Algunas lecciones

Anunciada como Don Juan, de Moli¨¨re, esta comedia del Teatro-estudio de Georgia es, en realidad, una versi¨®n cr¨ªtica, par¨®dica, quiz¨¢ ligeramente filos¨®fica -el quiz¨¢ se debe a que el texto, en idioma-georgiano, es incomprensible-, y lo que aqu¨ª llamamos desmitificadora. El sistema aplicado para ello es conocido: el verdadero Don Juan de Moli¨¨re se ensaya en un viejo teatro; los actores lo interpretan un poco . desde fuera de los personajes mismos, con intervenciones de la apuntadora, abreviaturas de la acci¨®n, sonidos de m¨²sica contempor¨¢nea, trajes a medias entre las dos ¨¦pocas.Para los ignorantes del idioma en que se relata la acci¨®n, lo que importan son algunas otras lecciones que se desprenden de lo visto y o¨ªdo. La conservaci¨®n de un valor perdido aqu¨ª, que es el del mantenimiento de la inteligencia y la brillantez del recurso o del hallazgo por encima de la carest¨ªa, del lujo o del acontecimiento, es una de esas lecciones. Toda la acci¨®n est¨¢ repleta de ese lenguaje meramente teatral, de esos signos de apoyo y de sustituci¨®n de la realidad que siguen constituyendo la esencia del arte. Y dentro de todo ello, la valoraci¨®n primordial de la interpretaci¨®n.

Los actores tienen unas voces poderosas y llenas de matices, hablan con la velocidad que exige el ritmo de la comedia, act¨²an al mismo tiempo con el gesto, los movimientos y el atrezzo, saltan de lo c¨®mico a lo dram¨¢tico, viven el doble o triple fondo de la obra. Dentro de ellos, el que hace de Sgagnarelle -Amiranashvili-, la Apuntadora -Rerhsviashvili- y Don Juan -Kipshidze- conducen continuamente la acci¨®n con maestr¨ªa, dentro del ritmo marcado por el director, Mijail Tumanishvili.

El mejor elogio que se puede hacer de esta representaci¨®n es la de que un p¨²blico -no muy numeroso- que hab¨ªa acudido con un cierto escalofr¨ªo de horror ante la idea de un Don Juan de Moli¨¨re de m¨¢s de dos horas de duraci¨®n en un idioma totalmente extra?o permaneci¨® atornillado a sus butacas sin el menor intento de huida; antes bien, riendo y aplaudiendo a los actores y los hallazgos escenogr¨¢ficos.