Procesado por estafa un carnicero investigado por la muerte de 20 ancianos

El sumario abierto sobre la muerte de 20 ancianos en dos centros geri¨¢tricos de Matar¨® y El Masnou por una infecci¨®n de salmonella en diciembre de 1986, est¨¢ pr¨¢cticamente concluido. La investigaci¨®n se ha realizado con extrema rapidez, en poco menos de tres meses. Gracias a ella se descarta la participaci¨®n de tres de los sospechosos de propagar la enfermedad -dos carniceros y un funambulista-, mientras prospera la tesis de que la infecci¨®n se gener¨® y extendi¨® desde la cocina de la residencia de Matar¨®. En la investigaci¨®n se han descubierto, paralelamente, otras irregularidades, como la supuesta estafa que comet¨ªa un carnicero con sus clientes y las d¨²dosas subvenciones que reciben los dos centros.

Inicialmente las investigaciones sobre la muerte de 20 ancianos, durante el pasado mes de diciembre, en dos centros geri¨¢tricos de la comarca del Maresme -en Matar¨® y Masnou-, al ingerir carne infectada por una salmonella, se centraron en la posibilidad de que la intoxicaci¨®n hubiera tenido su origen en las carnicer¨ªas que suministraban la carne consumida.Esta opci¨®n parece descartada, pero el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Matar¨® ha dictado auto de procesamiento contra el carnicero, que se llama Alberto Guardia Llopis, por otro asunto: un presunto delito de estafa y falsedad en documento mercantil. El fiscal acusa a este carnicero de suministrar a las residencias carne de categor¨ªa inferior a la solicitada, cobrando los precios fijados para los productos superiores.

Adem¨¢s de esta carnicer¨ªa, la Guarcia Civil investig¨® inicialmente otro comercio, propiedad de Pedro Ubeda, vecino de Llavaneras. Este industrial hab¨ªa suministrado a?os atr¨¢s carne a los dos centros geri¨¢tricos, dej¨® de hacerlo porque no le abonaron unas facturas, y reanud¨® su servicio pocas semanas antes de los fallecimientos.

Un funambulista

Adem¨¢s de estas sospechas, la investigacion se centr¨® en una tercera persona: Wenceslao Rodr¨ªguez, uno de los internos del centro geri¨¢trico de Masnou, de 37 a?os y fonambulista de profesi¨®n. En el historial cl¨ªnico de este paciente se recoge que hab¨ªa padecido, en los ¨²ltimos meses, dos infecciones bacterianas, por lo que se baraj¨® la posibilidad de que ¨¦l fuera un foco de contagio. Los an¨¢lisis cl¨ªnicos que se realizaron, pendientes a¨²n de confirmaci¨®n, se?alan sin embargo que la salmonella que afect¨® a este paciente era diferente de la que atac¨® a los ancianos.Las sospechas iniciales sobre la intoxicaci¨®n a partir de los dos carniceros o de la enfermedad del funambulista quedaron descartadas d¨ªas despu¨¦s, pues la investigaci¨®n descubri¨® la existencia de importantes deficiencias t¨¦cnicas en las cocinas del centro geri¨¢trico de Matar¨®. Tambi¨¦n se constat¨® que la responsable de compras del centro, Asunci¨®n Rodr¨ªguez, as¨ª como una empleada de la limpieza, Eduarda Merino, eran portadoras de la salmonella.

Las pequisas sobre el origen de la salmonella han permitido descubrir otras supuestas irregularidades adem¨¢s de la del carnicero Alberto Guardia. Una de ellas, de car¨¢cter econ¨®mico, preesumibiernente cometida por el Institut Catal¨¢ de la Salut al otorgar sus subvenciones provisionales de forma a¨²n no clarificada a los dos centros geri¨¢tricos.