Los cardenales que controlan las finanzas vaticanas defienden a Marcinkus

La comisi¨®n internacional de cardenales encargada por el papa Karol Wojtyla de controlar las finanzas vaticanas, que se hab¨ªa reunido estos d¨ªas en Roma, termin¨® ayer por la ma?ana sus trabajos y se espera para hoy un comunicado oficial. Seg¨²n informaciones recogidas por este corresponsal, el comunicado de este a?o es m¨¢s detallado y contiene, al parecer, una alusi¨®n de defensa al Instituto para las Obras de Religi¨®n, o banco del Papa, que preside el arzobispo Paul Marcinkus.

Dicho comunicado estaba redactado ya ayer por la tarde, pero se prefiri¨® no entregarlo a la Prensa para no comprometer la informaci¨®n sobre la enc¨ªclica mariana de Juan Pablo II. A la reuni¨®n de cardenales asistieron este a?o s¨®lo 10 de los 15 nombrados por el Papa. Uno de los ausentes fue el espa?ol Narciso Jubany, arzobispo de Barcelona.En cuanto al delicado problema de Marcinkus, para quien los magistrados de Mil¨¢n han pedido la c¨¢rcel y el Ministerio de Justicia estudia la f¨®rmula para poder detenerle, los cardenales han vuelto a sus respectivos pa¨ªses convencidos de que se ha tratado s¨®lo de un puro "manejo pol¨ªtico italiano" de cara a las posibles elecciones anticipadas.

Adem¨¢s, en el balance del a?o pasado, el departannento que mejor queda es, precisamente, el Governatorato de la Ciudad del Vaticano, que presenta, al parecer, unos ingresos de 1.000 millones de pesetas. Y Marcinkus es el vicegobernador del peque?o Estado vaticano. Se trata de ingresos por venta de sellos, medallas, entradas a museos y ventas del economato vaticano. Sin embargo, se confirma un fuerte pasivo en las finanzas vaticanas de unos 7.000 millones de pesetas.

?bolo de San Pedro

Se ha discutido sobre la necesidad de que el Vaticano conozca lo que cada di¨®cesis -y no s¨®lo cada pa¨ªs- entrega en concepto del llamado ¨®bolo de San Pedro, la limosna que los fieles de todo el mundo dan cada a?o al Papa por la festividad de San Pedro. Se intenta as¨ª llegar a una especie de cuota por n¨²mero de fieles. Se propuso, por ejemplo, a los norteamericanos que dicho ¨®bolo de San Pedro alcance por lo menos a medio d¨®lar por feligr¨¦s.Los episcopados que pr¨¢cticamente sufragan la mayor¨ªa de los gastos de la Santa Sede, como los de EE UU, la Rep¨²blica Federal de Alemania e Italia, quieren, al parecer, que el Vaticano distinga entre lo que es la actividad de la Santa Sede y de apostolado del Papa y todo lo dem¨¢s. Dichos episcopados est¨¢n dispuestos a ayudar a sufragar los gastos del Papa, pero se muestran reacios a colaborar, por ejemplo, en los gastos de Radio Vaticano (2.000 millones de pesetas) y de L'0sservatore Romano (900 millones de pesetas).

Hasta el a?o pasado, Radio Vaticano era financiada por el Governatorato, pero en 1986 sufrag¨® dichos gastos Propaganda Fide. En todo caso, se trata de dinero enviado por los fieles de todo el mundo para las misiones, y los cardenales no parecen estar de acuerdo en que dicho dinero acabe en la radio vaticana.

Cuando los cardenales estaban reunidos les lleg¨® la noticia de que, en Colombia, la Caja Vocacional, especie de banco del episcopado de aquel pa¨ªs, ha quebrado, dejando un agujero de millones de d¨®lares. El problema de la eficiencia de la Iglesia en mater¨ªa de finanzas preocupa por eso cada d¨ªa m¨¢s al Papa y a la Santa Sede, constre?ida a vivir entre lo divino y lo humano.