Los deslices de sus se?or¨ªas

Hern¨¢ndez Mancha no afina con las citas literarias. Hace poco confundi¨® a Unamuno con Valle-Incl¨¢n, refiri¨¦ndose al primero como destinatario de la pincelada (de Primo de Rivera, precisamente) que defin¨ªa al segundo como "tan eximio escritor como extravagante ciudadano". Ayer pretendi¨® responder en verso a Adolfo Su¨¢rez y atribuy¨® a Santa Teresa el soneto de Lope de Vega que comienza: "Qu¨¦ tengo yo que mi amistad procuras...".Tampoco anduvo fino el candidato Mancha en historia contempor¨¢nea cuando se refiri¨® a Fern¨¢ndez Ordo?ez como ministro de Su¨¢rez en la ¨¦poca -mayo de 1980- en que el PSOE present¨® su moci¨®n de censura. No lo era por aquellas fechas.

Pero no es Mancha el ¨²nico que no afina. Guerra tuvo ocasi¨®n de reprochar al portavoz aliancista, Juan Ram¨®n Calero, su dudosa traducci¨®n de miles (soldados) por militantes, en una cita de Septimio Severo con que el diputado adorn¨® su discurso. Claro que el vicepresidente cont¨® con el asesoramiento del diputado socialista por Alicante y catedr¨¢tico de lat¨ªn Jos¨¦ Bebi¨¢, que ocupaba un esca?o inmediatamente posterior.

La falta de un marx¨®logo solvente en sus inmediaciones le hizo, sin embargo, cometer un desliz impropio del ex librero sevillano: atribuy¨® a "la derecha reaccionaria" la expresi¨®n "socialismo o barbarie", que, como sabe -o sab¨ªa, hasta hace poco- cualquier secretario de c¨¦lula, se debe a Rosa Luxemburgo.