La Prensa norteamericana no tiene motivos para sentirse orgullosa, seg¨²n Bernstein

Carl Bernstein, uno de los dos reporteros del Washington Post que investigaron el Watergate, afirm¨® ayer en Barcelona que, desde la ca¨ªda de Richard Nixon, la Prensa norteamericana no tiene motivos para sentirse orgullosa, ya que se ha sumido en un proceso de autocomplacencia bajo el que se oculta su incapacidad para aprovechar la libertad de informaci¨®n.

Bernstein clausur¨® ayer el seminario sobre periodismo de investigaci¨®n organizado por el Colegio de Periodistas de Catalu?a. "Esta org¨ªa de autocomplacencia", dijo, "est¨¢ absolutamente injustificada, pues ni siquiera en el momento de destapar el Watergate estuvo a la altura de sus posibilidades. En el momento en que publicamos las primeras informaciones sobre el caso, hab¨ªa en Washington m¨¢s de 2.000 periodistas en ejercicio. Seis meses despu¨¦s, cuando ya estaba absolutamente clara la gravedad del caso, s¨®lo 14 periodistas fueron designados por sus respectivas empresas para seguir esta informaci¨®n".Seg¨²n Bernstein, en los ¨²ltimos a?os, la Prensa y, particularmente, la televisi¨®n "han abandonado el principal objetivo de la profesi¨®n period¨ªstica, que es divulgar la verdad de los hechos que se producen, y han ca¨ªdo en una gran superficialidad, ocup¨¢ndose especialmente de las an¨¦cdotas y cotilleos de las gentes famosas". "Los informativos", dijo, "se limitan a reproducir, como si los periodistas fu¨¦ramos meros taqu¨ªgrafos, lo que dicen los pol¨ªticos, sin averiguar si lo que dicen se corresponde con lo que hacen".

A ello hay que sumar que, a consecuencia del Watergate, la Administraci¨®n de Nixon engendr¨® un gran desprecio hacia la Prensa, y ¨¦se es, seg¨²n Bernstein, un legado que ha cultivado tambi¨¦n la Administraci¨®n de Ronald Reagan: "El presidente ha intentado desprestigiar a la Prensa acus¨¢ndola de ser la responsable de los males que denuncia y ha protagonizado draconianos esfuerzos para limitar la libertad de informaci¨®n. Y la Prensa, en lugar de responder adecuadamente, se ha sumido en la autocomplacencia. No, realmente, no tiene motivos para sentirse orgullosa".

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