El p¨¢jaro en las cuerdas

En el verano de 1899 compone Sch?nberg su primera gran obra: Noche transfigurada. En 1917 realiza una adaptaci¨®n para orquesta de c¨¢mara. Lejos a¨²n del dodecafonismo, en Noche transfigurada emplea Sch?nberg una l¨ªnea crom¨¢tica que tiene mucho que ver con Wagner; si a ello se a?ade la ausencia de una forma musical concreta, encontramos las causas por las que no fue comprendida en su estreno, en 1902.S¨ª lo ha sido en Sevilla. La orquesta London Chamber Players entusiasm¨® con la lectura realizada, de rigurosa calidad, pero no pas¨® de esto, que, siendo mucho, no es todo. El contenido program¨¢tico de la obra, basado en el poema Dos hombres, de Richard Dehmel, se ech¨® de menos. Adri¨¢n Sunshine, director del grupo, es un m¨²sico elegante, de gesto preciso y controlado.

Que la Orquesta de Sevilla no es la Filarm¨®nica de Leningrado, Viena o Berl¨ªn, ni siquiera la Sinf¨®nica de Madrid. es evidente.Por esto, ante el riesgo de que el dificil P¨¢jaro de fuego stravinskiano

se tornase oscura ave nocturna, se pod¨ªa pensar que mejor dejar el p¨¢jaro tranquilo en su jaula y acometer una obra de menos vuelos. Pero el p¨¢jaro no se quem¨® ni se transform¨® en pajarraco. Vol¨® a una altura aceptable, con dignidad en el viento (particularmente clarinetes y flautas) y decorosa discreci¨®n al posarse en las cuerdas, pese a que alguna, a modo de cable de alta tensi¨®n, electrocutase en varios momentos el canto, si no de ruise?or, s¨ª de jilguero. Luis Izquierdo consigui¨® unificar el trabajo de la orquesta. Impuls¨® el vuelo, permitiendo el canto.

Precediendo a El p¨¢jaro de fuego, el percusionista Pedro Vicedo, haciendo alarde de ritmo y buen hacer musical, interpret¨® el Concierto para percusi¨®n y orquesta, de Darius Milhaud.

El ¨²nico compositor rigurosamente contempor¨¢neo del programa fue Tom¨¢s Marco. De ¨¦l se ha producido en este concierto el estreno espa?ol de su Tercera sinfon¨ªa. Con un solo movimiento, la t¨¦cnica compositiva empleada es sencilla, rehusando cualquier artificiosidad. Arpa, tromb¨®n solista y percusi¨®n desempe?an un importante papel en la sinfon¨ªa, concebida para una orquesta de reducidas dimensiones. Obra sugerente, en ella se insin¨²an situaciones, estados an¨ªmicos, que no llegan nunca a consolidarse, creando un cierto estado de inquietud.