P¨®lvora de Reinosa

Soy profesor y vecino de Reinosa, y despu¨¦s de haber vivido los acontecimientos que conmovieron nuestra peque?a ciudad el d¨ªa 12 de marzo quiero hacer p¨²blica mi opini¨®n. De lo ocurrido se han dado ya muchas explicaciones. Se ha acusado en los me dios de comunicaci¨®n al comit¨¦ de empresa y se ha calificado de v¨¢ndalos a los trabajadores de Forjas y Aceros. No digo que no hubo excesos por parte de la poblaci¨®n, porque fui testigo de los mismos, pero tambi¨¦n fui testigo del comportamiento de un buen n¨²mero de guardias civiles, y, cr¨¦anme, el comportamiento vand¨¢lico de que habla el se?or Luis Rold¨¢n tambi¨¦n estuvo presente en las filas de los representantes del orden. En cualquier caso, una vez prendida la p¨®lvora, es inevitable que estalle.

?Y qui¨¦n prendi¨® la p¨®lvora? No fueron los trabajadores de Forjas y Aceros, al retener al presidente saliente, el se?or Antol¨ªn, quienes lo hicieron. Aun que en su peri¨®dico se les acusa de haber realizado ese acto como un intento de adquirir notoriedad, en mi opini¨®n es algo bien distinto. Es, pura y simplemente, una salida desesperada de todo un pueblo, el pueblo de Reinosa, que ve c¨®mo sus reivindicaciones son sistem¨¢ticamente ignoradas por un Gobierno aut¨®nomo y un Gobierno central, quienes parecen planear el futuro de nuestras f¨¢bricas, de nuestros centros sanitarios y educativos y de nuestra ciudad, en suma, en funci¨®n de fr¨ªas cifras de rentabilidad, o de p¨¦rdidas y ganancias.

Nuestro pueblo se rebela contra esto. Nuestro pueblo quiere que los Gobiernos central y regional le presten, de una vez, atenci¨®n y comprendan sus necesidades. Hasta el d¨ªa en que se lleg¨® a los incre¨ªbles extremos de violencia que todo el mundo conoce, Reinosa era un lugar perdido en las monta?as c¨¢ntabras que no importaba a nadie. Ha hecho falta que ocurran los hechos terribles de ese d¨ªa para que su nombre se pronunciase en voz alta. ?Era necesario llegar a ese punto? ?Es necesario que en este pa¨ªs tengan que ocurrir cosas as¨ª para que las personas nos sintamos, por fin, escuchadas?

Pido a los ciudadanos y gobernantes de este pa¨ªs, ya sean del Norte o del Sur, del Este o del Oeste, que cambien de una vez por todas de actitud. Que no se llegue nunca m¨¢s a la violencia desbocada como ¨²nica salida ante el desinter¨¦s, el abandono y la apat¨ªa de unos gobernantes. Reinosa es un pueblo pac¨ªfico y acogedor que, no lo duden, de testa ser noticia por unos hechos tan espeluznantes como los del d¨ªa 12 de marzo. — , profesor del instituto de ense?anza media de Reinosa, y 28 firmas m¨¢s. .