La necesidad de un debate de fondo
El d¨ªa que se public¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado el Real Decreto 1006/85, que regulaba las relaciones laborales de los deportistas profesionales, no tuve m¨¢s remedio que acordarme de la primera vez que me quiso fichar el Real Madrid. Yo era entonces jugador del Real Betis Balompi¨¦, ten¨ªa 20 a?os y toda la ilusi¨®n que se puede tener con esa edad. Pero la aplicaci¨®n, por parte de la directiva b¨¦tica, del art¨ªculo 99 del reglamento de jugadores acab¨® provisionalmente con mis esperanzas de incorporarme a uno de los mejores equipos de f¨²tbol del mundo. El art¨ªculo en cuesti¨®n dec¨ªa lo siguiente: "En virtud de razones t¨¦cnicas y de exigencias de orden espec¨ªficamente deportivas conducentes a mantener la unidad necesaria y cohesi¨®n de los equipos, los contratos podr¨¢n ser prorrogados de una temporada para otra con arreglo a las condiciones que se establecen en este reglamento al llegar la fecha en que finalicen".Y la aplicaci¨®n estricta de este art¨ªculo supon¨ªa que si un jugador firmaba un contrato de profesional con un club quedaba vinculado al mismo para toda su vida deportiva, algo que no llegu¨¦ a entender nunca ni pod¨ªa entender nadie que tuviera algunos gramos de sentido com¨²n. Tres a?os m¨¢s tarde, el club madridista se interes¨® nuevamente por m¨ª, con id¨¦ntico resultado que la vez anterior. Por fin, a los 26 a?os, despu¨¦s de muchos problemas y de tener que dejar mi profesi¨®n durante casi un a?o, pude conseguir mi fichaje por el Valencia, que tuvo que pagar a cambio al Real Betis Balompi¨¦ una cantidad importante de dinero por mi traspaso.
A finales de los a?os setenta y como consecuencia de la evoluci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs se cre¨® la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles, uno de cuyos primeros objetivos fue la derogaci¨®n del reglamento de jugadores y, muy especialmente, del mencionado art¨ªculo 99, conocido en el mundo del f¨²tbol como derecho de retenci¨®n. Esto se consigui¨® plenamente con la aparici¨®n del citado Real Decreto 1006/85, que equiparaba a los futbolistas profesionales en lo que a derechos se refiere con el resto de los ciudadanos espa?oles, acabando definitivamente con una discriminaci¨®n que no estaba justificada ni mucho menos por las caracter¨ªsticas especiales del deporte profesional.
La pol¨¦mica ha surgido cuan do dos importantes jugadores de f¨²tbol de Primera Divisi¨®n, Llorente y Hugo S¨¢nchez, han dado a conocer sus prop¨®sitos de hacer uso de sus poderes para con seguir la carta de libertad de sus respectivos clubes, a los que por las razones que ellos estimen oportunas no quieren segu¨ª vinculados. Las voces m¨¢s fuertes y las cr¨ªticas m¨¢s duras hacia estos jugadores han sido naturalmente las de aquellos a quienes el derecho de retenci¨®n les parec¨ªa la cosa m¨¢s natural del mundo, pero al margen de voces y cr¨ªticas la situaci¨®n planteada creo que requiere un an¨¢lisis lo m¨¢s objetivo posible que permita sacar conclusiones positivas de cara al futuro. La primera de ellas podr¨ªa ser el reconocimiento de la evidencia indiscutible de que en el mundo del f¨²tbol se est¨¢ produciendo un nuevo equilibrio de fuerzas. La segunda, ya muy manida, que el mundo del f¨²tbol necesita nuevos planteamientos y un cambio profundo de sus enmohecidas estructuras.
Derechos adquiridos
Si partimos de la base de que los representantes de los jugadores no van a renunciar en principio a unos derechos adquiridos con mucho esfuerzo y a un precio muy alto, s¨ª parecer¨ªa razonable contemplar la posibilidad de un amplio debate con participaci¨®n de todos los estamentos futbol¨ªsticos en el que se estudiar¨ªa a fondo no s¨®lo el tema en cuesti¨®n, sino todos aquellos problemas que padece el f¨²tbol espa?ol desde hace muchos a?os. El punto de partida para este debate podr¨ªa ser muy bien la pr¨®xima asamblea en la que se va a decidir sobre la continuidad del actual presidente de la Federaci¨®n Espa?ola. De ah¨ª la importancia que puede tener el resultado del voto de censura que pesa sobre Jos¨¦ Luis Roca y la gran responsabilidad de los votantes. El futuro inmediato del f¨²tbol puede de pender de esta asamblea.
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