El Gobierno de la circunscripci¨®n ¨²nca
Los tratados fundacionales de las Comunidades Europeas reconocen al Parlamento Europeo la capacidad de iniciativa para elaborar un proyecto de ley electoral uniforme para las elecciones europeas. Desgraciadamente, el objetivo de lograr un procedimiento electoral ¨²nico ha fracasado por el momento. En marzo de 1986, los presidentes de los grupos parlamentarios decidieron constituir un grupo oficial de trabaj9, denominado Derecho Electoral ¨²nico, a fin de presentar un texto de compromiso que posibilitara su posterior tramitaci¨®n parlamentaria.
El resultado final ha sido un documento consensuado, fruto de un trabajo que nos ha llevado
muchas sesiones monogr¨¢ficas, y en las que, curiosamente, ha brillado por su ausencia el partido del Gobierno.El sistema brit¨¢nico
La dificultad estribaba en combinar el sistema electoral brit¨¢nico, de car¨¢cter personalizado y mayoritario, con _numerosas circunscripciones, con el sistema continental, que en grandes l¨ªnieas es proporcional, de listas cerradas y con diferentes modelos de circunscripciones. Por otro lado, los intereses electorales de los partidos peque?os y de los grandes son completamente diferentes, por lo que deb¨ªa arbitrarse una soluci¨®n proporcional que favoreciese a los primeros.
En s¨ªntesis, el anteproyecto parte del reconocimiento de las circunscripciones electorales con un n¨²mero de 5 a 15 diputados, rechaz¨¢ndose la lista ¨²nica y cerrada. Como f¨®rmula de reparto y adjudicaci¨®n de esca?os se utiliza el m¨¦todo Hare-Niemeyer, mediante c¨¢lculo estatal, que es una regla m¨¢s sencilla y respetuosa con el pluralismo que el sistema de D'Hont. Es el polo opuesto del proyecto del Gobierno, por lo que, si mantienen el mismo criterio a nivel europeo, ello impedir¨¢ la aprobaci¨®n futura de un procedimiento electoral uniforme-fundamental para el avance de la construcci¨®n europea, al imposibilitar la aproximaci¨®n de los esquemas electorales de los distintos pa¨ªses.
Son muchas las razones que desaconsejan la circunscripci¨®n ¨²nica. S¨®lo los pa¨ªses peque?os o centralistas lo tienen. El Estado de las autonom¨ªas est¨¢ en entredicho, y esta ley va a ser una prueba fundamental.
No es un capricho pol¨ªtico de los partidos nacionalistas el reclamar la circunscripci¨®n auton¨®mica, ya que en Bruselas y Estrasburgo se deciden cuestiones que afectan directamente a las autonom¨ªas, a los intereses econ¨®micos y sociales de ¨¢reas geogr¨¢ficas concretas, y que son contradictorias muchas veces de unas regiones a otras.
En el informe Seitlinger se destacaba como medio de. evitar la despersonalizaci¨®n y el distanciamiento entre los partidos y los ciudadanos, el establecimiento de circunscripciones electorales reducidas. Dec¨ªa: "El sistema electoral debe ayudar a crear un contacto directo entre el electorado y sus representantes".
Naturalmente, no es nuestra. intenci¨®n imponer este criterio a aquellas comunidades aut¨®nomas que no lo deseen. Hasta la fecha s¨®lo se han, pronunciado, que yo sepa, Euskadi, Catalu?a y Galicia, por lo que inicialmente deb¨ªa establecerse esta distinci¨®n motivada por su voluntad pol¨ªtica diferenciada, sin perjuicio de que en un plazo determinado a partir de la publicaci¨®n de la ley, otras Asambleas regionales puedan ejercitar su derecho.
En las diversas conferencias que se han desarrollado sobre temas regionales en Europa numerosas voces han pedido un mayor protagonismo de las mismas en sus relaciones con las Comunidades, considerando en ese sentido muy positivo que los diputados sean elegidos en circunscripciones regionales, ctuando de esta forma como portavoces en una serie de problemas espec¨ªficos.Una sociedad pluralista
_La primera reflexi¨®n en orden a elegir el mejor sistema electoral deriva del hecho singular que el Parlamento Europeo no elige un Gobierno, y su labor principal es representar la diversidad pol¨ªtica y cultural europea, de modo que sea el retrato vivo de una sociedad pluralista. El sistema de D'Hont, que favorece a los partidos mayoritarios, se justifica si facilita la gobernabilidad frente a la inestabilidad que genera una fragmentaci¨®n excesiva.
Es necesario asegurar una adecuada representaci¨®n de las distintas minor¨ªas, de manera que el Parlamento Europeo sea un lugar de encuentro y de deliberaci¨®n constructiva entre las distintas voces que forman el amplio espectro de la democracia europea.
Curiosamente, el sistema elegido por el Gobierno elimina y borra del mapa pol¨ªtico a los partidos nacionalistas vascos. ?Es castual o intencional este atropello electoral?
Recientemente, con ocasi¨®n de la potencial reforma de las Juntas Generales del Pa¨ªs Vasco, se ha apelado a la proporcionalidad, a principios pluralistas, etc¨¦tera. El PNV ha defendido con coherencia pol¨ªtica un modelo confederal que en alg¨²n caso le perjudicaba, como es el supuesto de la infrarrepresentaci¨®n de Vizcaya en el Parlamento vasco.
El PSOE tiene ahora la ocasi¨®n de poner en pr¨¢ctica los principios que ha pregonado como palad¨ªn del pluralismo. Si en las Juntas Generales defiende la proporcionalidad pura; en el Parlamento vasco, la representatividad paritaria, y en el Parlamento Europeo, aniquila las minor¨ªas, habr¨¢ que deducir que su ¨²nica meta ha sido el confeccionar un traje electoral a su medida, en un oportunismo electoral desprovisto de ¨¦tica pol¨ªtica.
Alianza Popular, integrada en un grupo parlamentario firme detractor de la circunscripci¨®n ¨²nica, se encuentra inmersa en un interesante proceso de renovaci¨®n. Recientemente, su locuaz y convincente presidente, Hern¨¢ndez Mancha, ha manifestado su deseo de que le voten tambi¨¦n los rockeros y pasotas. Espero que se acuerde, en esta ocasi¨®n de tender una mano a los partidos nacionalistas porque dicho gesto tendr¨ªa una repercusi¨®n muy positiva en las autonom¨ªas hist¨®ricas.
Al CDS, IU, PL y PDP es l¨®gico que no les guste la ley de D'Hont en base a cireunscripciones regionales. Comprendo perfectamente, como he podido comprobar en Estrasburgo, que existen cuestiones electorales de car¨¢cter vital para los partidos no mayoritarios. Sin embargo, existen m¨¦todos que, respetando las circunscripciones auton¨®micas, abren la posibilidad de un reparto global y proporcional de esca?os.
Si lo que se pretende es cerrar el acceso de la coalici¨®n Herri Batasuna -como lo prueba el hecho novedoso de exigirse el juramento a la Constituci¨®n-, se equivocan de medio a medio. Herri Batasuna puede presentarse en el conjunto del Estado con un mensaje radical que puede resumirse en un eslogan ya utilizado en el Pa¨ªs Vasco: "Vota lo que m¨¢s les duele".
As¨ª podr¨ªa recoger el voto del descontento m¨¢s diverso, por motivaciones sociol¨®gicas y psicol¨®gicas, especialmente en sectores j¨®venes o marginales de la sociedad. Una lista encabezada por alguna personalidad similar al popular El Cojo y apoyada por grupos musicales podr¨ªa deparar sorpresas.
En cualquier caso, si este proyecto de ley permanece inalterable, abre una interrogaci¨®n importante para el futuro de Euskadi. El abanico pol¨ªtico est¨¢ en un proceso de recomposici¨®n din¨¢mico donde nada es aventurado predecir, sean uniones o convergencias o escisiones.
Lo ¨²nico que sigue uniendo a los vascos es la gastronom¨ªa, el canto y el deporte, pero podr¨ªa ocurrir que esta ley sea un factor de aproximaci¨®n in¨¦dito, al ser un imperativo categ¨®rico de superv¨ªvencia electoral, cuya responsabilidad recaer¨ªa en el PSOE. De lo que s¨ª estoy seguro es de que no se atrever¨ªan a presentarlo en el Parlamento Europeo como modelo electoral, porque es impresentable desde una perspectiva europe¨ªsta.
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