Un congreso de novela negra en M¨¦xico se plantea entrar en el mercado de EE UU
Un grupo de 30 autores de novelas policiacas, casi en su totalidad en lengua espa?ola, y varios procedentes de pa¨ªses socialistas se reuni¨® esta semana en San Juan del R¨ªo (M¨¦xico), donde discutieron cuestiones del g¨¦nero literario que trabajan y al mismo tiempo trataron de organizarse para "romper el gueto de los autores en espa?ol" e irrumpir en el mercado de Estados Unidos.
Los escritores reunidos en M¨¦xico trataron, entre otros temas, de la muerte de la literatura-enigma, de si existe una novela polic¨ªaca posterior al 68 y de las posibilidades de una novela polic¨ªaca en los pa¨ªses socialistas.El animador de este encuentro fue Paco Ignacio Taibo II, natural de Gij¨®n (Asturias) y nacionalizado mexicano, que entre su extensa producci¨®n period¨ªstica y literaria tiene ya cuatro novelas polic¨ªacas. En su ponencia La otra novela polic¨ªaca, Taibo se?al¨® que "buena parte de la mejor novela polic¨ªaca que se hace en el mundo se est¨¢ escribiendo hoy por hoy en espa?ol". Llega a la conclusi¨®n Taibo II que "la vieja novela polic¨ªaca se ha agotado, en la medida en que los viejos combates solitarios victoriosos se han agotado y s¨®lo pueden narrarse como desesperanzadas historias de marginales en guerra contra el sistema, de supervivientes ante el monstruo del estado del capital".
En el encuentro de San Juan del R¨ªo participaron tres autores espa?oles, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, Juan Madrid y Andreu Mart¨ªn, adem¨¢s de Luis M¨¦ndez Asensio, un periodista espa?ol afincado en M¨¦xico que ha publicado una novela polic¨ªaca y tiene preparada la segunda.
Andreu Mart¨ªn se enfrent¨® en uno de los coloquios al concepto "evasi¨®n" y se remont¨® a los d¨ªas de la dictadura franquista. "Se entiende que, en aquella ¨¦poca, el libro que se deglut¨ªa y se diger¨ªa con facilidad no pudiera ser comparable ni superior al libro que costaba esfuerzos, sudores, concentraci¨®n y diccionario".
"Se hab¨ªa luchado muy duro por la cultura", apunt¨® Mart¨ªn, "y hab¨ªan quien pensaba que hab¨ªa que seguir sufri¨¦ndola, que la letra con sangre entra y, si no entra con sangre, ni es letra ni es n¨¢. El que hu¨ªa por piernas de la literatura introspectiva, dificil y con may¨²sculas, era un desertor, un maldito cobarde comod¨®n que se refugiaba en la frivolidad de la evasi¨®n. Lo peor de lo peor. Considero que este es un concepto afortunadamente superado", se?al¨® el novelista.
Las posibilidades de la novela polic¨ªaca en pa¨ªses con un r¨¦gimen socialista ocup¨® durante toda una tarde a los participantes en el Encuentro Internacional de Literatura Polic¨ªaca.
El sovi¨¦tico Julian Semionov fue la estrella de la mesa redonda La literatura polic¨ªaca en los pa¨ªses socialistas. Semionov lleva ya casi 20 novelas editadas y 350 millones de libros vendidos. En un espa?ol peculiar, Semionov hizo un canto al nuevo clima que se respira con Gorbachov en la URSS y dio muestras de una refrescante libertad de expresi¨®n. Con gracia, explic¨® Semionov c¨®mo un polic¨ªa sovi¨¦tico, "un hijo de puta", le cobr¨® en una ocasi¨®n cinco rublos de mordida y se declar¨® partidario de una literatura polic¨ªaca que critique los abusos del poder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.