Calder¨®n: "Deber¨ªamos jugar en el Bernab¨¦u"
"En el f¨²tbol espa?ol hay dos muletas y 16 cobayas"
JOS? DAMI?N GONZ?LEZ, Vicente Calder¨®n, presidente del Atl¨¦tico de Madrid, considera que el f¨²tbol espa?ol se ha convertido en una lucha privada entre dos grandes -Barcelona y Real Madrid, las muletas de Pablo Porta-, y que el resto "hemos quedado como cobayas". Calder¨®n piensa que la afici¨®n del Atl¨¦tico no ha asumido esta situaci¨®n, defiende que su club debe luchar por ser el cobaya "m¨¢s gordo" y apuesta porque los clubes se conviertan en sociedades an¨®nimas y porque los grandes estadios pasen a propiedad de las comunidades aut¨®nomas. Le gustar¨ªa que Atl¨¦tico y Madrid jugaran "en el estadio municipal Santiago Bernab¨¦u, lo que llevar¨ªa m¨¢s gente y acarrear¨ªa menos gastos".
Pregunta. ?El principal problema del Atl¨¦tico es que no asume que, como el resto de clubes, est¨¢ ya a gran distancia econ¨®mica de Madrid y Bar?a?Respuesta. Hay que tener mucho sentido com¨²n para asumir eso. Yo lo tengo claro, aunque mi esfuerzo debe de tender a reducir esa distancia lo m¨¢s posible. Pero, ciertamente, la situaci¨®n es como es y no la puedes cambiar. Recuerdo hace 20 a?os, cuando yo llegu¨¦ al Atl¨¦tico, que hab¨ªa una diferencia que fui acortando, y eso se puede ver con resultados y t¨ªtulos. Hubo un momento en que casi nos nivelamos. Pero unos tienen m¨¢s socios y otros menos.
Equipo pobre
P. ?Ha entrado su club en la din¨¢mica de equipo pobre tras perder a Marcos, Julio Alberto, Hugo S¨¢nchez y Llorente?
R. Mire, esto est¨¢ muy claro. La Liga se compone de dos cabezas de serie que son dos muletas, una el Bar?a y otra el Madrid. Y el que puede pegarle un muletazo al otro se lo pega. Y el resto somos 16 cobayas de laboratorio. Cobayas entre las que hay algunas que pueden ser un poquito m¨¢s gordas, como el Atl¨¦tico. Y el resto, a morir por Dios y por Espa?a. Y que no me cuenten otras tonter¨ªas. ?Qu¨¦ ocurre con la Liga? Pues que Madrid y Bar?a siempre se estar¨¢n disputando lo divino y lo humano, y alg¨²n otro se filtrar¨¢ por arriba y por abajo, sin poder darle contenido constan te a esa posici¨®n en la que se coloca porque eso es cuesti¨®n de dinero.
P. ?De qu¨¦ sufre m¨¢s el Atl¨¦tico: de frustraci¨®n o de ansiedad ante esta situaci¨®n?
R. La situaci¨®n de ansiedad se est¨¢ produciendo porque el gol no entra. Cuando entra, las aguas se pacifican, y eso ocurre en todos los clubes. Todos quieren que gane su equipo, por lo civil o por lo criminal. Eso es lo que lleva a la frustraci¨®n. Ahora bien, partamos de la base de que hay una serie de personas en el Atl¨¦tico que son antimadridistas, sobre todo, y que no quieren que haya diferencias. "Podemos no ganar el campeonato, pero a mi gran rival le aplasto el d¨ªa que me toque", ¨¦sa es su filosof¨ªa. Bueno, es una apreciaci¨®n muy respetable, pero equivocada. Entien do que hay que ir por el camino de producir por tus propios me dios y dejarse de gaitas. Es muy bonito hablar desde fuera: "Yo voy a hacer, yo voy a llevar, yo voy a traer, yo no voy a vender". No traen nada. ?sta es la gran mentira del f¨²tbol. Yo me he comportado como persona equilibrada porque para ser directivo no puedes ser forofo. Las dos cosas juntas es imposible. Las leyes han avanzado. Y si el se?or Hugo S¨¢nchez me dice que se va, se puede marchar . Y yo, hombre pr¨¢ctico, voy y consigo 209 millones de pesetas. Y si viene el se?or Llorente y me dice que se quiere marchar y s¨¦ que tengo perdido el pleito, entonces vuelvo a lo pr¨¢ctico. Si nos tienen que dar 50 millones porque los servicios t¨¦cnicos del Atl¨¦tico han tenido la vista de que a un jugador que ven¨ªa resbalado, desechado, justamente del Real Madrid, le cogemos y en una temporada le asomamos a la ventana y le sacamos 50 millones, a ver si hacen el favor esos sabios de Grecia de decirme c¨®mo se pueden hacer mejor las cosas.
P. ?Y.hay alguna soluci¨®n para las cobayas?
R. Ah, amigo, que cojan y esto lo conviertan en sociedades an¨®nimas. Y que digan entonces que los campos de f¨²tbol sean todos de la comuna y se los vendemos a los Ayuntamientoso comunidades. Lo que ha hecho Italia.
P. ?Y ser¨ªa partidario el Atl¨¦tico de vender su estadio y jugar, por ejemplo, en el Bernab¨¦u?
R. ?Pero c¨®mo no! Hace 18 a?os ya manej¨¦ la idea de que jug¨¢ramos los dos clubes en un mismo campo, y como el nuestro no estaba hecho deb¨ªa establecerse el estadio municipal Santiago Bernab¨¦u. En aquel momento al pueblo de Madrid no le habr¨ªa costado ni un c¨¦ntimo, pero me lo echaron abajo todo. ?Qui¨¦n? La Administraci¨®¨¹ de entonces. Ahora no s¨¦ si podr¨ªa realizarse, pero entiendo que es un elemento de juicio como para estudiarlo.
P. ?Se ha quedado el Vicente Calder¨®n, con el tiempo, en una ubicaci¨®n que no invita a acudir al aficionado?
R. El nuestro, cuando lo empezamos a hacer, era un descampado. Hoy no deja de ser el estadio principal de la zona sur. Hay que pensar que, como ocurre en Londres, en Par¨ªs y en, otras ciudades, hay unas zonas m¨¢s privilegiadas que otras, y ¨¦ste es el caso. Al estadio le falta esa configuraci¨®n que le tendr¨ªa que haber dado el saber que podr¨ªa resultar en el futuro m¨¢s agradable por las comunicaciones. Ahora bien, yo no puedo ir contra nuestro estadio porque es lo nuestro, porque no tenemos otra cosa. Es nuestro patrimonio, y ah¨ª est¨¢.
P. ?Es inquietante el futuro del Atl¨¦tico?
R. Como esto est¨¢ traducido en dinero, si no podemos comprar un Goya, no se compra, y me conformo con un bodeg¨®n. Tendremos que estar en nuestro sitio si no podemos salirnos econ¨®micamente de ah¨ª. Cuando entr¨¦ en el club el presupuesto era de 30 millones. Ahora es de 1.300, pero estamos a 1.000 de las dos muletas. Entonces, ?qu¨¦ co?o quieren que haga yo? ?El milagro de los panes y los peces? Bastantes peces y bastante pan he podido suministrar al tema. Y me hacen mucha gracia esos que dicen que si debo o no salir por la puerta falsa o la grande. Yo he utilizado siempre m¨ª conciencia, as¨ª que como si quieren que salga por el templete de la m¨²sica. Lo que quiero es celebrar cuanto antes las eleciones, aunque sea por el sistema antiguo y haya que repetirlas dentro de un a?o. El club no puede seguir as¨ª, porque hasta correr¨ªa peligro de subsistencia.
P. ?Tiene miedo a dejar el club y que aparezca otro Cabeza?
R. Me gustar¨ªa ver m¨¢s despejado todo. La gente deber¨ªa tener mayor respeto a lo construido en este club, pero algunos s¨®lo siembran discordia.
P. ?Uno de sus graves errores fue decir aquello de que usted y su familia votar¨ªan a Cabeza?.
R. Aquello fue una an¨¦cdota que surgi¨® por unos momentos muy parecidos a ¨¦stos. El se?or Cabeza se me ofreci¨® por carta, y no v¨ª otra persona con sus posibilidades. Era el director de La Paz. Yo creo que tuvo buena intenci¨®n, y errores los que se quieran. La fachada no vale. El Atl¨¦tico qued¨® como qued¨®, y yo tuve que volver.
Mendoza y Llorente
Pregunta. ?Se han enfriado las relaciones con el Madrid?Respuesta. En el Atl¨¦tico hay gente antimadridista, y en el Madrid, antiatl¨¦tica de siempre. Me he esforzado para que las aficiones mantuvieran una rivalidad sana, y lo hab¨ªa logrado con Bernab¨¦u y con De Carlos. ?Con Mendoza? Bueno, no ha dado tiempo a saber c¨®mo va a terminar todo, pero indudablemente la gente del Atl¨¦tico est¨¢ molesta y dolida con Mendoza por los casos de Hugo, Luis y Llorente. No querer verlo,as¨ª es ignorar lo que pasa.
P. ?Y qu¨¦ pasa con Llorente?
R. Su familia es madridista, y es l¨®gico que a este chico quieran devolverlo al Madrid, de donde lo desecharon. Ten¨ªa tres a?os de contrato con nosotros, y en mi ¨²ltima reuni¨®n con Mendoza surgi¨® la posibilidad de que se quedara al menos otro m¨¢s, pero eso es dif¨ªcil. Llorente tiene problemas con nuestra afici¨®n, porque tambi¨¦n es humano que la gente del Atl¨¦tico est¨¦ molesta. Y en el Madrid, Mendoza necesita a Llorente. Pero yo no quiero mencionar esto porque ser¨ªa tanto como decir que va a pasar con Valdano. Lo ¨²nico real es que Llorente se va y que la ley laboral lo ampara. El Atl¨¦tico cobrar¨¢ 50 millones de pesetas y aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria.
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