Ir¨ªbar y Aurtenetxe, cuestionados por la afici¨®n del Athl¨¦tic
La crisis del Athl¨¦tic de Bilbao salpica a todos los sectores del club. El equipo, que ha conseguido dos t¨ªtulos de Liga y uno de Copa en la presente d¨¦cada, afronta el ¨²ltimo tramo de la Liga con el precipicio del play off de descenso a sus pies, ya que se encuentra a tres puntos de los que jugar¨¢n la fase de descenso. La afici¨®n ha dado numerosas muestras de cordura, pero ha acabado por dictar veredicto: los pa?uelos han aparecido en los ¨²ltimos tres partidos disputados en San Mam¨¦s. Los reproches se dirigen sobre todo al presidente, Pedro Aurtenetxe, y al entrenador, Jos¨¦ Angel Ir¨ªbar.
Los aficionados impresionables prefieren no mirar Ias estad¨ªsticas. El Athl¨¦tic, que al fin de la primera vuelta era el segundo equipo que hab¨ªa logrado m¨¢s goles, s¨®lo ha sumado ocho tantos en la segunda vuelta y ¨²nicamente ha ganado uno de los 11 ¨²ltimos partidos. La distribuci¨®n realizadora tambi¨¦n es preocupante: cuatro goles han sido logrados por defensas, uno por un centrocampista y tres por delanteros: Sarabia, Roberto y Sarriugarte.Parad¨®jicamente, el Athl¨¦tic ocupa el cuarto lugar en la tabla. Pero la posici¨®n tiene mucho de ficticio. La escuadra de Ir¨ªbar, que acab¨® la primera vuelta con tres positivos, s¨®lo cuenta con tres puntos m¨¢s que el Murcia, el primer equipo por debajo del meridiano del play off de descenso.
El problema para el Athl¨¦tic se agudiza por el tortuoso calendario que le espera. De los seis partidos que restan, cuatro tendr¨¢ que jugarlos fuera de San Mam¨¦s (Atl¨¦tico de Madrid, Valladolid, Espa?ol y Las Palmas). Por el campo bilba¨ªno desfilar¨¢n Real Madrid y Murcia.
Pesimismo
Las perspectivas son pesimistas, y ya hay quien dice que el choque decisivo para conocer el futuro de los rojiblancos se librar¨¢ en Sarri¨¢, frente a un Espa?ol entrenado por Clemente, libre de todo riesgo y aupado a muchos puntos de los rojiblancos. Quiz¨¢ ese d¨ªa, ante los jugadores que dirigi¨® con un ¨¦xito indiscutible, el entrenador del Espa?ol se vea obligado a hacer honor a su apellido.Los motivos de alarma son numerosos. El equipo juega mal, a veces con una torpeza irritante. Es tal la debilidad del Athl¨¦tic que San Mam¨¦s aparece como remedio bals¨¢mico para los males de todos los equipos. R¨¢cing de Santander C¨¢diz y Sevilla han visitado San Mam¨¦s en situaciones penosas y en los tres casos han salido convencidos de que peregrinar a Bilbao rinde parecidos r¨¦ditos que visitar Lourdes.
Los problemas se agudizan por la larga ristra de jugadores lesionados. De Andr¨¦s, Goikoetxea, Liceranzu, De la Fuente, Gallego, Urtubi, Patxi Salinas, Ay¨²car, Endika y Argote han sufrido extra?as y largas dolencias musculares. Los servicios m¨¦dicos del club deliberan en torno a la causa de tantas bajas, aunque nadie ofrece una explicaci¨®n que justifique las lesiones de estos jugadores.
Las ausencias han generado situaciones peculiares. La delantera que jug¨® el segundo tiempo frente al Sevilla (Roberto Mart¨ªnez, Sarriugarte y Mendiguren) no alcanzaba el rango de titular en el Bilbao Athl¨¦tic cuando se inici¨® la Liga.
Las derrotas han distribuido papeles impensables en la plantilla. Se ha descubierto que Argote es sin duda elemento fundamental en el juego de los bilba¨ªnos. As¨ª lo reconoce el mismo Ir¨ªbar. Estanislao Argote, que no juega desde Navidad, es el segundo m¨¢ximo goleador del equipo (cinco goles) y el que m¨¢s balones ha servido a los realizadores.
El peso de Clemente
El entrenador bilba¨ªno vive momentos de zozobra. En su ¨¢nimo pesan los malos resultados, las tristes perspectivas que se adivinan, las quejas de la hinchada y, m¨¢s profundamente de lo que desear¨ªa, la imagen de Clemente. A nadie se le escapa que la decisi¨®n de cesar al entrenador baracald¨¦s abri¨® profundas heridas en el seno social del Athl¨¦tic. El cisma, como reconoce Ir¨ªbar, existe y sus efectos se multiplican por la evidencia de la excelente labor de Clemente en el Espa?ol.Tampoco Pedro Aurtenetxe, presidente del Athl¨¦tic, escapa a las cr¨ªticas. En muchos sectores se considera que ha sido incapaz de hacer frente a las primeras dificultades en el club. Despu¨¦s de cuatro a?os de vino y rosas, la junta directiva resolvi¨® traum¨¢ticamente el contencioso Clemente- Sarabia.
La reelecci¨®n de Aurtenetxe en la presidencia se produjo a la estela de un lustro plagado de ¨¦xitos y sin competencia electoral, pero su prestigio se encuentra ahora seriamente agrietado. Un a?o despu¨¦s del cese de Clemente el club vive una situaci¨®n de borrasca que est¨¢ definida por los miles de pa?uelos que se levantaron el pasado domingo contra el palco presidencial.
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