Sabor a poco en el recital de Pablo Guerrero
Hacer una canci¨®n pegadiza y agradable, incluso una buena canci¨®n, es relativamente f¨¢cil, y son muchos los que suelen hacerla; conseguir un buen disco es algo m¨¢s dif¨ªcil, pero tambi¨¦n est¨¢ al alcance de muchos cantantes. Lo que resulta realmente complicado es hacer una obra extensa, continuada, coherente y hermosa; ¨¦se es un desafio que s¨®lo los realmente buenos superan con ¨¦xito.
10 canciones
Pablo Guerrero
Con Miguel Herrero (arreglos y guitarra sintetizada), Suso S¨¢enz (en la guitarra el¨¦ctrica), Tom¨¢s San Miguel (en teclados) y Luis Avela (bater¨ªa).Recitales celebrados en la sala El¨ªgeme, de Madrid, desde el martes 10 al domingo 15 de marzo, a las 23.30.
Pablo Guerrero es uno de los cantautores espa?oles que con el paso de los a?os ha logrado conseguir una obra cada vez m¨¢s rica y sugerente, que no se basa tan s¨®lo en el ¨¦xito de algunas composiciones aisladas especialmente felices, sino que aparece como un todo, como un conjunto creativo en el que es dificil encontrar una canci¨®n que sea simplemente mediana.Sin embargo, Pablo Guerrero se muestra cicatero con las canciones. Tan s¨®lo 10 temas interpret¨® en estos recitales, de los que la mayor parte pertenec¨ªan a su ¨²ltimo trabajo (Los momentos del agua, 1985), aparecido tras un largo silencio discogr¨¢fico.Interperet¨® Pablo Guerrero ¨²nicamente dos de sus canciones antiguas para comenzar el recital (fueron estas canciones Por debajo del agua y Dulce muchacha triste), los dos bises que coronaron su primera actuaci¨®n (que fueron A c¨¢ntaros y Para¨ªso ahora) y una composici¨®n reciente sirvieron como punto de referencia a su trabajo anterior y posterior a este ¨²ltimo disco.Las canciones de Los momentos del agua son de una belleza deslumbrante, una explosi¨®n de hermosas im¨¢genes que dislocan la realidad cotidiana y se sumergen en la intimidad del cantante como si fueran un bistur¨ª inmisericorde que operara en la estrecha franja que separa la realidad del sue?o.
Se trata de canciones en las que Pablo Guerrero, que en su obra anterior hablaba fundamentalmente de los dem¨¢s y para los dem¨¢s, habla ahora de s¨ª mismo y para s¨ª mismo: canciones interiorizadas, que protegen la fragilidad de los sentimientos que expresan mediante unos arreglos que se acercan a las estructuras minimalistas y repetitivas, creando con ellas un cierto distanciamiento en los ambientes transparentes y, cristalinos, aunque algo fr¨ªos, que buscan.
Tal vez por ello sea ¨¦sta la parte m¨¢s herm¨¦tica del trabajo de Pablo Guerrero, la parte que resulta m¨¢s dif¨ªcil de penetrar por la receptividad de un p¨²blico que echa de menos en el repertorio, del cantante una mayor cantidad de composiciones antiguas (y nuevas).
Acompa?ado por un grupo de excelentes m¨²sicos, la actuaci¨®n de Pablo Guerrero en la sala madrile?a El¨ªgeme exige a gritos que el cantante recobre el equilibrio de esa obra completa y madura que en este recital s¨®lo qued¨® expresada a medias.
Babelia
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