"En las negociaciones sobre las bases habr¨¢ un acuerdo final satisfactorio"
Juli¨¢n Santamar¨ªa, nuevo embajador en EE UU, pretende afianzar la imagen de Espa?a en ese pa¨ªs
El pr¨®ximo d¨ªa 27 tiene previsto incorporarse a su puesto en Washington el nuevo embajador de Espa?a en Estados Unidos, Juli¨¢n Santamar¨ªa, de 46 a?os, destacado representante de los yuppies socialistas de Majadahonda, director hasta ahora del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS). Un embajador pol¨ªtico, con excelentes contactos con la Moncloa. El nuevo embajador, que se estrenar¨¢ en el cargo asistiendo a la pr¨®xima reuni¨®n negociadora sobre las bases, en Washington, los d¨ªas 2 y 3 de abril, est¨¢ convencido de que finalmente habr¨¢ un acuerdo satisfactorio para ambas partes.Pregunta. ?Qu¨¦ se propone aportar usted como embajador pol¨ªtico, cercano a la Moncloa, en las relaciones Madrid-Washington?
Respuesta. B¨¢sicamente, un canal fluido de comunicaciones entre los dos pa¨ªses, en un intento tambi¨¦n de equilibrar la accesibilidad de los mensajes espa?oles en Washington con la que tienen en Espa?a los mensajes de Estados Unidos.
P. Usted conoce Estados Unidos, ha vivido all¨ª (estudi¨® en Yale entre 1971 y 1973); ?qu¨¦ imagen cree que tiene Espa?a en EE UU y, en su caso, qu¨¦ aspectos de esa imagen le gustar¨ªa cambiar?
R. A m¨ª me parece que Espa?a no s¨®lo es poco conocida, sino que es mal conocida. La imagen que predomina es la de un pa¨ªs tradicional, con buenos productos artesanales, poco orientada hacia la modernidad. Y, l¨®gicamente, a m¨ª me gustar¨ªa hacer un esfuerzo por modificar esa imagen.
P. ?Y cuenta con medios para ello?
R. Yo creo que en cuanto a recursos humanos hay una dotaci¨®n excelente en la Embajada y en los diversos consulados, que trataremos de reforzar en lo posible. En cuanto a recursos econ¨®micos, es bien conocida la escasez e insuficiencia de medios en nuestra representaci¨®n exterior. Pero creo que existe la voluntad de hacer frente en el futuro inmediato a esa necesidad en un pa¨ªs como Estados Unidos.
P. Tal como van las negociaciones, parece que los F-16 norteamericanos estacionados en Torrej¨®n van a ser su principal motivo de preocupaci¨®n en Washington.
R. Bueno, es evidente que en los primeros meses el tema de las negociaciones va a ocupar un tiempo importante en mi dedicaci¨®n, pero no quiero que se entienda que es el ¨²nico problema que me preocupa desde el primer momento. Hay problemas tambi¨¦n sumamente importantes y de car¨¢cter m¨¢s permanente, como es el del incremento de los intercambios econ¨®micos con Estados Unidos.
P. ?C¨®mo ve usted, desde fuera, el estado de las negociaciones sobre la reducci¨®n de la presencia militar norteamericana en Espa?a?
R. En un momento complicado, pero que incorpora algunos elementos nuevos, puesto que, aun cuando la propuesta presentada por la parte americana en febrero se mantiene muy distante de las posturas espa?olas, implica ya un cierto cambio de posici¨®n respecto a la actitud mantenida hasta ese momento.
P. ?Cree usted que las presiones de Estados Unidos acabar¨¢n modificando, suavizando, la posici¨®n espa?ola?
R. La posici¨®n espa?ola hasta este momento es muy firme y creo que va a seguir siendo una posici¨®n de firmeza, ya que est¨¢ avalada por un mandato popular inequ¨ªvoco en el refer¨¦ndum del 12 de marzo de 1986 y en un an¨¢lisis muy meditado de las condiciones que mejor garanticen, y de forma m¨¢s econ¨®mica, los intereses comunes, as¨ª como el sistema occidental en su conjunto.
P. Si hubiera un fracaso en las negociaciones sobre las bases, ?qu¨¦ consecuencias cree que se derivar¨ªan para las relaciones hispano-norteamericanas?
R. Es dif¨ªcil definir el t¨¦rmino fracaso en ese contexto. Las actuales negociaciones pretenden reducir los efectivos militares de forma negociada. No veo que en esa v¨ªa exista la posibilidad de fracaso. Habr¨¢ un acuerdo final, de eso estoy seguro, que podr¨¢ ser m¨¢s o menos satisfactorio para cada una de las partes, pero estoy seguro de que ser¨¢ un acuerdo ampliamente satisfactorio.
P. Usted es un embajador pol¨ªtico, miembro del PSOE. ?Con qui¨¦n va a tener mejor comunicaci¨®n, con la Moncloa o con el palacio de Santa Cruz?
R. A m¨ª me parece que es obligaci¨®n de cualquier embajador utilizar los canales jer¨¢rquicos establecidos, es decir, hablar a trav¨¦s del ministro de Asuntos Exteriores, lo que no quiere decir que, eventualmente, y si hay requerimiento de otro tipo, los canales est¨¦n abiertos en todas las direcciones.
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