David Card¨²s
El cient¨ªfico espa?ol que entrena a los astronautas norteamericanos
David Card¨²s es el m¨¦dico espa?ol que forma parte del equipo de adaptadores de las condiciones f¨ªsicas de los astronautas norteamericanos al espacio. Actualmente, y a pesar del par¨®n originado por el accidente del Challenger, este catal¨¢n de 65 a?os, especializado en fisiolog¨ªa de altura y profesor en el Baylor College of Medicine de Houston, contin¨²a trabajando en su especialidad. ?l mismo no ha podido librarse de la fascinaci¨®n de escapar a las leyes de la gravedad: "Treinta a?os atr¨¢s", afirma, "sent¨ª la tentaci¨®n de viajar al espacio, y lo hubiera hecho a la menor oportunidad, pero no lleg¨®".
David Card¨²s obtuvo su licenciatura en medicina en la universidad de Barcelona, su ciudad natal, y luego realiz¨® estudios de posgrado en Francia y el Reino Unido. Desde el principio tuvo muy claro que quer¨ªa consagrar su vida a la investigaci¨®n, y no a la pr¨¢ctica de la medicina, y se especializ¨® en fisiolog¨ªa del ejercicio y fisiolog¨ªa de altura, que estudia las alteraciones que sufre el organismo humano sometido a una gran actividad o a una gran altura.Sus conocimientos en este campo le llevaron hasta Alburquerque en 1957, ciudad de Estados Unidos en la que se origin¨® el programa del espacio y donde el doctor Card¨²s realiz¨® una serie de experimentos y pruebas con los primeros pilotos que atravesaron la barrera del sonido. Al cabo de tres a?os, en 1960, se traslad¨® a Houston, donde comenz¨® su colaboraci¨®n con la NASA como miembro del equipo m¨¦dico que particip¨® en la selecci¨®n y adiestramiento fisiol¨®gico de los siete primeros astronautas que viajaron al espacio. El doctor Card¨²s reconoce que aquella primera selecci¨®n fue muy dura y estricta "porque no se sab¨ªa qu¨¦ pod¨ªa suceder al someter a un hombre a cuatro o cinco veces la fuerza de gravedad, como suced¨ªa en el lanzamiento". "En la actualidad", asegura, "la aceleraci¨®n de la nave se ha reducido a dos veces la fuerza de gravedad, y cualquier persona con buena salud, aunque tenga entre 40 y 70 a?os, puede realizar un viaje corto al espacio".
Tanto en aquellas primeras investigaciones como en experimentos posteriores descubrieron que la ingravidez produce alteraciones inmediatas, como el desplazamiento de l¨ªquidos del organismo de la parte inferior del cuerpo a la superior, provocando hinchaz¨®n en la cara, congesti¨®n o dolor de cabeza, a los que el hombre consigue adaptarse. "Otras alteraciones a m¨¢s largo plazo", se?ala el doctor Card¨²s, "son la atrofia muscular, la p¨¦rdida de calcio en los huesos o la anemia, problema este ¨²ltimo sobre el que todav¨ªa no tenemos una respuesta satisfactoria".
Por otro lado, s¨®lo los sovi¨¦ticos han observado reacciones ps¨ªquicas en los astronautas que han permanecido largas temporadas en el espacio, y concretamente se conocen los resultados del Soyuz 6, que estuvo 196 d¨ªas en ¨®rbita. "En este caso", se?ala David Card¨²s, "se detectaron cambios de la emotividad atribuibles al aislamiento y a la falta de contacto social. Sin embargo, en este ¨¢mbito los interrogantes son muchos e incluso se plantea la posibilidad de que puedan darse diferencias raciales en el campo de las alteraciones ps¨ªquicas".
David Card¨²s es tambi¨¦n miembro de la Asociaci¨®n Planetaria fundada por Carl Sagan, que investiga sobre la vida inteligente extraterrestre, y al cient¨ªfico catal¨¢n le resulta inconcebible que en todo el universo no haya otras formas de vida inteligente que las terrestres.
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