Vigilantes privados exigen identificaci¨®n para entrar en el colegio Los ?ngeles

El Ministerio de Educaci¨®n investiga las presuntas irregularidades en el colegio privado -concertado para EGB- Los ?ngeles-Nuevo Centro, en Villaverde. Padres y profesores denunciaron que vigilantes jurados -a veces armados- vigilan el centro y exigen identificarse para visitarlo. Tambi¨¦n acusan al director, Alberto Mart¨ªn Alfonso, de designar a los miembros del consejo escolar -seis son parientes suyos-, de cobros indebidos, de deudas con la Seguridad Social y de ocultar el destino de las subvenciones. Mart¨ªn niega toda ilegalidad y elogia el sistema de vigilancia.

La m¨¢s llamativa anomal¨ªa del centro es la vigilancia del colegio por empleados de una empresa de seguridad [Sucri] "armados con rev¨®lver, porra y esposas", seg¨²n se denunci¨® ante Educaci¨®n. Los vigilantes exigen a toda persona que desea entrar en el colegio que se identifique y, en ocasiones, se le retiene el carn¨¦ o se le niega la entrada, afirman algunos padres. Fuentes policiales tacharon de ilegal, la retenci¨®n de carn¨¦s: "Eso no podemos hacerlo ni nosotros".

Posibles ilegalidades

Inspectores de Educaci¨®n, no sin irritaci¨®n, comprobaron c¨®mo se les imped¨ªa el paso si no se identificaban. Un alto cargo provincial de Educaci¨®n muestra su estupor ante estas exigencias y la presencia, en torno a escolares, de vigilantes armados. "Es un caso ¨²nico en todo el territorio dependiente de Educaci¨®n. Es ilegal que los padres tengan que identificarse y sufrir tales inconvenientes". Este alto cargo, sin embargo, dijo desconocer si es legal o no que personas armadas custodien a escolares.Por el contrario, Mart¨ªn se enorgullece de esta vigilancia: "El centro est¨¢ situado fuera del casco urbano de Villaverde, con doce asaltos diarios, y tenemos vigilantes para evitar drogas y atracos. Estamos rodeados de chabolas y delincuencia y los padres est¨¢n super contentos de que haya seguridad". Y agrega el director: "Por el d¨ªa no est¨¢n armados y exigen la identificaci¨®n para saber qui¨¦n entra pero no se retiene el carn¨¦, ni hay lista negra de personas que no pueden entrar, s¨®lo deben respetar un horario".

Alg¨²n padre comenta que uno de estos vigilantes suele exhibir su arma a los escolares. Y varios profesores y padres se quejan de que esta "guardia pretoriana del director" les impide reunirse en el colegio para debatir cuestiones acad¨¦micas o laborales. "Los d¨ªas en que se prev¨¦n follones vienen hasta cuatro vigilantes [habitualmente hay uno por la ma?ana y otro por la noche] y en una ocasi¨®n desenfund¨® su pistola", dicen. El titular del centro niega que haya "follones" siquiera.

El centro, situado en el kil¨®metro 0,5 de la carretera Villaverde-Toledo, cuenta con unos 1.300 alumnos, de preescolar a COU. El voluminoso expediente abierto sobre el colegio ya ha supuesto seis visitas de inspectores de Educaci¨®n, y se espera que est¨¦ concluido en mes y medio, seg¨²n fuentes de Educaci¨®n. En este departamento, como hip¨®tes¨ªs extrema y de confirmarse las denuncias, se considera la posibilidad de la inhabilitaci¨®n de Mart¨ªn como titular, pero se descarta el cierre del colegio, para no perjudicar a los alumnos. Alberto Mart¨ªn fue "sancionado y apercibido" por Educaci¨®n en 1978 por anomal¨ªas en sus centros.

Educaci¨®n sospecha que no se dieron las garantias suficientes en el proceso de elecci¨®n del consejo escolar. Los denunciante son m¨¢s tajantes. Afirman que no, hubo elecci¨®n sino designaci¨®n de sus miembros por el titular. Mart¨ªn reconoce que en el consejo, que ¨¦l preside, figuran seis parientes suyos (tres hermanos, un cu?ado, una sobrina y un primo), pero asegura que las elecciones fueron escrupulosas y atribuye a la "casualidad" o a la "capacidad de liderazgo" de sus deudos que salieran elegidos.

Tambi¨¦n se investiga si el Propio Mart¨ªn posee titulaci¨®n acad¨¦mica y ha ejercido la docencia, requisitos para presidir el consejo escolar. Est¨¢ en estudio, igualmente, si el profesorado posee la titulaci¨®n pertinente. "Est¨¢n titulados todos", dice el director.

Sin reconocimiento oficial

A primeros de este a?o, los alumnos de BUP (161) y COU (20), tuvieron la desagradable sorpresa, ya mediado el curso, de que ambos niveles carec¨ªan de reconocimiento oficial. Los de COU hubieron de cambiar de centro, ya que ni los estudios ni los ¨¦xamenes ten¨ªan validez alguna. A los de BUP les quedaba la opci¨®n de seguir estudiando por libre en este colegio y luego examinarse en un centro oficial, con los consiguientes riesgos. El director sostiene que conoci¨® esa desautorizaci¨®n en diciembre y no es firme, pues la ha recurrido.