Marcinkus contraataca y se declara v¨ªctima de Calvi

El arzobispo norteamericano de origen lituano Paul Marcinkus, presidente del Instituto para las Obras de Religi¨®n (IOR, conocido como el banco del Papa), acaba de romper el silencio mantenido desde que los jueces de Mil¨¢n dictaron orden de detenci¨®n contra ¨¦l por sus presuntas responsabilidades en la quiebra del Banco Ambrosiano, que dirigi¨® Roberto Calvi. En unas declaraciones al semanario Oggi, Marcinkus responde a las acusaciones de que ha sido objeto, y recuerda que ¨¦l no es sino otra v¨ªctima de los manejos de Calvi.

"?Pero qu¨¦ pa¨ªs es ¨¦ste?", dice Marcinkus a Oggi. "?D¨®nde est¨¢n la l¨®gica y el sentido com¨²n? Voy y vengo continuamente a Estados Unidos. Si hubiese tenido algo que temer o esconder no habr¨ªa vuelto, y el mismo Papa me habr¨ªa retirado de mi cargo"."Es un hecho [la quiebra del Banco Ambrosiano] que se remonta a cuatro a?os y medio atr¨¢s", asegura el arzobispo Marcinkus. "Cre¨ªa que las numerosas clarificaciones ofrecidas por m¨ª a los jueces hab¨ªan sido suficientes y ¨²tiles a la investigaci¨®n judicial. Siendo nosotros, por otra parte, v¨ªctimas de Roberto Calvi, ya que nos sentimos da?ados financieramente y traicionados en la confianza que le dimos, ten¨ªamos todo el inter¨¦s en que se hiciese la luz. Siempre hubo una colaboraci¨®n leal y sincera con la Magistratura italiana. Por eso estamos sorprendidos y dolidos de tal procedimiento".

Un monse?or de la curia cuenta tambi¨¦n a Oggi que lo que ocurri¨® a Marcinkus con Calvi fue que, "al ser ¨¦ste de toda confianza en los ambientes pol¨ªticos y financieros", Marcinkus firm¨® a Calvi unas cartas de patrocinio que eran s¨®lo "un modo inocente para ayudar a un banquero cat¨®lico". Y sale en defensa del arzobispo Marcinkus al decir que "si ¨¦ste no hubiese sido una persona honrada y capaz no habr¨ªa durado 16 a?os en el cargo. Para el Papa es un buen banquero".

Marcinkus es pol¨¦mico, dice la misma fuente, "porque administra dinero, cosa que la gente considera extra?a en un sacerdote. Pero alguien tiene que encargarse del banco del Papa. No dejamos de ser sacerdotes cuando actuamos como banqueros".