El escritor que gobern¨® un pa¨ªs
Unos 200 estudiantes retrasaron en Alcal¨¢ el congreso en torno a Manuel Aza?a
Un congreso sobre Manuel Aza?a, presidente del Ateneo, primer ministro y presidente durante la II Rep¨²blica Espa?ola, fue inaugurado ayer por el ministro de Cultura, Javier Solana, en la universidad de Alcal¨¢ de Henares. Unos 200 alumnos de Filosof¨ªa, que ped¨ªan participar en la redacci¨®n de nuevos planes de estudio, obstaculizaron la entrada de los participantes durante media hora. Entre los asistentes al congreso, que se prolongar¨¢ hasta el 26 de marzo, figuran Marichal, Tu?¨®n de Lara, Paul Preston, Edward Malefakis, Francisco Ayala y Stanley G. Paine. Los debates, que se producir¨¢n todos los d¨ªas a las cinco de la tarde, ser¨¢n publicados en su integridad.
"...si escribe usted la cr¨®nica de esta velada, no la falsifique acab¨¢ndola con un s¨ªmbolo trivial", dice Lluch hacia el final de La velada en Benicarl¨®.Morales: "No escribir¨¦ la cr¨®nica. Cuanto he o¨ªdo y meditado esta noche me servir¨¢ para a?adir un cap¨ªtulo a mi obra ¨²ltima, todav¨ªa in¨¦dita".
Rivera: "?Cu¨¢l es?".
Morales: "El viaje impensado a la isla de los Bacallaos. El cap¨ªtulo nuevo contar¨¢ c¨®mo los bacallaos entraron en guerra con los atunes, y de las paces que hicieron sobre sus raspas".
Garc¨¦s: "?S¨¢tira?".
Morales: "Apenas. Traspongo a t¨¦rminos generales muchas observaciones".
Garc¨¦s: "?Qui¨¦nes son los bacallaos?".
Morales: "Todos y nadie. Si usted quiere, nosotros mismos".
Manuel Aza?a no fue un escritor frustrado, en opini¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Marco, autor del ensayo sobre el estadista La inteligencia republicana (de pr¨®xima aparici¨®n) y participante en el seminario sobre Aza?a, escritor, el d¨ªa 26. "Aza?a escribi¨® cuando no le dejaron hacer pol¨ªtica", opina Marco, aunque el estilo juega un papel fundamental en su vida. Adem¨¢s, piensa Marco, sindicalista de UGT, existe una estrecha relaci¨®n entre la obra literaria y sus teor¨ªas como estadista, y en ambas aparecen de forma reiterada dos de sus principales obsesiones: Espa?a y qu¨¦ es lo espa?ol.
El franc¨¦s Jean Becarud, autor de un estudio sobre la novela inacababa de Aza?a Fresdevall, subraya de la prosa de ¨¦ste, quiz¨¢ algo retorcida a su juicio, su capacidad de armonizar lo concreto y lo abstracto. Becarud, que hablar¨¢ en el seminario del d¨ªa 26, aporta una ponencia sobre la influencia de Maurice Barres que a su juicio existe en Aza?a, perceptible en la novela El jard¨ªn de los frailes, y sobre la evoluci¨®n paralela de los dos pol¨ªticos desde un sentimiento egoc¨¦ntrico hacia una preocupaci¨®n social en la pol¨ªtica.
Al igual que Marco, Becarud piensa que es falsa la creencia m¨¢s o menos amplia de que Aza?a fue un intelectual y un artista a quien no qued¨® m¨¢s remedio que dedicarse a la pol¨ªtica.
Para C¨¦sar Alonso de los R¨ªos, que participar¨¢ en el seminario sobre El compromiso pol¨ªtico del intelectual, el d¨ªa 25, con una ponencia sobre el paisaje en Aza?a, era necesaria la reivindicaci¨®n p¨²blica de Aza?a.
Catalu?a
La gran preocupaci¨®n de Aza?a fue Catalu?a, la cuesti¨®n catalana, seg¨²n el historiador Juan Pablo Fusi. Tambi¨¦n director de la Biblioteca Nacional, Fusi participar¨¢ el d¨ªa 24 en un seminario sobre Aza?a y los estatutos de autonom¨ªa.Las dem¨¢s autonom¨ªas no fueron para el estadista grandes problemas pol¨ªticos, explica Fusi. Con respecto a Catalu?a, Aza?a pas¨® del desconocimiento -en el que nunca la mencionaba, obsesionado por problemas m¨¢s generales-, a su descubrimiento, en 1930, cuando tras un c¨¦lebre viaje de intelectuales se entusiasma con Catalu?a y la integra en su gran proyecto de Estado. En la guerra, siempre seg¨²n Fusi, Aza?a sufre una desilusi¨®n con Catalu?a a causa de su escaso entusiasmo en la lucha.
Manuel Tu?¨®n de Lara insistir¨¢ entre otras cosas en la tesis de que Aza?a fue un gran reformador, pero no un revolucionario. El historiador participar¨¢ junto a Edward Malfakis y Paul Preston, entre otros, en el seminario L¨ªmites y contradicciones del proyecto aza?ista.
El proyecto reformador de Aza?a, explic¨® Tu?¨®n de Lara a este peri¨®dico, fue en buena parte inspirado por las grandes l¨ªneas de la III Rep¨²blica francesa -laicismo, respeto de los derechos humanos, ej¨¦rcito al servicio de la sociedad, etc¨¦tera-, y luego repensado en funci¨®n de la sociedad espa?ola, a la que estaba destinado. La tragedia de Aza?a fue que con la guerra comenz¨® justo lo contrario de lo que ¨¦l hab¨ªa querido evitar con su proyecto pol¨ªtico: la exterminaci¨®n del adversario.
Aza?a no era genial, como dec¨ªan sus admiradores, ni un monstruo, como dec¨ªan sus detractores, el general Mola entre ellos, seg¨²n explic¨® el historiador Ram¨®n Salas Larraz¨¢bal, que participar¨¢ en el seminario sobre La reforma militar el d¨ªa 23.
En contra de lo que algunos han dicho, la reforma militar de Aza?a, que tambi¨¦n fue ministro de la guerra, no fue un detonante de la sublevaci¨®n militar de julio, pues cuando ¨¦sta se produjo las reformas llevaban vigentes cinco a?os. La idea b¨¢sica de esa reforma hab¨ªa sido el formar un ej¨¦rcito de acuerdo con los recursos del pa¨ªs y sus presupuestos democr¨¢ticos, y con una mayor eficacia.
Incidentes
El ministro Solana y algunos de los historiadores que participan en el congreso lograron entrar en el Paraninfo de la universidad al cabo de media hora de forcejeos entre los estudiantes y la polic¨ªa nacional. El ciclo se inaugur¨® de una forma algo precipitada, informa Luz S¨¢nchez Mellado.Solana, ante la pretensi¨®n de los estudiantes de hablar con ¨¦l, aleg¨® ser ministro de Cultura y no de Educaci¨®n. "Es una contradicci¨®n y un absurdo que estos alumnos, que piden di¨¢logo e informaci¨®n, boicoteen unos debates sobre Aza?a, hombre que simboliza la tolerancia y la raz¨®n", dijo el ministro.
Babelia
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