Las pose¨ªdas
El espect¨¢culo se basa en una est¨¦tica brutalista y en las posibilidades pr¨¢cticas de dos mujeres muy bien entrenadas, de gran capacidad histri¨®nica y amplias conocedoras de la t¨¦cnica del mimo, una codificaci¨®n del gesto que en riada es comparable a los postulados de Decroux y que, sin embargo, acude a un registr¨® de contraste con momentos tiernos, muy de la tradici¨®n francesa.Tanto Holla como Kuijpers dominan la escena y el gesto, llev¨¢ndose la caracterizaci¨®n de la segunda el gato al agua en casi todas las escenas.
El trabajo, que no es equilibrado en cuanto a ritmo y decae por momentos, ahonda en las relaciones humanas, convirtiendo actitudes absurdas en par¨¢bola casi b¨ªblica de la que todos deb¨ªan tomar consejo. Hay asociaciones que sienten la influencia del teatro de la crueldad, no de la palabra del g¨¦nero, sino del gesto tremendista, como la sesi¨®n de antropofagia, una secuencia que rompe esa cierta monoton¨ªa.
Solo d¨²o
Karina Holla e Ingrid Kuijpers. Vestuario: Isaac Koole-, escenografia.: Keso Dekker; creaci¨®n m¨ªmica de Karina Holla. Madrid. Sala Olimpla, 18 de marzo.
Ellas son dos payasos (dos m¨¢scaras) que, con humor corrosivo e iron¨ªa, actualizan un antiguo d¨²o: la t¨ªmida y la lista, la buena y la mala. La acci¨®n-repulsi¨®n que consiguen arma una atmosfera de ritual sat¨¢nico donde el odio, el amor, la dependencia, la necesidad de aniquilar a la pareja/contrario dan las pautas din¨¢micas o de quietismo.
Esto es capital, pues Karina Holla, que es la creadora t¨¦cnica de la trama, concede igual importancia a quedarse est¨¢tica o a moverse desenfrenadamente hasta la catarsis. Ella sabe, por sus experiencias danc¨ªsticas -hizo un memorable espect¨¢culo basado en la agitada vida de la bailarina alemana de entreguerras Valeskaa Ghert-, que la pose congelada puede transmitir muchas cosas, igual que tambi¨¦n concede lugar a los silencios donde la acci¨®n m¨ªmica se impone.
Bestia y ladrido
La escena final es la mejor y pone un digno colof¨®n a la noche. Las dos actrices regresan a escena luego de haberse aniquilado mutuamente, y, mediante guturaciones que sirven de fondo sonoro y di¨¢logo a la vez, van cayendo en la posesi¨®n de las las bestias.El sonido vocal llega casi al ladrido y se establece una comunicaci¨®n final entre los personajes, contando con un tercero, el p¨²blico, que seg¨²n el argumento no deb¨ªa existir, pues las pose¨ªdas deb¨ªan haber llegado a un teatro vac¨ªo para ser sometidas a un examen de actuaci¨®n que finalmente devino en confesi¨®n y acto de contrici¨®n. La absoluci¨®n la dio el aplauso del p¨²blico.
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