Poema fr¨ªo

Las losas de Alcantarilla, que fue el primer espect¨¢culo de Hinderik de Groot en este festival, se convierten ahora en cuadrados de vidrio sobre el mismo plano inclinado, con el mismo sistema de m¨®vil escult¨®rico.El cristal, los cuerpos, componen un bello espect¨¢culo de f¨ªsica recreativa, que sigue respondiendo al intento de dar tres dimensiones en un escenario a lo que en los modernos v¨ªdeos son dos, pero con la misma intenci¨®n est¨¦tica. Hasta el punto de que una parte del espect¨¢culo es una proyecci¨®n cinematogr¨¢fica sobre los mismos elementos que aparecen en escena.

Cabe, por tanto, mantener toda clase de dudas acerca de si todo ello responde al nombre de teatro o si es otro tipo de especulaci¨®n visual. Vivimos una ¨¦poca en la que la modernidad ha abolido en gran parte las fronteras entre g¨¦neros -la posmodernidad trata, hasta cierto punto, de reponerlas- y, por tanto, parece anticuado decir que -el teatro es otro tipo de arte espec¨ªfico.

Experimentos

Pero lo que se comprueba a diario con estos experimentos, que sin duda contienen una gran belleza, es que la servidumbre a otras t¨¦cnicas hace perder valores al escenario. Un clip siempre tendr¨¢ mejores medios para desarrollar la imaginaci¨®n, y por muy leve que sea el cristal, por muy impalpable que sea la luz, hay un material pesado y una necesidad de mec¨¢nica que empeque?ece la intenci¨®n.La expresi¨®n de este breve poema esc¨¦nico que escenifica el Studio Hinderik est¨¢ en el juego de un hombre y cuatro mujeres -cuatro arrogantes flamencas-, que llegan al desnudo total; entre ¨¦l y ellas se interpone siempre lo invisible, el cristal, una frialdad que les separa.

Quiz¨¢ otros espectadores hayan visto otra cosa. Pero lo que parece ostensible en el poema fr¨ªo es el alarde de visualidad, de imagen, de inspiraci¨®n pict¨®rica, hecha con t¨¦cnica de ingenier¨ªa y arquitectura. Todo lo cual entusiasm¨® al joven p¨²blico de la sala Olimpia, que abarrot¨® el teatro y aplaudi¨® con entusiasmo aut¨¦ntico.