Un ensayo fr¨ªo

La compa?¨ªa Espacio Cero tiene una trayectoria de siete a?os y 10 espect¨¢culos -lo cual es mucho en este pa¨ªs- y se ha ganado el respeto y la admiraci¨®n por su manera limpia y bella de hacer teatro y por la calidad y la cohesi¨®n de sus actores, aunque no todas sus presentaciones hayan tenido el mismo resultado.Carambola es el espect¨¢culo n¨²mero 11, y produce alguna inquietud ya sospechada en sus ¨²ltimos estrenos: la de que esta compa?¨ªa se encierre demasiado en s¨ª misma o tienda m¨¢s a disfrutar ella misma en sus propias creaciones de lo que pretende hacer disfrutar al p¨²blico.

La obra se acompa?a con largos textos impresos. Es ya costumbre en el teatro contempor¨¢neo: antes se exig¨ªa al espect¨¢culo que se explicase y se justificase por s¨ª solo. Ahora la huida del texto o su disminuci¨®n voluntaria hacen que la escritura se desplace fuera del escenario, a los; programas o hasta libros con que se acompa?a, donde se suele explicar lo que se ha querido hacer y por qu¨¦.

Es un s¨ªntoma de que el teatro se hace incompleto por s¨ª solo. En el texto que acompa?a a Carambola, sus creadores explican que la obra "no es otra cosa que un intento de integrar en un terreno concreto a creadores de distintos campos". Que no sea, adem¨¢s, esa otra cosa que se anula es lo que preocupa y lo que se nota.

Hay, efectivamente, cinco buenos actores en escena, capaces de demostrar su capacidad gestual, su voz, su colocaci¨®n, sus interrelaciones; una pel¨ªcula donde los mismos actores, acompa?ados por otros, mantienen los mismos valores y que tampoco es explicativa de nada; una buena partitura -de la orquesta Las Nubes-; un vestuario y una escenografla m¨®vil con gran belleza, bien pintada por las luces.

Pobre texto

Y un texto pobre, que busca una poes¨ªa superrealista y un despiezamiento de frases m¨¢s bien incoherentes. Todo ello mezcla bien, refleja minuciosidad de erisayo y de trabajo, intencionalidad est¨¦tica conseguida. Pero est¨¢ encerrado en s¨ª mismo, en su hermetismo y en su decisi¨®n de no comunicar nada que no sea frialdad.El encuentro de esos elemeritos para producir la carambola del t¨ªtulo -el choque de valores, las trayectorias de las acciones m¨ªnimas, la interacci¨®n entre las artes, con resultados a veces inesperados- se queda en frialdad y aburrimiento.

Espacio Cero hace otra demostraci¨®n de sus valores, pero no los utiliza a fondo, no los hace restallar en ese algo m¨¢s que es; esencial en el teatro. Todo lo que emplean es un medio para conseguir un fin que no llega nunca -la finalidad dram¨¢tica-; convertir ese medio en finalidad por s¨ª misma es insuficiente.

Queda dicho que sus valores intr¨ªnsecos est¨¢n patentes y que les falta una orientaci¨®n, un grado de hacerse comprensibles. Pero esos valores fueron suficientes para que el p¨²blico muy especial y muy adicto que tiene esta compa?¨ªa -y que se ha ganado limpiamente-, que asisti¨® al estreno en la Sala Olimpia, prorrumpiera en ovaciones, despu¨¦s de haber asistido en respetuoso silencio -aunque hubo alguna fuga- a la representaci¨®n.