, alegre y abierto, aunque para acceder a su verdadera personalidad haya que superar cierta timidez ante cuantos desconocidos se encuentra.
Aunque se le acusa de ser poco constante en el entrenamiento y ha recibido algunas llamadas al orden por sus desahogos en peque?as juergas celebradas en d¨ªas de descanso o tras ceremonias de clausura, su disciplina en el encuentro frente a Yusukov fue radical.
Tal vez bajo la influencia de su padre, militar de profesi¨®n, Sokolov decidi¨® esquivar a las admiradoras que le rec¨ªb¨ªan con flores al inicio de las primeras partidas y ¨®pt¨® por usar la puerta trasera para entrar de inc¨®gnito en el escenario.
Habla franc¨¦s, estudia en el Instituto de Cultura F¨ªsica de Mosc¨² y en sus ratos libres toca la guitarra espa?ola, de la que se muestra como gran admirador. Cuando se va a la habitaci¨®n que utilizan los jugadores durante las partidas, detr¨¢s del escenario, consume nueces y jugos de frutas. Ante Karpov tendr¨¢ dos problemas importantes: la falta de experiencia y la certeza de que si pierde esta vez, la lucha para lograr otra oportunidad ser¨¢ dur¨ªsima.
Porque, en la actualidad, todos los ajedrecistas que se precien quieren jugar contra Kasparov.
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