Lafontaine se afianza como 'hombre fuerte' del SPD

Oskar Lafontaine, jefe del Gobierno en el Estado federado del Sarre y l¨ªder del ala izquierdista del Partido Socialdem¨®crata Alem¨¢n (SPD), sigue siendo el m¨¢s claro aspirante a ser el pr¨®ximo candidato de su partido a la canciller¨ªa de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), pese a que haya sido Hans Jochen Vogel el elegido para suceder a Willy Brandt en la presidencia de? partido. El canciller, el democristiano Helmut Kohl, que unos d¨ªas antes M esc¨¢ndalo Margatita Mathioponlos -la ciudadana griega cuyo frustrado nombramiento como portavoz del partido aceler¨® la dimisi¨®n de Brandt- se hab¨ªa entrevistado con el presidente del SPD para estudiar en com¨²n la pol¨ªtica de cooperaci¨®n con la URSS y Alemania Orienta?, no se ha querido pronunciar sobre el cese, el lunes, de Brandt, con quien mantiene buenas relaciones personales.

Oskar Lafontaine ha sido nombrado vicepresidente, junto a Johannes Rau, que mantiene su puesto, pero sus aspiraciones a ser el candidato del partido no se han reducido lo m¨¢s m¨ªnimo. Lafontaine hab¨ªa expuesto ya en el seno de la direcci¨®n sus reservas a ser nombrado ahora presidente, ya que tem¨ªa el desgaste pol¨ªtico de este puesto hasta las elecciones de 1991.Vogel, que no se hab¨ªa ofrecido para el puesto de presidente, lo ha aceptado como una nueva prueba de su ya proverbial lealtad al partido, pese a que en c¨ªrculos internos hab¨ªa expresado su negativa a ser un presidente de transici¨®n, en lo que finalmente se ha convertido.

Vogel, trabajador inagotable, cuenta con el reconocimiento de los cuadros y la base y no despierta pasiones ni hostilidades como Lafontaine. No obstante, como demostr¨® en las elecciones de 1983, en las que fue candidato socialdem¨®crata a la canciller¨ªa, este antiguo alcalde de Berl¨ªn Oeste carece por completo del carisma necesario para ser el motor electoral socialdem¨®crata.

La crisis de mando que Brandt ha sido incapaz de resolver comenz¨® en realidad con la irrupci¨®n de los verdes en el panorama pol¨ªtico alem¨¢n, con el debate sobre la doble decisi¨®n de la OTAN, la ca¨ªda de Helmut Schinidt y el despliegue de los euromisiles.

Los intentos del SPD por encontrar un nuevo espacio en la izquierda, "puesta patas arriba por los verdes", como dicen algunos dirigentes del SPD, provocaron un debate sobre la necesidad de abrirse hacia la izquierda o hacia el centro del espectro pol¨ªtico cuya virulencia ha superado la capacidad de integraci¨®n del viejo presidente.

Pol¨ªticos como Helmut Schmidt, Hans Juergen Wischnewski o Hans Apel piden una pol¨ªtica para recuperar el centro. Otros como Lafontaine, Biorri Engholin, Gerhard Schroeder o Heide Simonis -todos ellos del grupo de los nietos de Brandt- quieren hacerse con el voto del elector de nuevo tipo de una izquierda cualitativamente distinta a la tradicional, m¨¢s vinculada a los movimientos ciudadanos que a los sindicatos, con especial inter¨¦s en el desarme y medio ambiente, con cierta tendencia neutralista y que ven con recelo la pol¨ªtica econ¨®mica tradicional. Vogel se halla en una posici¨®n de equidistancia de ambas alas, lo que le convierte en el personaje id¨®neo no s¨®lo para evitar a Lafontaine el desgaste sino para dirigir el debate del partido hasta que la pol¨¦mica sea zanjada.

El nombramiento de Lafontaine como candidato a la canciller¨ªa, deseado por Brandt, ser¨ªa, por tanto, una consecuencia l¨®gica del debate ideol¨®gico habido en el SPD desde que perdi¨® el poder.