Pol¨¦mica en Salamanca sobre la utilizaci¨®n del puente Romano
La necesidad social y econ¨®mica del municipio de Salamanca, en el que cada verano, desde hace seis, 25.000 personas soportan restricciones de agua mientras sus 130.000 conciudadanos carecen de problemas de esta ¨ªndole, ha provocado una fuerte pol¨¦mica sobre la utilizaci¨®n del puente Romano como soporte de una conducci¨®n hidr¨¢ulica que solucione, seg¨²n los t¨¦cnicos, los problemas de varias barriadas perif¨¦ricas. Las denuncias por el deterioro del puente Romano de Salamanca -2.000 a?os resistiendo el tr¨¢fico del Camino de la Plata y, aunque s¨®lo en parte, el empuje de las aguas del Tormes- pueden llegar a la Unesco.
De momento, este problema ya ha provocado, adem¨¢s de las primeras reacciones de organismos internacionales defensores del patrimonio hist¨®rico de la humanidad, la visita del Defensor del Pueblo a Salamanca. Tambi¨¦n ha hecho responder al ministro Solana una pregunta parlamentaria y ha suscitado la pol¨¦mica y, sobre todo, las referencias continuas a una nueva asociaci¨®n de vecinos que enarbol¨® la paralizaci¨®n de las obras como su primer objetivo.El puente Romano de Salamanca tiene una longitud de 356 metros. De sus 26 arcos, 14 y medio son originales, del siglo I, y el resto se realiz¨® en 1676 para sustituir la parte derribada por la crecida de San Policarpo, ocurrida siglo y medio antes.El problemano es secillo. El arquitecto municipal encargado del Plan Piloto del Barrio Antiguo y de las cuestiones urban¨ªsticas relacionadas con la zona monumental de Salamanca, Alberto L¨®pez Asenjo, afirma que "¨®jala no tuviera que utilizarse el puente", pero, seg¨²n ¨¦l, de cualquier forma, alojar una tuber¨ªa de 30 cent¨ªmetros de di¨¢metro no da?a ni perjudica ning¨²n elemento sustancial, pilar, arcos, espigones, pretiles o paramentos verticales, porque se ha introducido en una zona neutra, de relleno, superpuesta al pavimento original posiblemente romano.
Los antecedentes de esta pol¨¦mica, que va a reabrirse ahora, con la vuelta del verano, est¨¢n en la incapacidad de suministrar agua a seis barrios que se encuentran en la margen izquierda del Tormes, separados del centro de la ciudad por el r¨ªo salmantino. Hasta hace pocos a?os, sus habitantes y los de algunos edificios colindantes se abastec¨ªan del agua que proporciona una depuradora municipal que se encuentra en la zona, pero en la actualidad no es suficiente. El coste de una instalaci¨®n de las caracter¨ªsticas necesarias para cumplir el objetivo en los barrios transtormesinos ha pospuesto la obra hasta final de siglo.
Por ello, los t¨¦cnicos afirman que es imprescindible y trasvasar el agua desde la depuradora que se encuentra en el otro lado de la ciudad. El a?o pasado, el problema se plante¨® con urgencia. Y el ingeniero Javier Rodr¨ªguez ofreci¨® varias posibilidades: tuber¨ªas a trav¨¦s de los otros dos puentes que existen -que en la medida de lo posible ya se utilizan-; conducciones bajo el r¨ªo o sobre ¨¦l de varias formas. Pero la urgencia, el coste econ¨®mico y el deterioro est¨¦tico de la imagen caracter¨ªstica de la ciudad, con su r¨ªo en primer plano y sus catedrales detr¨¢s lo desaconsej¨®. Finalmente, se opt¨® por introducir a trav¨¦s del puente Romano una tuber¨ªa de 30 cent¨ªmetros que completaba el sistema de mallas, y se descubri¨® que exist¨ªan entonces otra tuber¨ªa m¨¢s de hace a?os y una conducci¨®n de agua construida en piedra.Paralizaci¨®n de las obras
La Direcci¨®n General de Patrimonio de la Junta de Cast¨ªlla y Le¨®n orden¨® la paralizaci¨®n de las obras ante la falta de unanimidad entre los miembros de su delegaci¨®n en Salamanca para autorizar la obra. El Ayuntamiento no hab¨ªa cumplido tampoco con la solicitud necesaria antes de iniciar la zanja, aunque los planteamien tos del arquitecto territorial P¨ªo Garc¨ªa Escudero, que sigui¨® los trabajos, no difer¨ªan de los de su colega municipal. A finales de junio de 1986, una nueva asociaci¨®n de vecinos Tener¨ªas-Universidad comenz¨® a oponerse a los trabajos; consideraba que la zanja realizada a lo largo del puente era un expolio, y acusaba al Ayuntamiento de atentar contra el monumento y, por tanto, contra la ley de Patrimonio. Sus planteamientos, apoyados por un representante de AP, fueron superados por los del Partido Comunista de Espa?a en una reuni¨®n programada por la asociaci¨®n con grupos y partidos. El representante comunista lleg¨® a decir que el Ayuntamiento delinqu¨ªa e inici¨® una campa?a de recogida de firmas en los meses siguientes.
Uno de los expertos que se han opuesto a estas obras es el director del Museo de Salamanca, inspector arqueol¨®gico y miembro de la comisi¨®n de Patrimonio, Manuel Santonja, que sostiene la necesidad de aplicar soluciones alternativas y de no utilizar para este fin el puente Romano, uno de los pocos restos de esta ¨¦poca en la capital. Tambi¨¦n afirma que en las obras se ha destruido un pavimento del siglo XVII.Poco despu¨¦s, la Direcci¨®n General de Patrimonio, que hab¨ªa paral¨ªzado las obras, las autoriz¨® provisionalmente por un a?o. Dentro de unos meses se cumple este plazo dado al Ayuntamiento para que presente un proyecto definitivo para solucionar el problema.Las protestas han continuado. Javier Solana contest¨® el mes pasado a una pregunta parlamentaria planteada por una diputada del PDP, Pilar Fern¨¢ndez Labrador, afirmando que las obras son legales y competen a la Junta de Castilla y Le¨®n. La oposici¨®n al funcionamiento de la tuber¨ªa volver¨¢ en cuanto el calor apriete y los barrios transtormesinos necesiten agua. Y este a?o, posiblemente con m¨¢s dureza, formar¨¢n parte de la campa?a electoral. De cualquier forma, la pol¨¦mica sobre la actuaci¨®n en monumentos, en una ciudad que vive en parte de su patrimonio hist¨®rico, sobrepasa las de otro tipo. Y no ser¨¢ la primera vez que decisiones oficiales provocan estos conflictos.
Un informe elaborado por Manuel Santonja para la Direcci¨®n General de Patrimonio recuerda que, a ra¨ªz de la reforma del puente en 1852, la Comisi¨®n de Monumentos fue depuesta por una real orden.
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