Los h¨¦roes de la revoluci¨®n que derroc¨® a Ferdinand Marcos
Filipinas celebra el primer aniversario de un movimiento popular impulsado por los militares
La revoluci¨®n que provoc¨® la ca¨ªda hace justo un a?o del dictador Ferdinand Marcos en Filipinas ya tiene su pante¨®n de h¨¦roes. La n¨®mina gloriosa es una lista promovida por un diario de Manila para conceder medallas de honor a los considerados como h¨¦roes de la revuelta popular de febrero de 1986.
En rigor, la lista de h¨¦roes -entre los que figuran la mayor¨ªa de los periodistas, locales o extranjeros, que cubrieron los hechos- deber¨ªa incluir a los millones de filipinos que, no s¨®lo en Manila, se movilizaron r¨¢pidamente a favor de los golpistas contra Marcos, que representaron el detonador que aglutin¨® el clamor popular en apoyo de Aquino. Sin embargo, es dif¨ªcil poder hablar de revoluci¨®n popular en Filipinas, cuando se trat¨® de un movimiento de militares dirigidos, primero, por el general Juan Ponce Enrile, y por el general Fidel Ramos, horas despu¨¦s. Sin este condicionante militar, posiblemente las cosas hubieran sido diferentes o m¨¢s lentas.La propia presidenta, Coraz¨®n Cory Aquino, reconoce en privado que fueron los militares amotinados en Campo Aguinaldo y Campo Cramer, en la avenida Epifanio de los Santos, en el barrio de Quezon City, en Manila, los que aceleraron una revoluci¨®n popular que quiz¨¢ estar¨ªa a¨²n por estallar de no haber sido impulsada por los militares.
Pr¨¢cticas corruptas
Es cierto que los filipinos, en su mayor¨ªa hartos del r¨¦gimen corrupto de Marcos, votaron a favor de Cory Aquino en las elecciones presidenciales del 7 de febrero de 1986, a pesar de las pr¨¢cticas corruptas de los partidarios de Marcos. Pero es cierto tambi¨¦n que con la campa?a de boicoteo o las solas plegarias ante las puertas de Malaca?ang, sede presidencial filipina, Marcos quiz¨¢ hubiera resistido la embestida popular.Es por ello que, a¨²n sin medallas, los militares filipinos se consideran casi los ¨²nicos protagonistas del cambio y parecen estar dispuestos a teledirigirlo directa o indirectamente. La mejor prueba est¨¢ en que, a lo largo de un a?o de presidencia, Aquino ha resistido tres intentos serios de golpe militar en Filipinas, protagonizados presumiblemente por seguidores de Marcos. Ni siquiera el resultado del refer¨¦ndum constitucional celebrado el pasado 2. de febrero, que otorg¨® un respaldo del 76% a favor de la nueva Constituci¨®n, parece haber servido para acallar todos los rumores golpistas en Filipinas.
El ej¨¦rcito filipino contin¨²a dividido, como demostr¨® el acto conmemorativo del primer aniversario de la victoria de Aquino celebrado el pasado domingo, en Manila. Mientras el general Fidel Ramos y el ministro de Defensa, Rafael Ileto, festejaban el primer aniversario de la revoluci¨®n popular, el ex ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, participaba en una misa en memoria de Tirso Gador, un coronel muerto el pasado julio en un salto de paraca¨ªdas. Gador figur¨® entre los hombres que, junto a Ponce Enrile y Ramos, marcaron el golpe militar contra Marcos, el 22 de febrero de 1986.
Junto a Ponce Enrile, que se perfila como el principal opositor a Aquino desde las filas de la derecha tras su destituci¨®n como ministro el pasado noviembre, figuraba en esa misa el grupo de oficiales del Movimiento Reformista, casi todos coroneles, comandantes y capitanes, que cada vez est¨¢n m¨¢s presentes en la escena pol¨ªtico-militar filipina. No faltaba el popular coronel Gregorio Gringo Honasan, uno de los h¨¦roes de la revuelta militar contra Marcos, de febrero de 1986.
Proceso de transici¨®n
Al cumplirse este primer aniversario del levantamiento popular militar que la llev¨® al poder, Aquino se encuentra envuelta en un delicado proceso de transici¨®n democr¨¢tica, en un pa¨ªs sumergido en la crisis econ¨®mica y cuyos medios financieros esperan nuevos signos de estabilizaci¨®n pol¨ªtica antes de decidirse a invertir. Al t¨¦rmino del primer a?o, Aquino sigue gozando de un alto nivel de popularidad; ha liberado a casi todos los presos pol¨ªticos detenidos durante el r¨¦gimen de Marcos; ha hecho aprobar una nueva Constituci¨®n democr¨¢tica; ha intentado pactos pol¨ªticos con las guerrillas comunista y musulmana, y ha procurado devolver la confianza a los medios econ¨®micos. Pero, habr¨¢ que esperar, como m¨ªnimo, al segundo aniversario de esta revoluci¨®n popular para ver si Aquino puede consolidar una transici¨®n democr¨¢tica en la que, con o sin medallas de h¨¦roes populares, los militares parecen tener a¨²n mucho que decir.[Al menos tres personas resultaron muertas cuando 300 guerrillleros comunistas atacaron el pasado s¨¢bado la ciudad de Adams, en el norte de Filipinas, y ocuparon temporalmente su ayuntamiento, tras siete horas de combates frente a fuerzas gubernamentales, indicaron ayer fuentes oficiales, seg¨²n informa Reuter desde Manila.]
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