El Papa condena la violencia contra la injusticia
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
Juan Pablo II llega esta noche a Argentina tras sus tensas y contradictorias jornadas chilenas. En su ¨²ltima etapa se encontr¨® con el mundo de los trabajadores en Concepci¨®n, con los campesinos e ind¨ªgenas en Temuco, la tierra de la araucaria y del copihu¨¦, y en La Serena, que se refleja en la bah¨ªa de Coquimbo, tierra de santuarios marianos, se dirigi¨® especialmente a las mujeres chilenas. Por la noche lleg¨® hasta Antofagasta, capital del desierto de Norte Grande, donde durmi¨® y desde donde hoy, tras haber visitado una c¨¢rcel de presos comunes, emprender¨¢ ruta a Buenos Aires, primera etapa de su viaje de seis d¨ªas a Argentina. Dirigi¨¦ndose desde Concepci¨®n a todos los obreros de Chile, el papa Wojtyla descalific¨® el recurso a la violencia, aunque sea para hacer frente a la injusticia, y dijo que s¨®lo el amor puede ofrecer soluciones aut¨¦nticas a los problemas.
En la misa estaba presente el conflictivo obispo Carlos Camus, que lleg¨® a declarar que vio hero¨ªsmo en quienes atentaron contra la vida del general Pinochet y que "no ten¨ªan tanta culpa" en el plano moral "porque les hab¨ªan declarado la guerra". Cuando el director de la ceremonia anunci¨® su presencia, desde la muchedumbre se levant¨® un gran aplauso.El Papa dijo que "el trabajo honrado, intelectual o manual; debe ser realizado en honor de Dios y con la mayor perfecci¨®n posible", y que, hecho as¨ª, "por humilde e insignificante que parezca, contribuir¨¢ al bien del hombre, a ordenar cristianamente las realidades temporales y a manifestar su dimensi¨®n divina".
A los trabajadores que, entre el Pac¨ªfico y los Andes, le ofrecieron un poncho de lanilla fina color caf¨¦ y un juego completo de loza con un dibujo inspirado en el escudo papal, Juan Pablo II les dijo que el "desaf¨ªo" que presenta hoy el trabajo para los chilenos no es tanto el de su organizaci¨®n externa cuanto el "de su transformaci¨®n interior". Y les exhort¨® a que precisamente en esta dimensi¨®n interior del trabajo deben ejercer sus virtudes "humanas y cristianas". Tambi¨¦n dijo que la experiencia del pasado y de nuestro tiempo demuestran que la justicia no basta y que incluso puede conducir a la negaci¨®n y al rebajamiento de s¨ª mismo" si el amor no modela la vida humana.
Previendo que estas palabras pudiesen de alg¨²n modo desconcertarles, el papa Wojtyla, tras haberles recordado su experiencia de obrero en Cracovia, les dijo: "Quiz¨¢ alguno, oy¨¦ndome hablar de esta civilizaci¨®n del amor, pensar¨¢ que el Papa no conoce ni se identifica con los problemas que son la verdadera preocupaci¨®n e inquietud de tantos trabajadores de este querid¨ªsimo Chile". Y a?adi¨®: "?No es as¨ª!", para recordar seguidamente que conoce el problema del "desempleo" y el de las "remuneraciones del trabajo". Dijo tambi¨¦n que est¨¢ informado de Ias leg¨ªtimas reivindicaciones sindicales" de los trabajadores chilenos, si bien, a?adi¨®, "no hay que olvidar que a los derechos corresponden tambi¨¦n unos deberes que cumplir". Y acab¨® diciendo: "S¨ª amigos m¨ªos, tengo muy presentes todos estos anhelos; pod¨¦is estar seguros de que el Papa hace suyas las aspiraciones leg¨ªtimas de justicia que llev¨¢is en el coraz¨®n. Pero s¨®lo el amor, a ejemplo de Cristo, es capaz de dar una soluci¨®n aut¨¦ntica y duradera a vuestros problemas".
Contra el odio
Tambi¨¦n con los campesinos e ind¨ªgenas el papa Woityla fue muy prudente. Les dijo que Ia fe supera las diferencias entre los hombres". Y, tras haberles exhortado a "conservar con sano orgullo la cultura de su pueblo", a?adi¨® que deb¨ªan "despojarse del hombre viejo para revestirse del nuevo". "Esforzaos para eliminar de vuestras vidas cuanto os aparte de Dios y de los hombres", dijo. "Rechazad el odio y el rencor, las divisiones y los enfrentamientos, el alcoholismo, la droga, el ocio, la pereza, los des¨®rdenes familiares, la infidelidad matrimonial, la falta de solidaridad con el trabajo de los dem¨¢s y todo lo que se opone al amor a Dios y al pr¨®jimo". Y a?adi¨®, citando a san Pablo, que deben revestirse de "entra?as de misericordia, bondad, mansedumbre, paciencia", soport¨¢ndose unos a otros y perdon¨¢ndose mutuamente.
Al, campesino que le hab¨ªa dicho: "Santidad, un campesino sin tierra es una persona est¨¦ril", el Papa respondi¨® dirigi¨¦ndose, no a los trabajadores, sino a los empresarios, con estas palabras: "Haced lo posible para buscar formas de participaci¨®n que les abran un futuro mejor, de acceso progresivo a la propiedad, de mayor formaci¨®n t¨¦cnica y cultural". Acab¨® diciendo a campesinos e ind¨ªgenas, que miraban al Papa con sus grandes ojos que hablan de lejanos y cercanos dramas de explotaci¨®n: "No permit¨¢is que el temor, el desaliento, el rencor y la tristeza se apoderen de vu?stros corazones". Y a?adi¨®: "Aunque a veces os pueda asustar la idea de que el amor no es la soluci¨®n adecuada a vuestros problemas urgentes, y quiz¨¢ sint¨¢is la tentaci¨®n del conformismo pasivo.. o tambi¨¦n del inconformismo violento como via para oponerse a las injusti cias, ante tales tentaciones el Papa os repite que el amor vence siempre".
Desde La Serena, la segunda ciudad m¨¢s antigua de Chile, tras Santiago, famosa por sus muchos santuarios., Juan Pablo II abord¨® el tema para ¨¦l tan querido de la piedad popular y mariana. Asist¨ªan campesinos, mineros, pescadores y rriLichos j¨®venes. A todos les exhort¨® a intensiticar la pr¨¢ctica del rosario y del mes de Mar¨ªa.
El Papa se dirigi¨® as¨ª a la Virgen: "Haz que, con tu gracia, esa imagen divina grabada en el alma del hombre no quede da?ada por el odio o la violencia dirigidos contra la misma vida, en especial la ya concebida y a¨²n no nacida; ni por la perversi¨®n de las costumbres o las falsas evasiones que proporcionan los se?uelos de la droga o del desorden sexual, ni tampoco abandonada a merced de las presiones de ideolog¨ªas materialistas".
A todas las mujeres de Chile, protagonistas en estos a?os de resistencia frente a la dictadura, les dijo: "Pienso ahora especialmente en las mujeres de Chile, que saben imitar tan bien a nuestra madre la Virgen. Doy gracia al Se?or por esas virtudes feme ninas con las que contribuyen a bien de todos. Les pido que toda la vida nacional se beneficie de esa ternura y fortaleza, del buen sentido humano y cristiano, de la fidelidad y el amor".
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