Juicios del SIDA

Leo con asombro la columna (EL PA?S, 6 de marzo) en la que Juan Cueto ironiza, con su maestr¨ªa acostumbrada, sobre las consecuencias del fen¨®meno del SIDA.Ser¨ªa interesante que el se?or Cueto nos explicara eso de que le tiene "m¨¢s pavor a la disuasi¨®n at¨®mica que a la explosi¨®n at¨®mica". ?Tiene algo que ver ese original¨ªsimo pensamiento de Cueto con aquel tard¨ªo consejo que nos dio desde estas mismas p¨¢ginas de EL PA?S para que vot¨¢ramos s¨ª a la OTAN? Haciendo un paralelismo con la frase citada, Cueto explica: "Le tengo m¨¢s miedo al p¨¢nico al contagio que al contagio propiamente dicho". Ah, no, con eso no se juega. Usted puede contaglarse de SIDA, incluso puede estar ya contagiado. ?No tiene miedo a morir de SIDA, de verdad? No bromee con esas cosas. Hay mucha gente que est¨¢ muriendo de SIDA.

Estamos muy hartos de comprobar c¨®mo personas que aconsejan a los dem¨¢s no hacer caso a las medidas de prevenci¨®n, no efectuarse el an¨¢lisis serol¨®gico, no preocuparse por ese "invento de Reagan y el Vaticano", a la hora de la verdad usan cond¨®n, se analizan la sangre -eso s¨ª, en una cl¨ªnica privada y con un m¨¦dico de su confianza, no vaya a ser que les fichen- y les aterra la idea de mantener un contacto sexual de riesgo. Pero lo que no desean para s¨ª, lo quieren, por lo visto, para los dem¨¢s. -Alberto Ciaurriz.